Un buque especializado llegó a Venezuela con suficiente fibra óptica a bordo para conectar al país con Cuba, y pronto comenzará el tendido del cable a lo largo del fondo del mar para establecer un vínculo que se espera mejore drásticamente el servicio telefónico y de internet para los cubanos.
El buque “Ile de Batz” está anclado en la costa venezolana desde el domingo y se dispone a comenzar la colocación del cable submarino en los próximos días, dijo José Ignacio Quintero, gerente de soluciones de la compañía Alcatel-Lucent, con sede en París, a cargo de llevar a cabo el proyecto.
La embarcación trajo el cable de fibra óptica desde el puerto francés de Calais. Quintero dijo el martes que el cable debe estar en funcionamiento en julio, y abarcará más de 1.600 kilómetros, desde Camurí en Venezuela a Siboney en Cuba.
Cuba es el único país del hemisferio occidental que no está conectada al resto del mundo con cables de fibra óptica, debido al bloqueo de los Estados Unidos. En su lugar, usa comunicaciones por satélite lentas y costosas, sobre todo con Europa.
El presidente venezolano Hugo Chávez ha dicho que planea estar allí para inaugurar el proyecto, que forma parte de una lista cada vez mayor de los esfuerzos conjuntos de los dos países. El cable es denominado “ALBA 1″, que alude al bloque de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (Alba) que integran Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas.
En un discurso el sábado, Chávez afirmó que ese enlace es un eslabón más hacia una mayor independencia, y condenó las sanciones del gobierno estadounidense contra la isla.
Quintero indicó que en el proyecto de Alcatel-Lucent no está participando ninguna entidad o ciudadano estadounidense “que estuviera de alguna manera expuesto a un tipo de sanción o algo parecido”.
Una compañía filial de Alcatel-Lucent con sede en China, Shanghai Bell, firmó el contrato para hacer el trabajo para Telecomunicaciones Gran Caribe, una empresa mixta cubano-venezolana, propiedad de las compañías estatales de telecomunicaciones de ambos países, dijo Quintero.
Las autoridades cubanas han dicho que el proyecto costará unos 70 millones de dólares. Quintero declinó comentar sobre el costo del proyecto. Después de que el cable llegue a Cuba, una extensión también permitirá conectarse a la vecina isla de Jamaica.
El cable tendrá como punto de inicio en la costa de Venezuela, una encrucijada de otros cables internacionales de telecomunicaciones, entre ellos uno que se extiende desde Brasil a la Florida, dijo Quintero.
Alcatel-Lucent, que tiene experiencia en la instalación de líneas similares en muchas partes del mundo, colocará el cable de fibra óptica en diferentes terrenos como una zona de la costa cubana, que desciende a una profundidad de cerca de 19.000 pies (5.800 metros), indicó el gerente.
El diario cubano Granma informó que el buque está equipado con un robot submarino que facilitará el monitoreo de las operaciones de instalación.
Cuando haya terminado, el cable tendrá una capacidad máxima de manejar alrededor de 80 millones de llamadas telefónicas simultáneas, aunque parte de ese ancho de banda estará al servicio de internet, acotó.
Tras la conexión los usuarios podrán “tener un acceso a llamadas internacionales” desde o hacia Cuba “sin espera en línea”, comentó Quintero. “Los usuarios van a tener una experiencia muchísimo mejor que lo que hoy en día tienen”, agregó.