Coll: Una pena lo de Alonso, cachis. Tip: No se preocupe, más se perdió en Cuba. Coll: También es verdad, pero no compare. Tip: Las hazañas patrias hoy sublimadas en gestas deportivas, ¡qué país! Coll: Encima, el maleducado Petrov no se dejaba adelantar, seguro que estaba comprado. Tip: O vendido, no olvide que estamos en una economía libre de mercado. Coll: Por eso me ha echado usted del trabajo. Tip: Y con mucho pesar, ¡a ver de qué voy a vivir yo ahora, imagínese! Coll: Pues de su sudor, supongo. Tip: ¡Calle, calle, parece usted idiota! Coll: No le diría yo que no, oiga. Tip: Si al menos el Petrov ese se hubiera estampado de muerte, las posibilidades de F. Alonso se habrían incrementado tuciorísticamente. Coll: ¡Ahí le has dado! Y si se hubiera desatado una tormenta y le hubiera partido un rayo al Rosberg, sabríamos que Dios existe. Tip: Y los milagros, amigo mío, y los milagros. Coll: Eso me recuerda un artículo que escribiera un tal Jon Odriozola en la desaparecida revista «Punto y Hora», allá por el año 88 del pleistoceno, o por ahí, titulado, creo, «Tácticas eleáticas» y que… Tip: Sí, tengo un vago recuerdo, un bodrio surrealista y buñuelesco. Coll: Y berlanguiano. Tip: Eso lo dice usted, no el difunto Odriozola. Coll: Ah, pero ¿es que se ha muerto ese impresentable? Tip: La mala hierba nunca periclita, vive en el monte con vacas, ovejas y otras especies animales. Coll: O sea, que es feliz este roussoniano que dios confunda. Tip: Lo dudo, siempre está quejándose. Coll: Será que es un revolucionario que no ha pasado el sarampión. Tip: De salón. Coll: Eso se cura. Tip: Y ni se ducha y se ha dejado una melena hippie, ¡a sus años! Coll: Macho siempre fue. Tip: Eso sí. Coll: Ya será menos.
Tip:¿Y qué decía? Coll: ¿Qué decía quién? Tip: ¡Jodó, pues el Odriozola ese de los collons! Coll: Ah, sí, pues se puso eleático, ya sabe, aquella aporía o paradoja de Aquiles y la tortuga de Zenón de Elea que negaba el movimiento, pues que si se le daba una mínima ventaja a la tortuga en la carrera, el veloz Aquiles jamás la alcanzaría, pues la distancia es infinitamente divisible y esos pajeos mentales de los griegos que se divertían así mientras curraban los esclavos. Tip: Empiezo a recordar. El Odri ese decía, en un transtorno mental lúcido, cosa rara, que el piloto, gpañol por supuesto, apagó su motor en la pole, esperó a que todos se descalabraran o rompieran sus bólidos y, luego, astutamente, a falta de una lap (vuelta), arranca y gana. Genial. Coll: en efecto, ésa es la «táctica eleática» o, dicho en castizo, «quieto parao», que las prisas son malas consejeras y nosotros a verlas venir. Tip: O sea, como el Gobierno. Coll: Más o menos. Tip: Un gobierno eleático. Coll: ¡Zenón no era un fascista! Tip: Hoy nadie lo es, eso es historia, la «política» no existe, sólo la «gestión», como querían los tecnócratas y la contrarrevolución. Coll: Y las reglas del juego. Tip: Sí. Coll: Y las horcas caudinas. Tip: Sí. Coll: Y la acidia. Tip: Eso no sé qué es. Coll: Con el motor llegó el ruido y la sordera. Tip: Es lo que tiene la lucha de clases: Ruido y sordera. Coll: ¡Maestro! Tip: ¡Vete a tomar por culo! Coll: ¡A mis brazos! Tip: ¡Fratticello! Coll: Sniff.
Fuente: gara