La OTAN adoptó ayer un nuevo “concepto estratégico” para la próxima década, que contempla la creación de un “escudo” que protegerá su territorio de eventuales ataques con misiles, el mantenimiento de sus fuerzas nuecleares y la actuación más allá de sus fronteras “para proteger la seguridad de los países miembros”.
La nueva estrategia, que sustituye a la aprobada en 1999, consagra la modernización de la Alianza Atlántica para adaptarla a los nuevos retos que plantea el actual mundo globalizado, señaló el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen.
El dirigente aliado coincidió con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en considerar que la decisión de hoy convierte la cumbre de lisboa “en un momento histórico” por el peso que va a tener en la transformación de la Alianza.
“El mundo cambia, afrontamos nuevas amenazas y nuevos retos, y este concepto estratégico asegura que la OTAN sea tan efectiva como siempre en defender nuestra paz y prosperidad”, dijo Rasmussen en una conferencia de prensa tras la primera sesión de trabajo de los jefes de Estado y de Gobierno aliados, reunidos hoy y mañana sábado, en la capital portuguesa.
La nueva estrategia no supone que la organización político-militar, creada en 1949 como contrapeso a la ya desaparecida Unión Soviética, abandone el papel tradicional de defensa mutua ante un ataque exterior, fijado en su artículo V.
Pero, sí contempla actuar en cualquier lugar del mundo donde puedan surgir crisis y conflictos que puedan suponer una amenaza a la seguridad de la Alianza.
El documento aprobado confirma que la OTAN sigue optando por el principio de la disuasión nuclear después de que Francia y Alemania resolvieran poco antes del comienzo de la cumbre sus discrepancias sobre este punto.
“Mientras estas armas existan, la OTAN seguirá siendo una alianza nuclear”, señala el texto respaldado por los 28 jefes de Estado y de Gobierno.
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido son los únicos países de la Alianza que poseen armas nucleares.
En este apartado, el “concepto estratégico” contempla la creación de un sistema de protección de todo el territorio de la OTAN frente a eventuales ataques con misiles balísticos.
Los mandatarios aliados acordaron también invitar a Rusia y a otros socios Euroatlánticos a cooperar en el desarrollo de ese “escudo”.
El presidente de Estados Unidos explicó que será “suficientemente potente para cubrir todo el territorio y población de Estados Unidos y Europa”.
La propuesta a Rusia será formulada mañana sábado en la cumbre que los mandatarios de la OTAN celebrarán con el presidente Dmitri Medvédev, en la que la Alianza quiere relanzar la relación con ese país.
Según fuentes de la Alianza, la invitación a Rusia no supone que se desarrollará un “único sistema integrado antimisiles”, sino que se explorará para ver cómo hacer compatibles el sistema ruso con el de la OTAN.
Con estas medidas, la organización político-militar pretende adaptarse al “impredecible mundo actual”, en el que la posibilidad de un ataque convencional parece cada vez más remota, mientras toman cuerpo otras como “el extremismo, el terrorismo, y actividades transnacionales ilegales, como el tráfico de armas, narcóticos y personas”.
Entre las nuevas amenazas para las que debe prepararse, la Alianza Atlántica cita en su nuevo “concepto estratégico” los ataques cibernéticos, y la necesidad de garantizar los suministros energéticos de los países aliados.
“El concepto estratégico aprobado hoy no es una simple declaración de principios, no es un compendio de aspiraciones, es un plan de acción que será implementado”, advirtió Rasmussen.
No obstante, reconoció que la crisis económica mundial que afecta también a los socios de la OTAN es “motivo de preocupación” por su repercusión en los presupuestos destinados a Defensa, por lo que dijo que animará a los aliados a que estrechen su cooperación y a hacer un uso “más eficaz de los recursos”.Lisboa, 20 nov (PL) Con el reforzamiento de su estrategia geopolítica y militarista, la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) llega hoy a su segundo y último día de sesiones.
Desoyen el reclamo de los antibelicistas
El debate oficial continúa este sábado en el Parque de las Naciones, mientras cientos de pacifistas protestan en las calles de Lisboa contra la OTAN, a la que consideran una amenaza para la paz mundial.
Los 28 líderes de la Alianza Noratlántica desoyeron los reclamos antibelicistas y convinieron la víspera en que, a nombre de la seguridad de sus miembros, podrán intervenir cualquier país sin límites de ninguna índole.
Haciendo caso omiso a las demandas de grupos pacifistas, sindicatos y partidos de izquierda, apoyaron el nuevo concepto estratégico, que no es más que una versión moderna de sus preceptos iniciales.
Para hoy está previsto el debate de la polémica formación de un escudo antimisiles al que se opone Rusia por considerar que el sistema defensivo es incompleto y amenaza su seguridad nacional.
El encuentro cimero de la OTAN, al que asisten los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Dmitri Medvedev, respectivamente, acontece en medio de un inédito sistema de seguridad implementado por Lisboa.
Portugal decidió restablecer el control en sus fronteras desde el martes y hasta hoy, desplegó a unos 10 mil policias e incrementó los medios antidisturbios en esta capital.
Los organizadores de la cumbre anti-OTAN que sesiona aquí de forma paralela denunciaron el bloqueo impuesto por la actual administración lusa para evitar el acceso al país de cientos de activistas.
“Paz sí, OTAN no” es el lema de los inconformes, quienes condenan el nuevo concepto estratégico de la OTAN, demandan el fin de la misión militar en Afganistán y rechazan la creación del sistema antimisiles