En estos momentos, el militar confidente de Wikileaks, Bradley Manning, está siendo sometido a torturas brutales en una prisión militar en los Estados Unidos. Mantenido en una situación de total aislamiento capaz de enloquecer a muchas personas, Manning es forzado a permanecer desnudo durante ciertos períodos del día, y expuesto a las burlas e insultos de otros presos.
Manning está a la espera de juicio por haber revelado documentos militares secretos a Wikileaks – incluyendo el video que muestra a soldados norteamericanos masacrando a civiles iraquíes. Este trato cruel e inhumano parece ser parte de una campaña de intimidación dirigida a silenciar a posibles confidentes y continuar con la ofensiva contra Wikileaks. Este asunto ha generado posiciones enfrentadas dentro del gobierno de EE.UU., con algunos diplomáticos criticando abiertamente a los poderes militares por el trato que le están dando a Manning. Pero el presidente Obama se está manteniendo al margen hasta ahora.
Obama es muy cuidadoso de la reputación internacional de los Estados Unidos. Es ahora cuando debemos mostrarle lo que está en juego en este caso. Levantemos un enorme clamor global pidiendo al gobierno de EE.UU. que ponga fin a las torturas contra Manning y respete la ley. Firma la petición de abajo, y nuestro mensaje será difundido a través de impactantes anuncios y acciones en Washington cuando reunamos 250,000 firmas:
https://secure.avaaz.org/es/bradley_manning/?vl
Al menos sobre el papel, los Estados Unidos se oponen a la tortura. La constitución de EE.UU. prohibe los «castigos crueles y excesivos». Y ha firmado, junto a casi 100 países, una convención internacional que obliga a tratar a todos los prisioneros «con humanidad y respeto a la dignidad inherente a cada ser humano». Pero en estos momentos, Bradley Manning está completamente aislado en una celda, durmiendo sin sábanas, y ni siquiera se le permite hacer ejercicio. Además, está siendo sujeto a humillaciones brutales que le están generando serios daños mentales. Esto viola las leyes de los Estados Unidos y el Derecho Internacional.
Bradley está detenido bajo el programa denominado de “prevención de lesiones”, a pesar de los 16 informes médicos emitidos por profesionales militares recomendando que se le retire de las severas condiciones de aislamiento que ello implica. Sus abogados están haciendo todo lo posible por lograr en los tribunales el respeto a sus derechos humanos y sus derechos constitucionales fundamentales. Pero a día de hoy, el tribunal militar que lleva su caso y tiene en sus manos el futuro de Bradley ha ignorado el sufrimiento a que está sometido.
Desde la explosiva revelación de los crímenes de los militares estadounidenses en Afganistán e Iraq, se han impuesto médidas represivas contra Wikileaks. Muchos especulan que esta despiadada presión sobre Bradley busca forzarle a que implique a Julian Assange, fundador de Wikileaks. Pero Obama le prometió a los ciudadanos estadounidenses y al mundo entera que él protegería, en vez de perseguir, a los confidentes:
«Muchas veces la mejor fuente de información sobre el despilfarro, el fraude y el abuso de un gobierno está en algún empleado público comprometido con la integridad pública y dispuesto a hablar. Estos actos de valor y patriotismo, capaces a veces de salvar vidas y de ahorrarle dinero a todos los contribuyentes, deberían ser promovidos en lugar de ser sofocados.»
El cruel trato que está sufriendo Bradley nos muestra todo lo contrario, y manda un mensaje escalofriante a todos aquéllos que quieran revelar información de interés público. Actuemos rápidamente ejerciendo una enorme presión internacional para que el gobierno de Estados Unidos cumpla su compromiso de respetar los derechos humanos, proteger a los confidentes, y ponga fin a este horroroso y cruel trato a sus propios ciudadanos. Firma la petición y reenvíala a todos tus conocidos:
https://secure.avaaz.org/es/bradley_manning/?vl
Bradley Manning se considera un patriota y admitió haber difundido cierta información porque, en su opinión, el mundo tenía derecho a conocerla. Personas con sentido común pueden estar en desacuerdo sobre el trabajo y los métodos de Wikileaks, y sobre las acciones correctas o incorrectas por parte de quienes les entregaron la información. Pero, en cualquier caso, la tortura ilegal de Bradley Manning es una vergonzosa violación de sus derechos humanos y de su dignidad como persona. Sin olvidar que Bradley ni ha tenido aún un juicio justo, ni ha sido condenado por ningún delito.
Con esperanza y determinación,
Emma, Ricken, Pascal, Janet y el resto del equipo de Avaaz