El número de grupos extremistas de ultraderecha creció enormemente en Estados Unidos bajo la presidencia de Barack Obama cuando las milicias y otros grupos estallaron en locas teorías de conspiración, explotando el enojo populista en el país, según un informe emitido este viernes por el Southern Poverty Law Center (SPLC), una organización no gubernamental que monitorea el tema.
Los llamados grupos Patriotas antigubernamentales ‑milicias y otras organizaciones extremistas que ven al gobierno federal como su enemigo- surgieron a la vida en el último año después de más de una década en silencio.
El SPLC documentó un 244 por ciento de aumento en el número de grupos Patriot activos en 2009. Sus cifras crecieron de 149 grupos en 2008 a 512 grupos en 2009, un aumento de 363 nuevos grupos en un solo año.
Según el informe, titulado «La Furia de la Derecha», los grupos Patriotas han sido alimentados por la furia sobre los cambios demográficos del país, la creciente deuda pública, la problemática económica y una serie de iniciativas del presidente Obama, que han sido llamadas «socialistas» y hasta «fascistas» por sus oponentes políticos.
«Este extraordinario crecimiento es motivo de serias preocupaciones». dijo el editor del newsletter Intelligence Report, Mark Potok. La gente asociada con el movimiento Patriotas durante su pico en la década de los ’90 produjo gran violencia, especialmente el atentado en la ciudad de Oklahoma, que dejó 168 muertos.
El movimiento Patriotas caló hondo en la escena política conservadora, de acuerdo con el nuevo informe. «Los ‘tea parties’ y los grupos similares que surgieron en los últimos meses no pueden en honor a la verdad considerarse grupos extremistas, pero están atravesados por ideas radicales, teorías conspirativas y racismo», dice el informe.
A diferencia de la década de los ’90, las ideas centrales del movimiento Patriotas están siendo promovidas por gente que reúne grandes audiencias, como Glenn Beck, de FOX News, y Michelle Bachmann, representante republicana de Minnesota. Beck, por ejemplo, revigorizó una teoría clave conspirativa de los Patriotas ‑la acusación de que la Agencia Federal Emergency Management está dirigiendo en secreto campos de concentración- antes de «desacreditarlos» finalmente.
El crecimiento de los grupos Patriotas llega en un momento en que el número de grupos de odio racistas está un niveles record –aumentando de 926 en 2008 a 932 en 2009-. El crecimiento corona una década en que el número de grupos de odio aumentó en un 55 por ciento. La expansión habría sido mucho mayor en 2009 si no fuera por la desaparición del Partido Americano Nacional de Trabajadores Socialistas, una red neonazi cuyo fundador fue arrestado en 2008.
También hubo un aumento de grupos «extremistas nacionalistas», organizaciones paramilitares que van más allá de abogar por políticas estrictas de inmigración y en realidad confrontan o acosan a inmigrantes sospechosos. Estos grupos crecieron de 173 en 2008 a 309 en 2009, un aumento de casi el 80 por ciento.
Estas tres corrientes de la derecha radical ‑los grupos de odio, los grupos extremistas nacionalistas y las organizaciones Patriotas- son los elementos más volátiles del paisaje de la política estadounidense. Tomados en conjunto, sus números aumentaron en más de un 40 por ciento, creciendo de 1248 grupos en 2008 a 1753 este año.
Ya hay señales de reminiscencias de la violencia de la derecha radical de los ’90. Los extremistas de derecha han asesinado a seis oficiales de las fuerzas de seguridad desde que asumió Obama. Skinheads, racistas y otros han sido arrestados en supuestos planes para asesinar al presidente.
Más recientemente, individuos con opiniones antigubernamentales y racistas han sido arrestados en una serie de casos con bombas.
Los grupos de odio en la lista de este informe incluyen a los neo-nazis, nacionalistas blancos, neoconfederados, skinheads racistas, miembros del Ku Klux Klan y separatistas negros. Otros grupos de odio apuntan a los gays o inmigrantes y algunos se especializan en producir música racista o propaganda que niega el Holocausto.