Un ani­ver­sa­rio para los tre­bi­ñe­ses, una inau­gu­ra­ción para Bur­gos – Rober­to Bajos

Hace tre­ce años, una vez más, Tre­bi­ñu habló para decir que quie­re for­mar par­te de Ala­va-Ara­ba. El 8 de mar­zo de 1998 se cele­bró la con­sul­ta popu­lar en al una amplia mayo­ría de tre­bi­ñe­ses y tre­bi­ñe­sas expre­sa­mos nues­tra volun­tad de ser alaveses.

Quie­nes nos mani­fes­ta­mos ese día a favor de la inte­gra­ción en Ara­ba hemos vis­to nin­gu­nea­da nues­tra volun­tad. Duran­te esta legis­la­tu­ra el Par­ti­do Popu­lar, con la ines­ti­ma­ble cola­bo­ra­ción de los socia­lis­tas, ha vul­ne­ra­do y menos­pre­cia­do la voz de esa mayoría.

Si des­de Bur­gos se empe­ñan una y otra vez en que este ana­cro­nis­mo con­ti­núe de por vida, des­de el Ayun­ta­mien­to de Tre­bi­ñu popu­la­res y socia­lis­tas quie­ren apor­tar su gra­ni­to de are­na para que esta situa­ción per­du­re en el tiempo.

La pri­me­ra deci­sión que adop­ta la alcal­de­sa del Par­ti­do Popu­lar, con el apo­yo del Par­ti­do Socia­lis­ta, fue reti­rar de la facha­da del Ayun­ta­mien­to la pan­car­ta que fiel­men­te se expre­sa­ba con el siguien­te tex­to: «Bur­gos en con­tra de la volun­tad de los trebiñeses/​Bur­gos, tre­bi­ñua­rren boron­da­tea­ren kontra».

Ésta es la lamen­ta­ble reali­dad que pade­ce­mos hoy quie­nes vivi­mos aquí, en Tre­bi­ñu. La reali­dad está impues­ta por quie­nes moran en otro lado, aun­que cada cua­tro años nos visi­ten, casual­men­te días antes de la cele­bra­ción de elecciones.

Coin­ci­dien­do con el ani­ver­sa­rio, hemos reci­bi­do la para­dó­ji­ca visi­ta del máxi­mo expo­nen­te de la Jun­ta de Cas­ti­lla y León, Juan Vicen­te Herre­ra, acom­pa­ña­do por otros miem­bros del par­ti­do polí­ti­co que repre­sen­ta. La fugaz visi­ta a nues­tro muni­ci­pio no ha teni­do el obje­to de aten­der la reite­ra­da soli­ci­tud de com­pa­re­cen­cia del Par­la­men­to Vas­co, den­tro del mar­co esta­ble­ci­do por la Comi­sión de Tre­bi­ñu, que reite­ra­da­men­te se ha des­es­ti­ma­do dan­do la calla­da por respuesta.

La visi­ta de tan ilus­tre auto­ri­dad se ha corres­pon­di­do con la inau­gu­ra­ción de las nue­vas ins­ta­la­cio­nes de la Haur Esko­la, que han cos­ta­do un total 605.900,80 euros. Para las arcas muni­ci­pa­les han supues­to un des­em­bol­so de la nada des­pre­cia­ble cifra de 121.180 euros. A estos datos fal­tan por sumar los del man­te­ni­mien­to de estas ins­ta­la­cio­nes, suje­to a pro­me­sa de finan­cia­ción por el Gobierno de Patxi López, que ha reba­ja­do en 20.000 euros su apor­ta­ción para estos fines.

Evi­den­te­men­te, este des­fa­se eco­nó­mi­co supon­drá una mayor impli­ca­ción del Ayun­ta­mien­to en este pro­yec­to, aho­ra hecho reali­dad pero naci­do sin la exis­ten­cia de un estu­dio que pre­vea la evo­lu­ción demo­grá­fi­ca de nues­tro muni­ci­pio. De hecho, el anti­guo cen­tro dis­po­nía de 25 pla­zas y esta­ba ocu­pa­do por 16 niños y niñas. El recién inau­gu­ra­do tie­ne capa- cidad para 41 pero sólo 19 están ins­cri­tos. Sien­do rea­lis­tas, pro­nos­ti­car la ocu­pa­ción de todas las pla­zas a futu­ro es puro espejismo.

Este es un cla­ro ejem­plo de fun­cio­na­mien­to desas­tro­so de una alcal­de­sa, de su equi­po muni­ci­pal y de aque­llos que les apoyan.

A esca­sos meses de las nue­vas elec­cio­nes espe­ro que la nue­va cor­po­ra­ción elec­ta man­ten­ga, como cri­te­rio inque­bran­ta­ble, el res­pe­to a la volun­tad de sus veci­nas y veci­nos y, como vir­tud, la mayor y mejor capa­ci­dad de admi­nis­tra­ción de los recur­sos muni­ci­pa­les que, con mucho sacri­fi­cio, apor­ta­mos todas y todos los vecinos.

ROBERTO BAJOS ARGOTE, CONCEJAL NO ADSCRITO DEL CONDADO DE TREBIÑU.

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