Hace trece años, una vez más, Trebiñu habló para decir que quiere formar parte de Alava-Araba. El 8 de marzo de 1998 se celebró la consulta popular en al una amplia mayoría de trebiñeses y trebiñesas expresamos nuestra voluntad de ser alaveses.
Quienes nos manifestamos ese día a favor de la integración en Araba hemos visto ninguneada nuestra voluntad. Durante esta legislatura el Partido Popular, con la inestimable colaboración de los socialistas, ha vulnerado y menospreciado la voz de esa mayoría.
Si desde Burgos se empeñan una y otra vez en que este anacronismo continúe de por vida, desde el Ayuntamiento de Trebiñu populares y socialistas quieren aportar su granito de arena para que esta situación perdure en el tiempo.
La primera decisión que adopta la alcaldesa del Partido Popular, con el apoyo del Partido Socialista, fue retirar de la fachada del Ayuntamiento la pancarta que fielmente se expresaba con el siguiente texto: «Burgos en contra de la voluntad de los trebiñeses/Burgos, trebiñuarren borondatearen kontra».
Ésta es la lamentable realidad que padecemos hoy quienes vivimos aquí, en Trebiñu. La realidad está impuesta por quienes moran en otro lado, aunque cada cuatro años nos visiten, casualmente días antes de la celebración de elecciones.
Coincidiendo con el aniversario, hemos recibido la paradójica visita del máximo exponente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, acompañado por otros miembros del partido político que representa. La fugaz visita a nuestro municipio no ha tenido el objeto de atender la reiterada solicitud de comparecencia del Parlamento Vasco, dentro del marco establecido por la Comisión de Trebiñu, que reiteradamente se ha desestimado dando la callada por respuesta.
La visita de tan ilustre autoridad se ha correspondido con la inauguración de las nuevas instalaciones de la Haur Eskola, que han costado un total 605.900,80 euros. Para las arcas municipales han supuesto un desembolso de la nada despreciable cifra de 121.180 euros. A estos datos faltan por sumar los del mantenimiento de estas instalaciones, sujeto a promesa de financiación por el Gobierno de Patxi López, que ha rebajado en 20.000 euros su aportación para estos fines.
Evidentemente, este desfase económico supondrá una mayor implicación del Ayuntamiento en este proyecto, ahora hecho realidad pero nacido sin la existencia de un estudio que prevea la evolución demográfica de nuestro municipio. De hecho, el antiguo centro disponía de 25 plazas y estaba ocupado por 16 niños y niñas. El recién inaugurado tiene capa- cidad para 41 pero sólo 19 están inscritos. Siendo realistas, pronosticar la ocupación de todas las plazas a futuro es puro espejismo.
Este es un claro ejemplo de funcionamiento desastroso de una alcaldesa, de su equipo municipal y de aquellos que les apoyan.
A escasos meses de las nuevas elecciones espero que la nueva corporación electa mantenga, como criterio inquebrantable, el respeto a la voluntad de sus vecinas y vecinos y, como virtud, la mayor y mejor capacidad de administración de los recursos municipales que, con mucho sacrificio, aportamos todas y todos los vecinos.
ROBERTO BAJOS ARGOTE, CONCEJAL NO ADSCRITO DEL CONDADO DE TREBIÑU.