Los seriados y las novelas internacionales dominan la pantalla de las televisoras privadas en Venezuela.Basta con estar unos minutos control en mano y frente al televisor para hacer la prueba. Los cortes publicitarios entre un programa y otro hablan por sí solos. Producciones colombianas, mexicanas y estadounidenses conforman la parrilla de programas de corte dramático. Dos canales, Televen y Venevisión, son ejemplo de esta realidad.
Tráfico y consumo de drogas. Sexo. Violencia urbana y carcelaria. Prostitución juvenil. Son algunos de los temas recurrentes que muestran los dramáticos transmitidos. El personaje principal de la telenovela El Capo, producida por FoxTelecolombia para RCN, se presenta como un hombre astuto que lleva 25 años burlándose de la Ley. Pedro Pablo León Jaramillo no cree en el amor y se asume como dueño del destino. Mientras que Rosario, protagonista de la telenovela Rosario Tijeras, producida por Teleset para RCN, está basada en la vida de los sicarios colombianos. Ella es una joven asesina y narcotraficante.
VIOLACIÓN DE LA LEY RESORTE
Ambas telenovelas colombianas salieron del aire el pasado jueves 28 de octubre. El Capo se transmitía por Televen a partir de las 10:50 pm, y Rosario Tijeras era televisada por Venevisión desde las 11:00 pm. El Estado venezolano, a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), decretó la suspensión porque su contenido viola la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión (Resorte).
La Ley Resorte es un instrumento jurídico vigente desde hace seis años. Se creó con la intención de establecer, en la difusión y recepción de mensajes, la responsabilidad social de los prestadores de los servicios de radio y televisión, los anunciantes, los productores nacionales independientes y los usuarios y usuarias. Todo ello, con el objetivo de “promover la justicia social y de contribuir con la formación de la ciudadanía, la democracia, la paz, los derechos humanos, la cultura, la educación, la salud, el desarrollo social y económico de la Nación”, reza la ley.
El artículo 6 de la Ley Resorte define los elementos clasificados: lenguaje, salud, sexo y violencia. Seguidamente el artículo 7 se refiere a los tipos, bloques y restricciones por horario, y en su numeral 3 define el Horario Adulto como “aquel donde se podrá difundir mensajes que están dirigidos exclusivamente para personas adultas, mayores de dieciocho años de edad”. Sin embargo, ningún artículo permite atentar contra la población a través de los contenidos televisados. También, indica que “durante el horario Todo Usuario, no está permitida la difusión de: mensajes que contengan elementos de lenguaje tipo “B” y “C”, elementos de salud tipo “B”, “C” y “D”, elementos sexuales tipo “B”, “C” y “D” ni elementos de violencia tipo “C”, “D” y “E”.
No es la primera vez que un país latinoamericano cesa la trasmisión de telenovelas de corte violento. En junio de este año, el canal TC Televisión, de Ecuador, también suspendió Rosario Tijeras, debido a su alto contenido de escenas violentas y por hacer apología al narcotráfico.
LIGEREZA MEDIÁTICA
Para Venevisión y Televen, ha sido suficiente colocar cintillos que alertan al televidente con el mensaje: “Horario sólo para adultas y adultos” o “Si son vistas por menores de edad, deben hacerlo con la supervisión de sus madres, padres o adultos responsables”, como lo denunció el pasado miércoles 27 de octubre, a través de un comunicado oficial, el Centro de Estudios sobre Crecimiento y Desarrollo de la Población, ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social. “Desde tempranas horas del día se trasmiten promociones o avances de esas telenovelas con escenas de violencia, lenguaje manipulador y contenidos agresivos que pueden estimular a la audiencia una visión favorable o positiva de esas situaciones. La imposibilidad de que muchas madres, padres y representantes controlen la presencia de esas imágenes en la pantalla, por encontrarse fuera del hogar generalmente en funciones laborales, complica la situación y agrava la influencia nociva de los mismos”, reza el comunicado titulado Narconovelas, drogas y sexo.
