Decenas de manifestantes antigurbenamentales han resultado heridos en la capital yemení, según han declarado testigos que presenciaron cómo las fuerzas de seguridad del Estado abrían fuego y lanzaban gases lacrimógenos contra los manifestantes.
En su visita a una clínica preparada para atender a los heridos, médicos informaron al reportero de Al Jazeera, Hashem Ahelbarra, de que habían tratado hasta 14 personas con heridas de bala y a otros tantos, víctimas del efecto provocado por el gas lacrimógeno.
Sin embargo, el General Yahya Saleh, jefe de las fuerzas de seguridad de Yemen, desmintió que se haya empleado munición de guerra contra los participantes de las protestas.
«Estamos empleando gases lacrimógenos que importamos de países que promueven los Derechos Humanos [¿se estaría refiriendo a España?]. No se trata de armas de fabricación casera», dijo Saleh en una entrevista con el enviado de Al Jazeera.
En otra zona, dos manifestantes murieron a causa de los disparos efectuados por la policía, en manifestaciones en la provincia sureña de Yemen. La última ofensiva vino a raíz de que grupos pro-democráticos de la oposición y estudiantes intensificaran su campaña para derrocar a Ali Abdullah Saleh, dictador de Yemen durante los últimos 32 años, de la silla del poder.
Manifestantes contrarios al gobierno actual han estado acampando durante días en la Plaza Tagheer, exigiendo la marcha de Saleh.
En Sana´a, testigos dijeron que la policía y partidarios del dominante Partido del Congreso General del Pueblo atacaron con armas de fuego y gases lacrimógenos a manifestantes que ocupaban la plaza este domingo.
Varios miles de personas se habían congregado a primera hora de la mañana para erigir barricadas, en un esfuerzo por evitar la represión violenta de la policía antidisturbios.
El corresponsal de Al Jazeera dijo que las fuerzas de seguridad junto con matones del gobierno comenzaron a abrir fuego contra los manifestantes, golpeándoles con porras, lanzándoles piedras y bombas lacrimógenas.
«Al menos, 70 personas ha resultado damnificadas, 14 de las cuales presentan heridas de bala… dos de ellas en estado muy crítico», constató Ahelbarra.
«He visto cómo más de 40 personas eran trasladadas a la clínica improvisada, dispuesta por los manifestantes, aquejados del efecto sofocante de los gases lacrimógenos».
Estados Unidos, que considera a Saleh un aliado regional clave, instó al gobierno ayer domingo «a que mostrara moderación y respeto por los derechos universales» de los ciudadanos.
Calles que conducían a la plaza se vieron bloqueadas con rudimentarias tiendas de campaña desde varios días atrás y numerosas banderas y otros símbolos que denotaban la participación de manifestantes llegados de otras provincias se alzaban en contra del régimen.
Al Jazeera
Soldados de países del Golfo entran en Bahrein
La oposición bahreiní ha criticado este lunes «la ocupación extranjera» que está viviendo el país, después de que tropas represoras de la fuerza común de países del Golfo entrasen en su territorio. Los soldados han entrado para ayudar a restablecer el orden monárquico y burgués, mientras aumentan las protestas contra la dinastía de los Al Jalifa.
«El pueblo de Bahrein se enfrenta a un peligro real: el de una guerra contra los ciudadanos bahreiníes sin declaración de guerra», han asegurado sindicatos y partidos políticos.
«Consideramos la entrada de todo soldado o vehículo militar en los espacios terrestre, aéreo o marítimo del reino de Bahrein como una total ocupación o complot contra el pueblo de Bahrein desarmado, así como una violación de las convenciones internacionales», ha añadido la oposición.
Más de un millar de soldados saudíes han entrado en Bahrein, según un responsable saudí.
Las autoridades de Bahrein no lo han confirmado oficialmente, pero la televisión estatal ha mostrado imágenes de un convoy de la fuerza común de los países del Golfo entrando en Bahrein, procedente de Arabia Saudí.
Riad ha asegurado haber «respondido a la petición de ayuda de Bahrein» en un comunicado gubernamental.
Emiratos Árabes Unidos también ha anunciado el envío de 500 policías para «contribuir a preservar el orden y la estabilidad» en el país vecino. La necesaria para seguir extrayendo riquezas del subsuelo pagando sueldos de hambre.
Para el régimen estadounidense, la entrada en Bahrein de tropas de las dictaduras del Golfo no supone «una invasión».