Más de cinco mil ganaderos del norte de Castilla se manifestaron en Valladolid para exigir un »precio justo”, para sus productos.
La manifestación convocada por todas las organizaciones agrarias, cosa que no ocurría desde hace mucho tiempo, tuvo una presencia muy importante de mujeres y de gente joven.
La situación de la agricultura y de la ganadería castellana es auténticamente dramática, lo que como es evidente tiene una repercusión directa e inmediata en la situación del mundo rural castellano, inmerso en un grave proceso de involución.
Uno de los condicionantes mas importantes de la actual situación, es el cómo se negoció la entrada del Estado Español en la Unión Europea.
En aquella negociación el gobierno de Felipe Gonzalez aceptó la imposición del eje franco-alemán, que consistía por un lado en el desmantelamiento inmediato de una buena parte de la estructura industrial productiva, para favorecer a Alemania; y por el otro lado en el desmantelamiento progresivo de la agricultura y de la ganadería para favorecer a Francia.
A cambio al Estado Español, pero muy particularmente a Castilla, se le condenaba a ser un territorio de servicios en su sentido más amplio.
Los datos cantan, según un informe publicado en El País y firmado por Vidal Mate, en los últimos diez años en el conjunto del Estado se paso de 100.000 explotaciones de producción de leche de vaca a 24.000, que por cierto no cubren tan siquiera la cuota adjudicada a este Estado de 6,3 millones de toneladas.
En cuanto al ovino, la explotaciones han pasado de 240.000 a 118.000 y el censo de cabezas de 25 millones a menos de 18 millones, en cuanto a la producción se ha pasado de 240.000 a 121.000 toneladas.
En el porcino las explotaciones pasaron de mas de 200.000 a unas 90.000.
En el vacuno de carne se ha pasado en ese mismo periodo de unas 100.000 explotaciones a unas 50.000.
Si nos centramos en la Comunidad de Castilla y León, comprobamos que entre 1999 y 2009 ha habido un recorte de 21.930 personas que cotizaban a la seguridad social como agricultores y ganaderos, pasando de 66.315 a 44.385.
Sin embargo curiosamente los beneficiarios de la P.A.C., no profesionales, en ese mismo período pasaba de 48.109 a 63.977, lo que es indicativo de que se ha producido un importarte abandono de la tierra y por tanto del medio rural de agricultores y ganaderos; y que éste ha sido aprovechado por gente con capital suficiente para ello, habitualmente con residencia en las ciudades, para hacer una inversión especulativa.
Junto a esta situación de partida estructural, que supuso las condiciones de entrada en la Unión Europea, confluyen otra serie de elementos que influyen en la situación actual: La actitud de total pasividad de las instituciones, la actitud de las entidades de crédito, las posiciones absolutamente abusivas de las cadenas de distribución.…
Solo hay una camino para el cambio de tendencia: La lucha unitaria del medio rural. Hay que poner los problemas del campo entre aquellas cuestiones que necesitan ser abordadas con urgencia y seriedad. Sólo con la organización y la lucha unitaria, coherente e inteligente se conseguirá.
IzCa.
Castilla a 21 de febrero de 2011