Boltxe Kolektiboa
Editorial
Se han celebrado las elecciones en la República de Irlanda y han saltado algunas sorpresas. Por un lado el centro – izquierda ha sido receptor de la fuga en masa del electorado desde las posiciones de la derecha ultra liberal a la que premió inconscientemente en los tiempos de la especulación, el préstamo y las burbujas económicas, también los verdes han sido castigados por su deriva oportunista. Frente a frente, los ganadores. El centro – izquierda pero también (y este dato refuerza a la izquierda abertzale sobremanera en Euskal Herria), el Sin Feinn duplicando votos y escaños. Ahí es nada, duplicar resultados en la República viniendo de una situación de crisis en las anteriores elecciones.
Sin Feinn capitaliza la apuesta de paz iniciada años atrás de manera clamorosa, antes ya lo hizo también en el norte de la república todavía amputado por el poder inglés y el unionismo. La lucha sigue, el trabajo de hormiga, puerta a puerta también. El sistema electoral de circunscripción obliga a los aspirantes al acta electoral a tocar cada puerta de sus convecinos, he aquí un método de trabajo para la izquierda abertzale, para la mayoría democrática vasca.
Hay que pisar la calle, pelear por los derechos sociales y las pequeñas – grandes cosas de nuestros entornos. La política entendida como el arte oratorio floral o como la deriva siniestra de la adicción al sillón no puede tener un lugar en el campo popular.
Y la apuesta decidida por la paz unida a la demanda de democracia para Euskal Herria vuelve a centrar a la izquierda abertzale y sus aliados políticos en la política vasca. A semanas vista de los terremotos políticos que se han producido tras la puesta en escena de los viejos zorros José Mari Esparza, magistral como siempre marca la táctica y el método de manera tan pedagógica como amena, «si vienen 1.000, quietos en Lerin», defendiendo la posición, si son 1500 «en Lerin quietos», las defensas son sólidas y nuestra capacidad de combate suficiente, pero si son más de 2.000 «¡ahí se queda Lerin».
Romper el asedio es el abc de la resistencia, analicemos la opinión del pueblo de Irlanda al Norte y al Sur de la República y veremos que paz democrática unido a la defensa de un programa social que de respuesta a las dramáticas situaciones populares es lo que nuestro pueblo y sus clases explotadas y relegadas precisan señalando una y otra vez con el dedo la escandalosa y tradicional vendetta española y francesa contra las presas y presos políticos vascos, una situación que ha de acabar.
En las urnas les esperamos a corazón abierto, sin miedo y seguros, al estado corresponde despejar la ecuación, o permite que nos contemos los demócratas y ocupemos las cuotas de poder que se hayan alcanzado o persiste de nuevo la irreal representación impuesta a la colonia vasca desde la moribunda metrópoli madrileña y con ella la continuidad franquista que va camino ya de iniciar su noveno año. Este atraco jurídico – político tiene fecha de caducidad, que a nadie le quepa duda alguna.
Como en Orreeaga vamos a hacer Historia, pero eso lo saben mejor que nadie el PSOE, PP y el PNV.