Literatura que vincula a los ejércitos a actos de violación de mujeres. Grupos meritorios del feminismo y del antimilitarismo, entre otros Mujeres de Negro, han caracterizado muy bien esta cara del militarismo. Textos como “Las mujeres y las guerras“, el “Atlas del Estado de la mujer en el Mundo“, “Vidas rotas, crímenes contra mujeres en situaciones de conflicto” , “mujeres a favor de la paz” y tantos otros dan cuenta de esta relación.
Una vez más, contamos con denuncias en este sentido: funcionarios de la ONU denuncian al ejército de la república democrática de El Congo de violar el día de año nuevo al menos a 50 mujeres del poblado de Fici (se espera que el número de denuncias siga creciendo y que no se sepa el total por el miedo a las represalias).
Normalmente los ejércitos reaccionan a estas denuncias diciendo que son algo esporádico, residual y responsabilidad de descontrolados, no una cuestión que tiene que ver con el ejército. Así ha pasado en esta ocasión, en que el ejército se lava las manos y pretende que ha sido cosa de unos soldados por su cuenta, como si la propia estructura y la propia cultura militar no tuvieran nada que ver en los actos que comenten quienes a ellos se acogen.
Una vez más las mujeres son perdedoras por partida doble en la guerra y una vez más no se hará nada para evitarlo.