Iba a dedicar este primer txokotik del año a la ley antitabaco y, sobre todo, al berrinche que se han cogido algunos fumadores y hosteleros, pero no está el patio político para andar con cortinas de humo, así que me limito a recomendar la lectura de la excelente entrevista que Amagoia Mujika le hizo al médico Joseba Zabala en el Gaur8 del sábado pasado, ya que responde perfectamente a las sinsorgadas que hemos leído y escuchado en las últimas semanas de quienes parecen hacer oposiciones a consejero delegado de Philip Morris.
Pero quienes realmente están que fuman en pipa son aquellos que se ven en la necesidad de reinventarse en el nuevo escenario político. Porque más allá de las poco imaginativas reacciones tras el comunicado de ETA, a nadie se le escapa que la política vasca va a cambiar mucho en poco tiempo y que algunos van a tener que buscarse las lentejas como puedan. Y, en este sentido, me resulta particularmente interesante analizar los movimientos que está realizando Aralar. Este partido, alimentado, seguro que contra su voluntad, por la Ley de Partidos y los medios afines al PNV, hace tiempo que sabe que tiene ya poco que rascar del bloque que cada vez más definidamente se está conformando en el ámbito soberanista y de izquierda.
No creo que actitudes como el portazo a la izquierda abertzale en Nafarroa o la primera infumable valoración del comunicado de ETA sean casuales. Lo que ocurre en NaBai y los movimientos que se están dando, por ejemplo, en Gipuzkoa, pueden ser indicadores de una entente PNV-Aralar, que algunos creen preludio de una OPA amistosa de los jeltzales a medio plazo. Sin embargo ‑Ezenarro es mucho más ambiciosa que Galdos y tiene muy buena prensa‑, creo que Aralar ha detectado que gran parte de la base del PNV está mosqueada por el seguimiento de Urkullu y compañía a las tesis de Rubalcaba, y que podría pillar cacho en ese sector. Puede que quienes ahora van de la mano acaben compitiendo por un mismo espacio electoral, y que alguno acabe arrepintiéndose de haber alimentado a quien creía que iba a ser una cuña en la izquierda abertzale.