A pesar de que el Banco Mundial y que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su siglas en ingles) registraron un significativo incremento en los precios internacionales de los alimentos, Venezuela ha puesto en marcha diversos planes sociales para enfrentar la crisis alimentaria y promover la ingesta de productos de primera necesidad. Según la FAO, en su informe de febrero de 2011, que evalúa el comportamiento de cinco rubros básicos a nivel mundial (cereales, lácteos, carne, azúcar, aceites y grasas), se contabilizó un promedio de 236 puntos, lo que representa un aumento de 2,2% respecto a enero y el nivel más alto (tanto en términos reales como nominales) respecto a enero de 1990, fecha de creación del índice.
Entretanto, el Banco Mundial ubicó un aumento en el precio de los productos de la canasta alimentaria de 15% entre octubre de 2010 y enero de 2011; y se ubica a sólo 3% del punto máximo alcanzado en 2008.
Entre los productos que obtuvieron mayor incremento destacan los siguientes: maíz, trigo, azúcar, aceites y arroz.
Medidas para enfrentar la crisis alimentaria
Para disminuir los precios y aumentar el consumo de alimentos, ambas organizaciones recomiendan a los Gobiernos expandir las redes y programas sociales, invertir recursos para mejorar la actividad agrícola, crear nuevas tecnologías en biocombustibles y cuidar el ecosistema para no originar cambios climáticos.
El Estado ha puesto en marcha diversos programas sociales con la finalidad de garantizar el acceso a los alimentos, elevar la calidad de vida de los venezolanos, así como evitar el acaparamiento y especulación.
Un claro ejemplo es el programa Casas de Alimentación, impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación (Minal), a través de la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal), con la finalidad de disminuir los índices de pobreza y reducir los problemas en el acceso a los alimentos.
Suministran de lunes a viernes alimentos a mujeres embarazadas, niños, niñas, adolescentes, adultos mayores y a personas en situación de calle.
De igual modo, la red Mercado de Alimentos (Mercal) facilita los alimentos para su preparación, mientras que profesionales del Instituto Nacional de Nutrición (INN), suministran menús balanceados, a fin de que cada una de las personas que allí se alimenta lo haga de manera saludable y de forma gratuita.
En la actualidad existen seis mil Casas de Alimentación que atienden a unas 900 mil personas de escasos recursos en el país.
Además de suministrar alimento nutritivo, las Casas de Alimentación incorporan en el aparato productivo nacional a los nómadas y personas en situación de riesgo.
Cuentan con el apoyo de la Misión Negra Hipólita; del Ministerio del Poder Popular para la Salud; del Ministerio del Poder Popular para la Educación y del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social.
Más alimentación y menos pobreza
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2004 ‑año en el que inició el programa de alimentación- refirió que el porcentaje de hogares pobres se ubicó en 53,1 mientras que la pobreza extrema se registró en 23,5.
En la actualidad, estos índices han disminuido considerablemente gracias a las políticas alimentarias que impulsa el Gobierno Nacional, entre las que destacan: las plantas procesadoras de alimentos, el apoyo técnico y financiero a los pequeños y medianos productores agrícolas, el rescate de tierras subutilizadas, la red de distribución de alimentos y las Casas de Alimentación.
Para el primer semestre de 2010 el INE calculó los hogares pobres en 26,8 % y la pobreza extrema alcanzó 7,1 %, lo que representa una significativa disminución de la pobreza en el país en comparación con el año 2004.