Boltxe Kolektiboa
Editoriala
La campaña de Bildu está siendo tan atípica como era de esperar. En los barrios y pueblos obreros hay un clamor de peticiones de papeletas abertzales, de izquierda e independentistas. La coalición llenó el BEC, salvó algunos cientos de huecos en una de las zonas producto de la acumulación de personas en el centro del espacio dedicado a la cancha. ¿Cuantos fuímos?. Muchos miles, sin duda alguna. Con muchísima gente jóven y con unas excelentes intervenciones por parte de todas las personas que intervinieron.
El ambiente fue combativo, el punto común entorno a la independencia y el socialismo se complementó justamente por parte de las referencias a una Euskal Herria verde, morada y roja. Esa es nuestra seña. Es cierto que se han de hacer los equilibrios necesarios para que la unidad estratégica sea el valor absoluto de esta apuesta independentista pero quienes apoyamos a Bildu desde los barrios obreros, el movimiento juvenil, sindical o vecinal sabemos de las dramáticas consecuencias propiciadas por el casino del capital.
Desempleo, pérdida de viviendas debido a la incapacidad de hacer frente a los pagos, juventud sin futuro. Desde la propia UE imperialista y criminal se habla de una generación perdida en el estado español y por ende, en Hego Euskal Herria.
Los votos no resuelven los problemas pero las mayorías de la izquierda vasca sí sirven para empezar a responder a la especulación y a las obras especulativas y faraónicas del gran capital con unas respuestas que propongan el objetivo de que las vidas y el futuro del pueblo trabajador están por encima de los beneficios del capital fracasado, inmisericorde y especulativo.
En estos siete días no se puede bajar la guardia y hay que lograr todos los apoyos populares posibles. Después a comprometerse con las asambleas locales de Bildu para que ahora sí, la voz del pueblo se escuche de abajo a arriba, desde la asamblea pública hasta el gobierno municipal y en las JJ.GG. Estamos ante la tarea de gobernar de otra forma, democraticamente y esto sucede cuando el PP se desinfla y sus lamentos y los de la caverna por la ilegalización de Bildu convocan a mil ridículos fascistas llegados a Madrid desde todo el estado para pedir que el PP y el PSOE gobiernen las instituciones vascongadas contra la opinión y el deseo de la población vasca, como lo hacen ahora llevando las administraciones que gobiernan a un descalabro económico sin precedentes.
El 22 de mayo debemos llenar las urnas de papeletas independentistas, abertzales y socialistas, debe ser la gran fiesta vasca y progresista donde quiera que las amigas y amigos de nuestro pueblo lo celebren.
Va a ser la noche de la resistencia y ha de comenzar a abrir la puerta de la libertad en el día que nos acercaremos a las urnas con la papeleta de Bildu y el apoyo abierto a la solución del enfrentamiento comenzando por la exigencia de que las presas y presos políticos vascos estén en Euskal Herria como paso previo a un proceso de liberación de todos ellos y de vuelta a casa.