Memo­ria his­to­ri­ca , 20 enero, 35 ani­ver­sa­rio ase­si­na­to Vic­tor Perez Elexpe

Se cum­ple un nue­vo ani­ver­sa­rio de un hecho repre­si­vo que tuvo gran impac­to en su momento.

Invi­ta­mos a visi­tar el blog que reco­ge la memo­ria de Vic­tor Perez Elex­pe (1), joven por­tu­ga­lu­jo mili­tan­te del Par­ti­do del Tra­ba­jo ase­si­na­do por un guar­dia civil la maña­na del 20 de Enero de 1975 por repar­tir hojas en soli­da­ri­dad con los tra­ba­ja­do­res en huel­ga de Pota­sas de Navarra.

En pro­tes­ta por esta muer­te miles de per­so­nas salie­ron dias mas tar­de a la calle en Por­tu­ga­le­te sien­do dura­men­te reprimidos .

En este intere­san­te blog sus fami­lia­res reco­gen diver­sos tex­tos y cir­cuns­tan­cias rela­ti­vas a las difi­cul­ta­des por las que pasa­ron has­ta que por fin fue decla­ra­do vic­ti­ma del fran­quis­mo .(2)
Al haber trans­cu­rri­do mas de 30 años el hecho esta pres­cri­to ‚(3) ‚habien­do sido un ver­da­de­ro via cru­cis para la fami­lia el pro­ce­so de inves­ti­ga­cion para lavar el buen nom­bre de Vic­tor (la ver­sion «ofi­cial » de su muer­te le acu­sa­ba fal­sa­men­te de por­tar un arma).

Es sobre­co­ge­dor el articu­lo titu­la­do «No es el momen­to» (4), publi­ca­do en DEIA en el que los her­ma­nos de Vic­tor se ponen en la per­so­na del asesinado.

Enla­ces a pagi­nas sobre Vic­tor Perez y su muerte:

-http://​vmpe​lex​pe​.blogs​pot​.com/
-http://​vic​torm​pe​lex​pe​.blogs​pot​.com/
-http://​www​.pte​-jgre​.com/​h​o​m​e​n​a​j​e​s​/​c​a​n​c​i​o​n​a​V​i​c​t​o​r​M​a​n​u​e​l​P​e​r​e​z​E​l​e​x​p​e​.​htm
-http://www.pte-jgre.com/homenajes/perez%20elexpe.jpg

Vic­tor Manuel Perez Elex­pe , para mi siem­pre era Elex­pe, un ami­go serio y for­mal, diver­ti­do y agra­da­ble, tra­ba­ja­dor y lucha­dor, una per­so­na real y caris­má­ti­ca, con una voz espe­cial, pero que a la hora de can­tar tam­bién le ayu­da­ba a hacer­lo estu­pen­da­men­te, con el par­ti­ci­pe en mani­fas, aun­que éra­mos de par­ti­dos dis­tin­tos, siem­pre esta­ba­mos uni­dos para defen­der los dere­chos del pue­blo tra­ba­ja­dor, yo le ayu­da­ba y el me ayu­da­ba a mi a defen­der los dere­chos del pue­blo bas­ko, fui­mos jun­tos a la mili, com­par­ti­mos lo bueno y lo malo, nos meti­mos en algu­na bron­ca para rei­vin­di­car los dere­chos de las per­so­nas que nos veia­mos obli­ga­das a mili­tar en el ejer­ci­to espa­ñol, yo toca­ba el bajo y Elex­pe me ense­ño a tocar la gui­ta­rra y a can­tar, el tenia en la mili un requin­to y nos pasá­ba­mos horas hacien­do musi­ca y can­tan­do, tan­to can­cio­nes rei­vin­di­ca­ti­vas y de izquier­das como bole­ros. Tra­ba­já­ba­mos en el metro de Madrid, por obli­ga­ción de la mili, está­ba­mos en ferro­ca­rri­les, pues un ami­go, ya falle­ci­do, de Ses­tao nos apun­to a todos los cono­ci­dos a la mili en Ren­fe. Con­du­cía­mos el metro de Madrid y Elex­pe, era un gra­cio­so, para fre­nar can­ta­ba el himno del Atlhe­tic y con la mano mar­ca­ba con el rit­mo el freno, algún dia deja­mos el metro den­tro del túnel, pues el himno de nues­tro club de fut­bol lo había­mos can­ta­do muy lar­go. A pesar de que la mili era algo des­agra­da­ble lo pasa­mos bien, nos esca­pá­ba­mos los fines de sema­na y con­se­gui­mos que nos hicie­sen caso en muchos temas. Al vol­ver segui­mos con la amis­tad y dos sema­nas antes vino a mi casa, don­de yo vivía con mi mujer, que tam­bién le apre­cia­ba muchí­si­mo, nos con­to su idea y deseo de casar­se, como había­mos hecho noso­tros y que­da­mos con el para la sema­na siguien­te. No pudo ser el sal­va­je de la guar­dia civil, que me con­ta­ron que le cono­cía, que el ya me había habla­do de el y del odio que le tenia el guar­dia civil, le per­si­guió, tras la ame­na­za y Elex­pe tenia un pro­ble­ma de res­pi­ra­ción y no pudo correr todo lo nece­sa­rio y el sal­va­je guar­dia Civil le dis­pa­ro y le mato, y ese ase­sino, no fue con­de­na­do, sim­ple­men­te le tras­la­da­ron a espà­ña y nada mas. Elex­pe yo te sigo que­rien­do como ami­go, te recuer­do per­fec­ta­men­te, aun pue­do escu­char tu voz y con­ti­nuo tocan­do las can­cio­nes que me ense­ñar­te. Espe­ro que se reco­noz­ca lo que te hicie­ron y que exis­ta la justicia.

