Somos habitantes, amigos y amigas de Euskal Herria. Un pueblo que se ha ido puliendo durante siglos mediante la dignidad, el compromiso, la solidaridad y, por desgracia, también el sufrimiento. Un pueblo que ansía conocer una nueva etapa que abra las puertas a un futuro mejor. Sin embargo, a día de hoy, nos duele el corazón al comprobar cómo las presas y los presos políticos vascos sufren una conculcación de derechos constante.
Somos miembros del profesorado, del alumando, del Personal de Administración y Servicios y de organizaciones de diferentes universidades de Euskal Herria, preocupadas y preocupados por la conculcación de derechos que sufren las presas y los presos políticos vascos, entre los que se encuentran compañeras y compañeros nuestros.
La sociedad vasca y multitud de organismos internacionales han rechazado una y otra vez una política penitenciaria que tiene la crueldad como base. Juegan con los derechos de las y los presos políticos vascos. Únicamente así se puede entender cómo los Estados español y francés tienen en marcha la dispersión, mantienen encarcelados a los presos y presas con enfermedades graves e incurables, aplican de facto la cadena perpetua, no liberan a aquéllos que han cumplido las 3⁄4 partes de su condena, el aislamiento, la soledad, el trato humillante ante las visitas vis a vis, la criminalización de la solidaridad y otras muchas medidas.
Como universitarias y universitarios, queremos destacar la vulneración del derecho a estudiar. Hoy en día, las presas y presos políticos vascos no pueden estudiar en euskara, ni pueden hacerlo en la universidad que quieren, ni los estudios elegidos. Esta situación no es nueva. Se acaban de cumplir 9 años desde que el Gobierno de Aznar cambiara la ley para impedir a las presas y presos políticos vascos estudiar en las diferentes universidades de Euskal Herria.
Un sistema penitenciario cruel y expresamente diseñado para las y los presos políticos vascos. Buscan destruirles para así golpear de lleno a toda la sociedad vasca. Un camino por el que, tal y como tiene claro la mayoría de la sociedad vasca, es imposible llevar a este pueblo a un escenario donde todos los derechos sean respetados.
Por eso, decimos que ya basta. Creemos que Euskal Herria se encuentra a las puertas de un nuevo ciclo. Por tanto, lo que antes era urgente ahora apremia más aún: es imprescindible acabar con la situación que padecen las y los presos políticos vascos. Hay que acabar con la dispersión, las y los presos políticos vascos con enfermedades graves e incurables deben ser puestos en libertad; la aplicación de facto de la cadena perpetua debe ser anulada y hay que poner fin a las numerosas vulneraciones de derechos que se producen dentro de las prisiones.
A todo ello, desde aquí, exigimos al Estado español y a los Gobiernos Vasco y Navarro que den pasos para garantizar el derecho de las presas y los presos políticos vascos a estudiar en las diferentes universidades de Euskal Herria. Es una reivindicación que cuenta con un amplio apoyo dentro de la comunidad universitaria, como lo ponen de manifiesto las decisiones de diferentes órganos universitarios como el Consejo de Gobierno de la UPV/EHU o su Consejo Social. Por nestra parte, seguiremos trabajando hasta que se haga realidad el derecho de las presas y los presos políticos vascos a estudiar en nuestras universidades.
Vamos a seguir reclamando que la política penitenciaria que cada día introduce impunemente a las y los presos políticos vascos y a sus familiares, amigos y amigas en una cruel ruleta rusa debe desaparecer. No pedimos otra cosa que los derechos más elementales de cualquier democracia. Medidas que darían oxígeno a una nueva etapa donde todos los derechos sean respetados. Lo contrario, negaría ese oxígeno a esa nueva etapa.
Está en manos de todos y todas acabar con esta situación. Por eso nos adherimos a la manifestación nacional que el próximo 8 de enero recorrerá las calles de Bilbao bajo el lema “euskal presoak Euskal Herrira eskubide guztiekin, EGIN DEZAGUN URRATSA” (“las y los presos políticos vascos a Euskal Herria con todos sus derechos, DEMOS UN PASO ADELANTE”). Porque defender los derechos de las y los presos políticos vascos significa defender también los derechos de todos y todas las ciudadanas. Para que el final de la política penitenciaria traiga consigo una nueva etapa. Porque este pueblo quiere dejar atrás el sufrimiento y dar un paso adelante.
Por todo esto y mucho más, hacemos un llamamiento a toda la comunidad universitaria para que el próximo 8 de enero acuda a Bilbao reivindicando “las y los presos políticos vascos a Euskal Herria con todos sus derechos, DEMOS UN PASO ADELANTE”.
Ikasteko eskubidearekin, euskal presoak Euskal Herrira!
El 8 de enero todos a Bilbao!
Estudiantes, profesores, trabajadores y asociaciones del ámbito universitario.
En el campus de Leioa, 15 de diciembre de 2010.