El pasado viernes se dieron en Iruñea dos ruedas de prensa para hablar del “cambio político” en Navarra. En una de ellas, la izquierda abertzale ponía negro sobre blanco un programa para el cambio que, partiendo de las bases políticas aprobadas por NaBai, integraba también los contenidos que la izquierda abertzale considera imprescindibles para un cambio de verdad en Navarra: compromiso con la articulación de Euskal Herria, impulso al proceso democrático en la senda del Acuerdo de Gernika y unas políticas de izquierda para afrontar la crisis económica. La propuesta para el cambio de la izquierda abertzale ambicionaba sumar sus fuerzas a las de Nafarroa Bai en una alianza electoral conjunta. La calculadora dice que ese programa de cambio bien pudiera alcanzar un respaldo electoral por encima de los 95000 votos. Una propuesta de cambio con contenidos claros y apoyos suficientes para ir materializándose poco a poco.
En la otra rueda de prensa, Aralar, Uxue Barkos y PNV abogaron por el cambio político sin atreverse a esbozar siquiera una alternativa a la partición de Euskal Herria; sin decir qué hoja de ruta proponen para la solución democrática del conflicto y sin proponer ninguna medida concreta para defender a las trabajadoras y trabajadores de la brutal política de recortes a que les quiere condenar el capital con ayuda del poder político. Claro, difícilmente puede proponer nada para el “cambio” quien como el PNV ha acordado ya en Madrid con el PSOE el blindaje del actual marco político, la agenda política para lo que ellos llaman “política antiterrorista” y hasta todo el paquete de medidas neoliberales que cercenan los derechos de la clase trabajadora. Lo que causa estupor es que Aralar compartiera mesa y mantel con el PNV sin salirse un milímetro del guión impuesto por éste.
Y lo que suena ya a tomadura de pelo es que Zabaleta hable de que el cambio político se dará si NaBai gana las elecciones al mismo tiempo que impone como condición para la formalización de la coalición la exclusión expresa de la izquierda abertzale. ¿Cómo quiere Zabaleta ganar las elecciones si a la pérdida de Batzarre quiere sumar la exclusión de la izquierda abertzale y hasta la de EA en caso de que no se pliegue a sus exigencias? Quizá Zabaleta se quedó obnubilado con el milagro de la multiplicación de los panes y los peces cuando pasó por el seminario; pero debiera saber que en la vida real para acumular hay que sumar, ya que excluyendo y restando se disminuye el principal. A no ser que a Zabaleta algún ángel redentor le haya anunciado un milagro multiplicador que tiene un nombre muy feo: ilegalización. En todo caso, Zabaleta no debiera olvidar que los ángeles redentores también se equivocan, como se equivocaron cuando le anunciaron que la izquierda abertzale estaba abocada a la escisión tras Zutik Euskal Herria, o cuando le dijeron que ETA no llegaría a responder favorablemente a la interpelación realizada desde el Acuerdo de Gernika, o cuando le sugirieron que la izquierda abertzale sería incapaz de sumar fuerzas a su apuesta de construir el Estado Vasco desde la Izquierda…Siguiendo a su ángel redentor, Aralar ha ido de equivocación en equivocación durante los últimos meses, y se volverá a equivocar si piensa que es posible el cambio político priorizando la alianza con el PNV a la suma de fuerzas abertzales y de izquierda.
Iruñea, 31 de enero de 2011