Los europarlamentarios Bairbre de Brún. François Alfonsi, Catherine Grèze, Oriol Junqueras y Tatjana Ždanoka han ofrecido una comparecencia en Estrasburgo en la que han hecho hincapié en «la importancia» del alto el fuego declarado por ETA, que a su juicio ha respondido tanto a la Declaración de Bruselas como al Acuerdo de Gernika.
Una «respuesta positiva» que, según han remarcado, posibilita que el Grupo Internacional de Contacto comience a trabajar.
Los integrantes del Friendship han insistido en que la última declaración de ETA tiene que ser entendida como «un paso crucial para la paz» en Euskal Herria. «No debemos olvidar que paz en el País Vasco supone paz en el corazón de Europa», han destacado.
Sin embargo, los eurodiputados se han mostrado «decepcionados» con la respuesta del Gobierno español y han criticado que ha «reforzado la represión» con las últimas detenciones.
«El contexto político es totalmente distinto al del pasado. ETA está decapitada, con la mayor parte de sus miembros en prisión y una verdadera presión por parte de Batasuna», ha señalado la eurodiputada ecologista Catherine Grèze, para añadir que «hay un cambio estratégico de lo político-militar a lo político», lo que en su opinión debería llevar al Gobierno de Zapatero a dar otro tipo de respuesta.
En la misma línea, el europarlamentario corso François Alfonsi ha dicho entender el «escepticismo» del Ejecutivo español, pero le ha pedido que no bloquee la resolución del conflicto y que aproveche la oportunidad de paz que se presenta.
Para Oriol Junqueras (ERC), la actitud de Madrid «no es la adecuada» y está «fuera de los estándares habituales en este tipo de procesos en Europa».
Que la UE se implique
El Friendship considera que tras la declaración de ETA se abre «un camino esperanzador» para la sociedad vasca y entiende que en esta situación es necesario que la izquierda abertzale sea legalizada, que las políticas «penitenciaria y de seguridad» se adapten a la nueva situación y se utilicen «como herramientas para la reslución del conflicto en vez de para perpetuarlo».
Además, creen que la Unión Europea debe involucrarse en la resolución del conflicto en Euskal Herria y recuerdan que el caso irlandés «es un ejemplo de cómo Europa puede ayudar a superar situaciones difíciles».
Finalmente, se reafirman en su compromiso para trabajar por un proceso de paz en Euskal Herria y animan a sus «colegas» y a la sociedad vasca a hacer lo mismo.