18 años sin Pedro Alva­rez, con­tra los crí­me­nes policiales


Un año más ha vuel­to a pasar un año. Un año más sin Pedro Álva­rez el joven de 20 años que la noche del 15 de Diciem­bre de 1992 fue ase­si­na­do por un Poli­cía Nacio­nal fue­ra de ser­vi­cio debi­do a una dis­cu­sión de trá­fi­co. Ver los hechos.

La jor­na­da de la con­me­mo­ra­ción del 18 año de su ase­si­na­to fue como cada año: un momen­to de recuer­do, de rabia e impo­ten­cia, de soli­da­ri­dad con los más cer­ca­nos y tam­bién, otra vez, de injus­ti­cia. Injus­ti­cia por­que nin­gún órgano del esta­do y de nin­gún gobierno ha teni­do la dig­ni­dad de preo­cu­par­se del caso y de la fami­lia de Pedro. Injus­ti­cia por­que en vez de res­pe­tar este día de luto y recuer­do para la fami­lia y ami­gos, los Mos­sos d’Es­qua­dra inten­tan impe­dir la pin­ta­da del mural en L’Hos­pi­ta­let en la Pla­za Pedro Álva­rez, requi­san­do toda la pin­tu­ra e iden­ti­fi­can­do a 15 per­so­nas que esta­ban allí soli­da­rias con las pin­to­ras. Evi­den­te­men­te, cuan­do se fue­ron des­pués de todo el pari­pé el mural se hizo, por­que por mucho que quie­ran callar­nos, mul­tar­nos, iden­ti­fi­car­nos, … NUNCA NOS HARÁN PARAR!

La noche del 15 de diciem­bre de 1992 es ase­si­na­do en la ciu­dad cata­la­na de L’Hos­pi­ta­let de Llo­bre­gat un joven de 20 años, lla­ma­do Pedro Álva­rez, de un tiro en la cabeza.

Pedro acom­pa­ña a su casa a su novia Yolan­da, con quien sale des­de hace 5 años. Jus­to des­pués de des­pe­dir­se, un coche que cir­cu­la a gran velo­ci­dad por poco atro­pe­lla a la joven, la cual en una reac­ción ins­tin­ti­va incre­pa al con­duc­tor. Éste sale del auto­mó­vil y comien­za a dis­cu­tir con la joven de for­ma vio­len­ta has­ta el pun­to que la gol­pea y la tira al sue­lo. Pedro enton­ces vuel­ve corrien­do para defen­der­la e ini­cia una dis­cu­sión con el agre­sor, que se con­vier­te en el ase­sino en el momen­to en que se diri­ge al coche (un Opel Vec­tra blan­co), coge un arma y le dis­pa­ra tres tiros al joven, uno de ellos mor­tal de nece­si­dad, ante el inten­to de dete­ner­le de una mujer que le acom­pa­ña­ba. Des­pués vuel­ve al coche, con la mis­ma san­gre fría, y arran­ca mien­tras unas per­so­nas inten­tan soco­rrer a Pedro, que ingre­sa cadá­ver en el Hos­pi­tal de Bell­vit­ge, ante el esta­do de shock en que se encuen­tra Yolanda.

Las sos­pe­chas caen sobre un poli­cía nacio­nal (José Manuel S.F), y es dete­ni­do en segui​da​.Es igual a la des­crip­ción que se dio de él, las prue­bas balís­ti­cas coin­ci­den con las de las armas uti­li­za­das por las fuer­zas de segu­ri­dad del Esta­do y el agen­te es asi­duo a la zona don­de ocu­rren los hechos. Una per­so­na con­flic­ti­va y con «cier­to poder» en la mis­ma. Ade­más, es iden­ti­fi­ca­do inme­dia­ta­men­te por Yolan­da, la úni­ca tes­ti­go del crimen.

El agen­te pre­sen­ta una coar­ta­da tan pue­ril como con­clu­yen­te para los encar­ga­dos de la inves­ti­ga­ción: «Esta­ba en casa dur­mien­do des­pués de haber acom­pa­ña­do a mi madre al hos­pi­tal» y la inves­ti­ga­ción comien­za vol­ver­se tur­bia. Se decla­ra inme­dia­ta­men­te el secre­to de las inves­ti­ga­cio­nes, por lo que la repre­sen­ta­ción de la fami­lia no pue­de par­ti­ci­par en ellas. A Yolan­da se le some­te a una sesión mara­to­nia­na de múl­ti­ples reco­no­ci­mien­tos, cali­fi­ca­da de irre­gu­lar por juris­tas con­sul­ta­dos. La joven al final mani­fies­ta dudas sobre aspec­tos muy con­cre­tos del poli­cía. Los fami­lia­res acu­san en repe­ti­das oca­sio­nes que la titu­lar del Juz­ga­do de Ins­truc­ción nume­ro 5 de L’Hos­pi­ta­let, María José Magal­di, y el comi­sa­rio Llo­ren­te no están lle­van­do a cabo bien el pro­ce­di­mien­to: la juez no orde­na ana­li­zar las hue­llas del coche para iden­ti­fi­car a la mujer que acom­pa­ña­ba al ase­sino, ni orde­nó su iden­ti­fi­ca­ción pos­te­rior, por ejemplo.

