Italia atraviesa un proceso de degradación moral y exacerbación del machismo liderado por el primer ministro Silvio Berlusconi, pero sostenido por una misoginia estructural. Las mujeres aceleran la rebelión. Hubo una marcha masiva en Milán el 29 de enero y está convocada otra nacional para el 13 de febrero, “por la legalidad y la dignidad de las mujeres”.
Miles de activistas –fundamentalmente mujeres- están moviendo hilos, haciendo llamadas y preparando pancartas para el próximo 13 de febrero cuando, con epicentro en Roma, una manifestación nacional le dirá “Basta” a Silvio Berlusconi y a la degradación política y moral en la que sumió a Italia.
Las resistencias comenzaron hace aproximadamente dos años, pero en los últimos meses se intensificaron notablemente. Son lideradas fundamentalmente por organizaciones de la sociedad civil y grupos feministas, aunque en las últimas semanas comenzaron a sumarse partidos políticos y se volvió más activo el compromiso de los medios de comunicación.
El 18 de enero, un grupo de mujeres del Partido Democrático (PD) publicaron la carta “Señor Presidente, libre a Italia de esta vergüenza” en la que se refieren a la falta de respeto del primer ministro por las mujeres italianas: “Lo que estamos presenciando excede todos los límites, es una decadencia de las costumbres y la moral pública, a la cual lamentablemente nos han habituado, y que hoy se precipita al extremo de la prostitución infantil”. A la vez, el Secretario General del PD, Pierluigi Bersani, acaba de anunciar que el partido se hará presente en la manifestación del 13 de febrero en Roma.