En pleno centro de Bilbo, en la plaza Moyua, en el edificio de hacienda pervive aun un escudo franquista que desde lo alto del edificio insulta todos los días a l@s bilbotarrak, con águila, yugo y flechas incluidas. A poca distancia esta el paseo Sánchez-Maza, el tal Sánchez-Maza fue uno de los fundadores de la banda criminal Falange española y aunque parezca mentira, posee una calle en la capital bizkaitarra.
No parece que estos dos ejemplos, (hay mas en el mismo Bilbo, Bizkaia y la totalidad de Hego Euskal Herria) molesten a la justicia española, pese a los años trascurridos y leyes de memoria histórica, no mueven un dedo para ordenar la retirada de semejante ofensa a las personas que habitamos esta tierra.
Bajo el escudo del yugo y las flechas se asesino a mucha gente en Euskal Herria y esos crímenes entre otros contaron con la entusiasta participación del partido fundado por Sánchez-Maza.
Contra ese régimen fascista y criminal, que oprimía a nuestro pueblo, lucharon entre otr@s Txiki y Otaegi, de la manera que ellos consideraron conveniente. Son dos luchadores antifascistas y antifranquistas, que inmediatamente se implantaron los ayuntamientos democráticos en Hego Euskal Herria, vieron como sus nombres se recordaban en infinidad de lugares, calles y pueblos de esta tierra.
Mientras en gran cantidad de lugares se condena el fascismo y se borra de las calles toda basura nazi-fascista, en el estado español, no solo se mantiene su apestosa simbología, ofensiva a toda persona honesta, sino que además se ordena retirar placas y calles a las personas que lucharon contra ese régimen fascista dando en ello, incluso su vida.
Txiki y Otaegi, murieron asesinados por un pelotón de fusilamiento español, en plena dictadura franquista, en cualquier lugar del mundo la justicia, no solo mantendría su memoria sino que ordenaría la retirada inmediata de la simbología de sus criminales.
No es el caso del estado español. Un juez español, destinado en Bilbo, en el juzgado contencioso-administrativo número 3, ha ordenado que se retiren de inmediato las placas que recuerdan a los luchadores antifascistas. Que sepamos no ha movido un dedo por la retirada del apestoso símbolo que hay en Moyua ni porque uno de los fundadores de falange, partido terrorista y fascista se vea privado de una vez y por todas de una calle en Bilbo.
Spain is diferent, se decía hace unos años y bien que es diferente. ¿Alguien se imagina en Berlín un paseo dedicado a Hitler o en una plaza de Múnich la cruz gamada? Pues eso lo tenemos en Bilbo gracias a la justicia española.
Y luego nos preguntan porque somos independentistas…..