Los aviones no tripulados son el nuevo negocio del complejo militar industrial para invasiones y guerras
Resumen Latinoamericano/Prensa Latina - Una serie de nuevos asesinos invaden campos de batalla globales y para 2020 se prevé que ellos detecten, combatan e incineren a sus enemigos sin que medie la decisión humana.
Los aviones no tripulados acechan. Los denominados drones (aeronaves sin pilotos) espían con una altísima tecnología invisible a la detección de radares y están listos para actuar en cualquier lugar del planeta, dirigidos a distancia como en los videojuegos.
Miles de víctimas civiles son los llamados daños colaterales de los volantes teledirigidos que se crearon bajo la dirección de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para vigilar el terreno enemigo y ahora son los preferidos en la nueva estrategia de hacer la guerra.
Han sido utilizados por el ejército estadounidense en las guerras de Yugoslavia, Iraq y Afganistán. También sobre el espacio aéreo de Yemen, Somalia y Paquistán sobrevuelan los más famosos modelos de drones, los bien llamados Depredadores (Predator, en inglés).
Este último cuesta 4,5 millones de dólares por unidad, mientras vale 15 millones el modelo más avanzado, el Reaper. Ambos son producidos por General Atomics Aeronautical Systems de San Diego, California, Estados Unidos.
El Reaper puede volar a casi seis mil 400 metros de altura durante 22 horas, posee tres cámaras para trasmitir secuencias en vivo a los soldados en el terreno y grabar 16 mil horas de vídeo por mes.
Tales son sus virtudes, que el secretario de defensa Robert Gates solicitó aumentar la producción de esos medios además de perfeccionar el entrenamiento de sus “pilotos”.
El director de la CIA, Leon Panetta, consideró que los ataques desde aviones no tripulados eran “muy efectivos” y que en ellos morían muy pocos civiles.
Sin embargo, la institución New America Foundation, con sede en Washington, estima esa cifra entre mil 290 y mil 985, de los cuales sólo 32 eran “objetivos de alto valor”.
Durante los primeros 14 meses de la administración del presidente estadounidense, Barack Obama, se autorizaron 64 ataques con Predator, mientras que su antecesor George W. Bush, durante casi ocho años aprobó el lanzamiento de 45.
Para el analista Tom Engelhardt lo que en la administración Bush eran las “técnicas de interrogatorio reforzadas” (es decir, tortura), en la de Obama son los “asesinatos selectivos”.
Estos se han convertido en parte fundamental de la política bélica y exterior de Obama, añade Engelhardt en un artículo publicado en Rebelión titulado “Las guerras estadounidenses se combaten desde lo alto”.
Acerca de los asesinatos denominados daños colaterales, el experto señala que ellos no son la excepción, sin embargo los norteamericanos piensan que las muertes de civiles son consecuencia de accidentes o errores. Según un instructor de pilotos de aviones no tripulados “echar a volar un Predator es como un juego de ajedrez… debido a que tienes una perspectiva divina, necesitas prever unos cuantos movimientos”.
Pero una cosa es el juego y otra la realidad, donde la técnica no puede diferenciar a niños, de talibanes, a mujeres y personas inocentes con personajes perseguidos en su calificada lucha global contra el terrorismo.
Apenas se pronuncian sus nombres y da sensación de destrucción y de estar en un butacón frente a una pantalla gigante que exhibe el esmerado avance tecnológico de películas norteamericanas, desde las Guerras de la Galaxia hasta la taquillera Avatar.
Depredadores con misiles Hellfire (fuego del infierno), son un negocio redondo para el Complejo Militar Industrial estadounidense. Solo el Reaper lleva hasta cuatro misiles Hellfire y dos bombas de 250 Kg, poderío comparado con un caza bombardero.
El Relator Especial de ONU para las Ejecuciones Extrajudiciales, Philip Alston, señaló que de los 44 ataques de Predator en áreas tribales de Paquistán durante los últimos 12 meses, sólo cinco lograron alcanzar sus verdaderos objetivos.
Esos aviones “inteligentes” dieron en el blanco matando a cinco dirigentes claves de Al Qaeda y de los talibanes, pero al costo de más de 700 civiles inocentes, aseveró Alston.
El abogado Mirza Shahzad Akbar, afirmó que esos ataques sólo pueden ser catalogados de homicidio o asesinato extrajudicial, “no hay guerra entre Estados Unidos y Pakistán”, puntualizó.
La Comisión de Derechos Humanos de Islamabad, considera poco probable que “la CIA sea llevada a la justicia” y que la ofensiva estadounidense llegue a su fin, aunque opina que los afectados por los aviones no tripulados serán compensados.
¿Bastará la compensación para aliviar el sufrimiento de las víctimas y sus familiares en esta nueva cruzada al estilo de la Inquisición medieval?
Resulta comprometedor para el gobierno paquistaní el cable filtrado por Wikileaks, que señala que el primer ministro, Syed Yousaf Raza Gillani, anunció en 2008 a la ex embajadora Anne W Patterson: “Protestaremos en la Asamblea Nacional y luego los ignoraremos”.
La ofensiva en la ciudad afgana de Kandahar, arrasó con tres distritos (Arghandab, Zhari y Panjwaii), donde las tropas estadounidenses emplearon armamentos de última generación para demoler viviendas.
El diario The New York Times publicó el 16 de noviembre que topadoras blindadas, potentes explosivos, misiles y ataques aéreos se utilizaron en esos poblados para destruir casi todas las viviendas o granjas.
Un hecho que contradice las declaradas pretensiones de ganarse a la población local del general David Petraeus, quien comanda tanto a las tropas de Washington como a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en el territorio invadido desde 2001.
La Unión Europea (UE) debate en la actualidad si utiliza capital público destinado a investigaciones científicas para construir aviones no tripulados, iniciativa que exigen los magnates de la industria armamentista en el viejo continente.
Burkhard Theile, representante de la industria bélica alemana que participa en las conversaciones, dijo que espera que los subsidios de la UE a las investigaciones se empleen para desarrollar nuevos aviones teledirigidos.
Israel usó esas armas para matar y herir a civiles durante la invasión militar contra Gaza, del 27 de diciembre de 2008 al 18 de enero de 2009.
Tel Aviv comenzó a utilizar los aviones no tripulados en los años ochenta y se considera pionera en el desarrollo de esta tecnología.
Sus industrias aeronáuticas fabrican numerosos modelos de drones: Hermes 450, Pioneer, RQ‑5 Hunter, Heron, Harpy, Ranger, Scout, Searcher, Skylite.
Hasta el hemisferio occidental llegan los zumbidos de los drones. El espacio aéreo de la frontera Estados Unidos-México está vigilada por estos artefactos entrenados para detectar a los emigrantes latinoamericanos.
Mientras usted lee estas líneas, en algún lugar de este planeta en proceso de autodestrucción, alguien escucha un zumbido raro. ¿Será acaso el preludio de la muerte?