Boltxe Kolektiboa
Editoriala
Los últimos días no dejan indiferente a nadie. Vamos hacia otro terreno de juego distinto al que el estado español y francés tienen tomada la medida. Y en el centro está la demanda del derecho a decidir. ¿Y ahora que pueden pretextar los partidos del régimen?. Comienza un largo camino hacia la libertad de Euskal Herria y Madrid lo sabe perfectamente. El régimen retó a la izquierda abertzale en la creencia de que su suma constante de obstáculos para la recuperación patriótica vasca de la centralidad política, no fuese posible.
La Historia contará como ha sucedido, que debates se han dado y que garantías puede tener el proceso pero es seguro que sus actores han obrado con la convicción de incapacitar la acción mediática del gran nacionalismo español tanto en Hego Euskal Herria como en general ante todo el mundo.
Ya no quedan más velos que quitarse, la Izquierda Abertzale ha presentado una puesta en escena que presenta al nacionalismo español como el heredero legítimo del golpísmo fascista y los apoyos a la causa democrática vasca son cada vez más numerosos.
Sin armas, sí, tal y como se ha comprometido Sortu pero también sin torturas, sin montajes policiales, sin amenazas del régimen queremos que sea el futuro de Euskal Herrria. El estado tiene el problema de su falta de legitimidad en nuestro país, quienes han padecido la intolerancia y la violencia mediática y represiva del estado español no le conceden en absoluto el label de democrático, pero sepamos que la paz se firma con el enemigo en términos justos para nuestra nación.
Presos y presas, fin de legislación especial, fin del acoso a la juventud vasca y a las familias de los prisioneros políticos son exigencias básicas para un diálogo entre las partes, acompañado de la legalización de Sortu y esto lo sabemos todas y todos, se acaba el tiempo de la mentira del poder.