El miércoles, un día después de la operación policial en Bizkaia, se daba a conocer que el juez Fernando Grande-Marlaska había denegado la aplicación del protocolo para prevenir que los cuatro detenidos en Bizkaia fueran torturados.
Paradójicamente, a mediodía de ayer trascendía que el mismo magistrado ordenaba el traslado inmediato a la Audiencia Nacional de uno de los arrestados, Daniel Pastor, al parecer después de que hubiera sido llevado dos veces al hospital.
La tesis oficial afirma que se autolesionó, aunque ayer no se pudo contrastar.
Fuentes jurídicas aseguraron que Pastor se hirió anteayer en una mano tras golpear una mesa (durante ese día no hubo noticia alguna al respecto) y añadieron que ayer por la mañana volvió a «autolesionarse».
Se indicó que en ambas ocasiones Pastor fue trasladado al Hospital Clínico de Madrid, donde «recibió cura por los rasguños ocasionados», según el resumen hecho por agencias informativas españolas.
A última hora de la tarde, Daniel Pastor fue enviado a prisión incondicional por el juez especial español, como había pedido la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Agencias afirmaron que no quiso declarar. Fernando Grande-Marlaska le imputa delitos de «integración en banda terrorista», «tenencia de armas», «tenencia de explosivos» y «falsificación».
Por lo que respecta a Lorena López, Beatriz Etxebarria e Iñigo Zapirain, los otros tres detenidos, serán interrogados hoy, cuando se cumple el quinto y último día de incomunicación en manos de la Guardia Civil.