Trein­ta y cin­co años han trans­cu­rri­do des­de que Víc­tor Manuel Pérez Elex­pe murió tiro­tea­do en Por­tu­ga­le­te por un guar­dia civil mien­tras repar­tía pro­pa­gan­da comu­nis­ta, has­ta que el Gobierno espa­ñol le ha reco­no­ci­do for­mal­men­te como víc­ti­ma de la dic­ta­du­ra fran­quis­ta. En ese tiem­po su fami­lia ha bata­lla­do incan­sa­ble­men­te para lograr esta repa­ra­ción moral median­te la cual «la demo­cra­cia espa­ño­la hon­ra a quie­nes injus­ta­men­te pade­cie­ron per­se­cu­ción o vio­len­cia duran­te la Gue­rra Civil y la Dic­ta­du­ra» según el escri­to ofi­cial fir­ma­do por el minis­tro de Jus­ti­cia, Fran­cis­co Caamaño.
El joven por­tu­ga­lu­jo afi­lia­do al Par­ti­do de los Tra­ba­ja­do­res de Espa­ña (PTE) salió de su casa a pri­me­ra hora de la maña­na del 20 de enero de 1975, con la inten­ción de lan­zar octa­vi­llas a favor de una huel­ga gene­ral que tenía lugar en Nava­rra. En su reco­rri­do fue inter­cep­ta­do cer­ca de la igle­sia de San­ta María por el cabo de la Bene­mé­ri­ta Nar­ci­so San Juan, que le dio el alto. Pérez Elex­pe hizo caso omi­so de la orden y comen­zó a correr per­se­gui­do por el agen­te, que reali­zó diver­sos dis­pa­ros, dos de los cua­les alcan­za­ron al joven por la espal­da y le hirie­ron mor­tal­men­te en la calle Gene­ral Castaños.
Este tes­ti­mo­nio apor­ta­do por algu­nos tes­ti­gos del suce­so sir­vió para des­mon­tar la ver­sión del guar­dia civil, quien decla­ró que «pri­me­ro dis­pa­ró nues­tro her­mano y en res­pues­ta a estos supues­tos dis­pa­ros, él los repe­lió con otros dos al aire: Uno de ellos le atra­ve­só el cora­zón y el otro el pul­món» recuer­da con amar­gu­ra el her­mano del ase­si­na­do, Fer­mín Pérez.
Pre­ci­sa­men­te, la decla­ra­ción de aque­llas per­so­nas reco­gi­das en su momen­to por el abo­ga­do y pró­xi­mo pre­si­den­te del Tri­bu­nal Supe­rior de Jus­ti­cia del País Vas­co Juan Luis Iba­rra se han con­ver­ti­do en el tes­ti­mo­nio cla­ve para con­se­guir este reco­no­ci­mien­to ofi­cial. «La fami­lia esta­re­mos eter­na­men­te agra­de­ci­da a estas per­so­nas que se juga­ron la vida en aquel momen­to faci­li­tan­do su iden­ti­dad y con­tan­do la ver­dad de lo que real­men­te suce­dió» expre­sa emo­cio­na­da otra de las her­ma­nas de la víc­ti­ma, Mari Efi Pérez.
Al poco tiem­po del luc­tuo­so suce­so, un gru­po de abo­ga­dos con Juan Luis Iba­rra a la cabe­za pre­sen­tó a ins­tan­cias del padre de Víc­tor una deman­da que fue sobre­sei­da por los tri­bu­na­les de la épo­ca. En 2007 la fami­lia envió un escri­to con la docu­men­ta­ción corres­pon­dien­te a la Secre­ta­ría de la Comi­sión Inter­mi­nis­te­rial para el estu­dio de la situa­ción de las Víc­ti­mas de la Gue­rra Civil y el Fran­quis­mo, «don­de expo­nía­mos las cir­cuns­tan­cias con­cu­rren­tes en la muer­te de nues­tro her­mano, soli­ci­tan­do el reco­no­ci­mien­to por par­te del Esta­do», indi­ca Fermín.

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