Antes de ser la actual ministra de Exteriores española, Trinidad Jiménez, le comentó al embajador estadounidense en España, supongo mientras comían o bebían algo, que Chávez era un “payaso”. Moratinos, su antecesor, le confesó al mismo embajador estadounidense que Evo era un “ignorante”. Zapatero, otro día que tenía hambre y fue a saciarla en la embajada de Estados Unidos, le fue a decir a un alto miembro del gobierno estadounidense “que no quería nada con Cuba y que no le contestaba las notas a Fidel” http://www.elpais.com/articulo/internacional/Gobierno/descalifico/lideres/latinoamericanos/elpepuint/20101209elpepuint_35/Tes
Todas estas “confesiones” el embajador de Estados Unidos las enviaba éste a sus jefes del Norte para que supiesen de cuál pié cojeaban las autoridades españolas según los cables publicados por wikileaks http://213.251.145.96/
Que Chávez es un payaso y Evo un ignorante para las autoridades españoles, sin importar el color del partido en el Gobierno, no me lo tiene que decir el embajador de Estados Unidos. También lo saben Chávez y Evo. Lo sabe además Cristina Fernández, Lula, Fidel, Ortega… todos saben, conocen esa prepotencia genética del español ante el latinoaméricano. Le salió al rey de los españoles cuando mandó callar al “payaso” de Chávez.
Aún así España y sus españoles no son nada ante los payasos ignorantes del pleistoceno que gobiernan lo que ellos consideran “repúblicas bananeras”. España, sus Bancos, indústrias, sus niveles de drogadicción, de maltrato contra las mujeres, sus índices de desempleo, sus niveles de productividad, su cobardía al enfrentar su propia historia y el prontuario de sus presidentes en democracia nos indica que los payasos ignorantes hace años que comen en la embajada de Estados Unidos.
¿Qué dirán de su rey los españoles y de la familia de zánganos que lo adorna?