En la fotografia podemos ver al criminal español, junto a su padre, tambien asesino condenado y su esposa, no muy lejos de los hechos que desencadenatron el asesinato del ciudadano vasco Anjel Berrueta
Miguel José de la Peña. hijo de un policia español, condenado a 15 años de carcel por apuñalar a Anjel Berrueta, podria salir en libertadbeneficiandose del tercer grado a partir de setiembre, ante el estupor de la familia Berrueta y de la mayoria de la buena gente de Iruñea.
El criminal, apuñalo a Anjel, despues de que su padre disparase contra el panadero iruñatarra, el cual se nego a poner un cartel que su señora trataba de colocar en el establecimiento que regentaban en la capital de Euskal Herria.
Estos asesinos no han cumplido mas que una minima parte de la condena que les ha sido impuesta y resulta sorprendente como la autodenominada «justicia española» siempre vela por su servidores. A estos no les aplican la Doctrina Parot, parece ser.
La familia de Angel Berrueta y los vecinos de Donibane han denunciado la injusticia que se ha cometido con su caso. Aseguran que ya no hay batalla legal posible para frenar la salida de prisión del criminal.
Ninguno de los dos asesinos de Anjel ha mostrado arrepentimiento jamás, algo que Instituciones Penitenciarias exige a los presos políticos para modificar su grado, lo que supone un agravio comparativo según han denunciado.
Además, la ley exige que para obtener el tercer grado se tiene que haber cubierto la responsabilidad civil, y ésta no se ha subsanado. Sólo se ha pagado parte del monto principal en concepto de indemnizaciones y faltan los intereses y las costas del juicio.
La familia Berrueta asegura que se les deben aún unos 100.000 euros, de una cifra total de 238.000. Ademas de criminales, morosos.
Valeriano de la Peña, padre del asesino, ha seguido cobrando cada mes su sueldo como agente, ya que la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil no ha considerado sufiente una condena por «asesinanto» para expulsarle del cuerpo y sólo está suspendido.
En definitiva, que las calles de lacapital del viejo reyno, pueden ver como un criminal las pisa de nuevo y con ello la memoria de la victima Anjel, ciudadano ejemplar y pacifico comerciante que su unico delito fue negarse a los requirimientos de la mama del asesino. Esto es la justicia española