El Gobierno de Zapatero ha venido demostrando, y lo sigue haciendo, una total incapacidad para comprender la actual situación de crisis económica y por supuesto para sacarnos de ella.
De la negación de la crisis, cuando esta llevaba ya una buena temporada evidenciándose, ha pasado a tomar un conjunto de medidas traumáticas, que no hacen más que aliviar por cortos espacios de tiempo los síntomas de la enfermedad, a costa de agravar la profundidad de ésta.
Por poner un ejemplo sencillo, es como el caso de una familia con una gran deuda que en vez de negociar un plan viable con sus acreedores a medio plazo, se dedica a mal vender su patrimonio para trampear el día a día, esperando la llegada de un golpe de suerte.
Finalmente seguirán con su deuda base y además sin patrimonio.
En el caso del Estado Español, el Gobierno del PSOE pretende que seamos los trabajadores y trabajadoras, los que asumamos la carga de una deuda que no hemos generado, asumiendo las exigencias, sin rechistar, del capitalismo especulativo, auténtico responsable de la actual situación.
La reforma de las pensiones, la reforma laboral, la privatización de los aeropuertos, la privatización de la lotería, la privatización de AENA, la privatización de la Sanidad, la subida de impuestos, la desaparición de la ayuda a l@s parad@s sin subsidio… son medidas desde luego antisociales, pero lo que aún es peor, no van a servir para sacarnos de la crisis. Sólo van a servir para que las condiciones de vida del Pueblo Trabajador se precaricen de forma salvaje.
El Gobierno, consciente de la gravedad de las medidas que está adoptando, en cuanto al impacto sobre las condiciones de vida de las clases trabajadoras, realiza maniobras de distracción apoyadas por todas las terminales mediáticas del Estado, para despistar a la opinión pública de los auténticos problemas. De poco le va a servir, se puede engañar a la mayoría de la gente un cierto tiempo y a alguna gente mucho tiempo, pero no se puede engañar a toda la gente durante todo el tiempo.
A sabiendas de que eso es así, crean los recursos necesarios y ensayan las respuestas represivas convenientes para sus planes, aumentando las cifras de las fuerzas policiales a cantidades sin parangón en Europa Occidental, o simplemente militarizando un conflicto laboral, cuando éste se les va de las manos.
Con estas líneas de trabajo no sólo están poniendo de manifiesto su incapacidad, si no la auténtica fragilidad política de un Régimen que es incapaz de abordar los conflictos, de la naturaleza que sean, por vías ordinarias de dialogo y negociación.
El desanimo social, a estas alturas evidente, pone de manifiesto más que cualquier otra cosa la deslegitimación del Sistema.
Nuestra responsabilidad es que esa deslegitimación sea el impulso definitivo para construir un proceso, que mediante la acumulación de fuerzas necesarias, lleve al cambio de Modelo Político y Social.
Nuestra responsabilidad es impedir que la actual situación sea el caldo de cultivo para el derrotismo y la desesperanza, ambas cuestiones configuran los mejores aliados para el Poder Constituído y son por tanto algunos de nuestros peores enemigos en el terreno ideológico.
El cambio real está al alcance del Pueblo, hay que creerselo y trabajar seriamente para conseguirlo.
Castilla a 13 de diciembre de 2010.