Final­men­te, dos días des­pués, se decre­ta la excul­pa­ción del agen­te por fal­ta de prue­bas fia­bles. Nadie ha segui­do rea­li­zan­do has­ta hoy nin­gún tipo de inves­ti­ga­ción pos­te­rior y no hay nin­gu­na ins­ti­tu­ción que haya apo­ya­do al caso Pedro Álva­rez, a pesar de que, por ejem­plo, el ayun­ta­mien­to de L’Hos­pi­ta­let se com­pro­me­tió a ello, y los pode­res públi­cos (polí­ti­cos, fuer­zas de segu­ri­dad, jue­ces y fis­ca­les) están obli­ga­dos legal­men­te a velar por el escla­re­ci­mien­to de unos hechos tan gra­ves como éstos. Los poli­cías que ini­cia­ron las inves­ti­ga­cio­nes, por otro lado, tra­tan des­de un prin­ci­pio cri­mi­na­li­zar a Pedro, bus­can­do ante­ce­den­tes que no exis­tían, para cul­par­le de lo suce­di­do y así defen­der a su compañero.

El Sín­dic de Greu­ges y el Par­la­ment de Cata­lun­ya («defen­sor del pue­blo») res­pon­die­ron, ante el rue­go de la fami­lia, que no tenía com­pe­ten­cias al estar impli­ca­do un poli­cía. Pas­qual Mara­gall puso al con­ce­jal, sr.Ruiz, al fren­te del caso, el 10 de mar­zo pro­me­tió ayu­dar, aun­que dijo no estar al corrien­te. Toda­vía no ha dado nin­gu­na res­pues­ta. Jor­di Pujol res­pon­dió «Es una cosa dolo­ro­sa y lamen­ta­ble, pero nues­tras com­pe­ten­cias son muy limi­ta­das y poco pode­mos hacer». El Con­gre­so de los Dipu­tados recha­zó la pre­gun­ta sobre el caso por defec­to de for­ma. El abu­so de poder a que esta­mos some­ti­dos que­da, por des­gra­cia para esta «demo­cra­cia», per­fec­ta­men­te claro.

Pla­ta­for­ma Pedro Álvarez

Pedro, her­mano, nosotr@s no olvidamos

Un any més ha tor­nat a pas­sar un any. Un any més sen­se en Pedro Álva­rez el jove de 20 anys que la nit del 15 de Des­em­bre de 1992 va ser asses­si­nat per un Poli­cia Nacio­nal fora de ser­vei degut a una dis­cus­sió de trà­fic. Veu­re els fets.

La jor­na­da de la com­me­mo­ra­ció del 18 any del seu asses­si­nat va ser com cada any, un moment de record, de rabia i impo­tèn­cia, de soli­da­ri­tat amb els més pro­pers i tam­bé, altre cop, d’injusticia. Injus­ti­cia per­què cap organ de l’estat i de cap govern ha tin­gut la dig­ni­tat de preo­cu­par-se del cas i de la famí­lia d’en Pedro. Injus­ti­cia per­què en comp­tes de res­pec­tar aquest dia de dol i record per la famí­lia i amics, els mos­sos d’esquadra inten­ten impe­dir la pin­ta­da del Mural a L’Hospitalet a la Plaça Pedro Álva­rez, requi­sant tota la pin­tu­ra i iden­ti­fi­cant a 15 per­so­nes que res­ta­ven alli soli­da­ries amb les pin­to­res. Evi­dent­ment quan van mar­xar des­prés de tot el pari­pe el mural es va fer, per­què per molt que vol­guin callar-nos, mul­tar-nos, inden­ti­fi­car-nos,… MAI ENS FARAN CREURE!

Pedro, ger­mà, nosal­tres no oblidem!

Un año más ha vuel­to a pasar un año. Un año más sin Pedro Álva­rez el joven de 20 años que la noche del 15 de Diciem­bre de 1992 fue ase­si­na­do por un Poli­cía Nacio­nal fue­ra de ser­vi­cio debi­do a una dis­cu­sión de trá­fi­co. Ver los hechos.

La jor­na­da de la con­me­mo­ra­ción del 18 año de su ase­si­na­to fue como cada año: un momen­to de recuer­do, de rabia e impo­ten­cia, de soli­da­ri­dad con los más cer­ca­nos y tam­bién, otra vez, de injus­ti­cia. Injus­ti­cia por­que nin­gún órgano del esta­do y de nin­gún gobierno ha teni­do la dig­ni­dad de preo­cu­par­se del caso y de la fami­lia de Pedro. Injus­ti­cia por­que en vez de res­pe­tar este día de luto y recuer­do para la fami­lia y ami­gos, los Mos­sos d’Esquadra inten­tan impe­dir la pin­ta­da del mural en L’Hospitalet en la Pla­za Pedro Álva­rez, requi­san­do toda la pin­tu­ra e iden­ti­fi­can­do a 15 per­so­nas que esta­ban allí soli­da­rias con las pin­to­ras. Evi­den­te­men­te, cuan­do se fue­ron des­pués de todo el pari­pé el mural se hizo, por­que por mucho que quie­ran callar­nos, mul­tar­nos, iden­ti­fi­car­nos, … NUNCA NOS HARÁN PARAR!

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