Bajo un desesperante silencio mediático y en medio de la oscuridad de la noche, exactamente a la 1 a.m., Israel ha lanzado 7 ataques contra la Franja de Gaza. Dos bombas de cazas F16 (fabricación estadounidense) han caído en la fábrica de suministros médicos Al-Qerem en Jabalya, norte de Gaza. El edificio está totalmente destruído, al igual que todos los suministros médicos y las matearías primas. Gaza se encuentra ya en estado de crisis por falta de suministros médicos, este bombardeo significará que las más básicas necesidades médicas seguirán siendo de imposible cumplimiento en la Franja. El edificio era el tercero en importancia en almacenamiento de estos suministros.
Los demás ataques fueron a los edificios de Kan Younis, Zaytoon y el área de la ciudad de Rafah.
En estos momentos en que el mundo observa con suma atención los acontecimientos en Egipto, las fuerzas sionistas parecen aprovechar la situación para arremeter contra la población gazatí una vez más. En este caso, atacando objetivos claves de necesidad de la población, como son los medicamentos.
Al mismo tiempo la rebelión popular en Egipto mantiene cerrado el paso de Rafah desde el 30 de enero, puerta de oxígeno de Gaza por la que entran a través de sus túneles todo tipo de materias primas y gasóleo.
Las personas que solían contrabandear combustible no están o se unieron a la rebelión popular. El contrabando disminuyó a su punto más bajo cuando se intensificaron los enfrentamientos entre la población del norte de la península del Sinaí y las fuerzas de seguridad.
“Gaza necesita 800.000 litros de gasóleo, de los cuales 200.000 son para la principal planta de energía, y 300.000 litros de gasolina al día”, señaló Mahmoud al-Shawa, presidente de la junta de directores de la Autoridad de Recursos Naturales y Energía de Palestina. Ahora sólo llega la mitad. La mayor parte del combustible entra por los túneles entre Egipto y la Franja, pues el que llega de Israel no sólo es poco, sino que es demasiado caro para la mayoría de los gazatíes.
“Un litro de gasóleo de Egipto cuesta 45 centavos de dólar, mucho menos que 1,66 dólares que cuesta el de Israel”, señaló Al-Shawa.
“Pido al primer ministro Salam Fayyad, designado por la ANP, y a Abbas que eliminen los impuestos para que la población pueda comprar gasolina. Hace cuatro años que Gaza soporta el bloqueo israelí y la gente no tiene trabajo”, agregó.
“Tenemos un grave problema. Pido al mundo y a Estados Unidos que se acuerden de Gaza. Habrá un desastre si no hacemos nada”, alertó.
Antes del 30 de enero el cruce de Rafah estaba abierto cinco días a la semana para los extranjeros y los palestinos que circulaban para recibir atención médica, visitar familiares y estudiar. Se iban unos 400 gazatíes y regresaban unos 200 al día. Ahora la terminal está vacía, se fueron todos los funcionarios y empleados.
Según declaraciones de Ken O’Keefe desde la zona al menos un niño ha muerto en los ataques de anoche del ejército israelí a Gaza.
(Tomado de Rompiendo Muros)