Según las autoridades italianas, unos cuatro mil tunececinos han desembarcado en los últimos días en Lampedusa (Sicilia). Una oleada de personas de todas las edades, jóvenes, adultos mujeres y niños parecen estar huyendo del país.
Los que ya han llegado alertan que hay muchos barcos en ruta hacia Italia y que la nueva, y confusa administración nombrada en Túnez tras la huída del dictador pro-occidental Ben Alí está intentando controlar los puertos del sur del país.
Esto provoca ciertos interrogantes ¿Cómo explicar el hecho de hacer una revolución para después salir del país? Pueden ser seguidores de Ben Alí, pero la presencia de muchos jóvenes, no da buenas pistas en ese sentido. Quizás en Túnez se esté incubando un sentimiento antioccidental aprovechando que EEUU está dedicando todos sus esfuerzos a controlar Egipto, pues su debilidad no le permite estar en varios frentes a la vez. Eso sería una buena noticia para los que aspiran a romper, definitivamente, las cadenas impuestas por Occidente.
¿Y en esa Argelia que provee una tercera parte del gas que consume Europa? Allí la situacion es muy compleja y contradictoria para los imperialistas. Si cae Bouteflika, el ilegal Frente Islámico de Salvación puede tomar el poder, como estuvo a punto de hacer por medios democráticos en 1991, algo que sólo evitó un golpe estado militar ¿Jalearán los medios occidentales las manifestaciones de Argelia con el mismo entusiasmo que han hecho en Egipto? Lo dudo.