LOS NIÑOS SON VÍCTIMAS
La Fundación de la Embajada de los Niños, organismo presidido por Guillermo Baraona, sostiene que ambas producciones violan los derechos de los niños, niñas y adolescentes, contemplados en la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopna). En su artículo 79, refiere las prohibiciones para la “Protección de los Derechos de Información y a un Entorno Sano”. El párrafo C prohibe difundir, durante la programación dirigida a los niños y adolescentes o a todo público, programas, mensajes, publicidad o promociones de cualquier índole que promuevan terror en los niños y adolescentes.
“No escatiman recursos ni horarios para bombardear nuestra infancia, nuestra juventud y a algunos mayores que, de alguna manera muy confundida, se recrean viendo este tipo de novelas altamente contaminantes a los buenos principios”, reza la misiva de fecha 26-10-2010 enviada a Ciudad CCS por la Fundación Embajada de los Niños.
La preocupación por la transmisión de estos espacios ya había sido manifestada el pasado jueves 21 de octubre por el diputado Manuel Villalba, presidente de la Comisión Permanente de Ciencia, Tecnología y Comunicación Social de la Asamblea Nacional. El parlamentario indicó que durante el horario “Todo Usuario” algunos canales privados transmiten programas violentos y con una fuerte carga sexual.
“Estamos frente a una televisión mal concebida. No puede ser que a los medios sólo les importe el rating. En vez de transmitir este tipo de programas violentos, deberían rescatar los clásicos venezolanos”, sostuvo.
ORGANIZACIÓN DE USUARIOS
El representante de las Organizaciones de Usuarios y Usuarias (OUU) ante el Directorio de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, Samir Luzardo, sostuvo que hay una deformación de la televisión. “La producción extranjera ocupa los espacios. Son, además, telenovelas que promocionan antivalores en horario estelar”, dijo.
Agregó que según la Ley Resorte, cinco horas de la transmisión televisiva deben estar dedicadas a la producción independiente. “Los usuarios debemos exigir que se abran esos espacios y, además, los funcionarios del Estado deben velar por el cumplimiento”, apuntó.
Arley de la Rotta, vocero de los Productores Nacionales Independientes, consideró positiva la medida. “El pueblo tenía que protestar la grosera programación de Televen y Venevisión”, dijo. Añadió la importancia de impulsar la producción nacional independiente en las televisoras privadas. “Las autoridades deben hacer cumplir la Ley Resorte. En esos medios ni siquiera las reciben”, aseveró.
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Influencia de los contenidos violentos
El Centro de Estudios Sobre Crecimiento y Desarrollo de la Población Venezolana determinó en el comunicado “Narconovelas, Drogas y Sexo”, publicado el pasado miércoles 27 en varios medios de comunicación, algunos efectos de las telenovelas que hacen énfasis en el tema de la violencia.
> Las niñas y los niños presentan tempranamente conductas de imitación. Sin embargo, no pueden ser selectivos en los objetos que imitan, por lo cual no es extraño que modelen a los personajes que observan en las pantallas de televisión. Cuando estos modelos son ejemplos de desviación o patología individual y social, los efectos sobre la mente y la personalidad infantil pueden ser devastadores.
> Las y los adolescentes en la constante búsqueda de reafirmar su identidad, son muy susceptibles a la influencia de modelos sociales. Cuando éstos se presentan con atractivos relacionados con la desinhibición de conductas, el sentimiento de euforia y omnipotencia, el reconocimiento social, el comportamiento asertivo en grupos de pares, el afán de semejarse a las personas mayores, se incrementa el daño a la personalidad de la y el menor en formación y favorece el inicio de consumo de sustancias adictivas.
> Neurológicamente, el cerebro de niñas, niños y adolescentes, no ha desarrollado aún la capacidad de controlar ciertos impulsos debido a su inexperiencia. Esta condición despierta su curiosidad indiscriminada, las y los incita a la experimentación de situaciones novedosas que los hace vulnerables a adquirir hábitos nocivos y posibles adicciones.