Activistas sociales de Honduras exigieron hoy en Tegucigalpa el cese del apoyo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al gobierno golpista de esa nación centroamericana.
Bertha Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH), informó que unos 200 activistas hondureños se trasladaron de “a poco” a San Salvador para repudiar la injerencia de Estados Unidos en su país.
Cáceres precisó a Prensa Latina que también expresarán su repudio a los bombardeos indiscriminados de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña contra Libia, que ya han provocado un número indeterminado de víctimas civiles.
Añadió que durante la estancia de Obama en San Salvador ratificarán la solidaridad de la resistencia antigolpista de Honduras con el pueblo cubano y la demanda de fin del bloqueo contra esa nación.
Exigirán también la inmediata libertad de cinco luchadores antiterroristas cubanos (Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino y René González), injustamente presos en Estados Unidos.
Los miembros de COPINH realizaron anoche una vigilia frente a la catedral de San Salvador para denunciar la creciente represión del gobierno de Porfirio Lobo contra el movimiento democrático hondureño.
Fuerzas antimotines de la policía les dieron plazo sólo hasta las 23:00 horas para permanecer en el lugar, que será visitado mañana por Obama y sus acompañantes.
Cáceres denunció que la represión contra los sectores defensores de la restitución del orden democrático en Honduras, organizados en el Frente Popular de Resistencia Popular, es cada vez mayor.
Agregó que los militares y agentes policiales se han ensañado en particular contra las organizaciones magisteriales, opuestas al intento del gobierno de Lobo de arrebatarles derechos, y una maestra fue asesinada la semana anterior.
Vinimos a exigirle a Obama que deje de estar presionando a otros países para permitir el ingreso de los golpistas a la Organización de Estados Americanos (OEA), expresó.
Agregó que demandarán de Obama el fin de los entrenamientos por militares de Estados Unidos a los policías y soldados hondureños responsables de graves violaciones de los derechos humanos.
Cáceres denunció la construcción de bases de las fuerzas armadas estadounidenses en Honduras, en particular en el departamento oriental de Olancho y hasta la frontera con Nicaragua.
La ocupación de la Mosquitía es total, advirtió.