Todo el mundo hemos saludado efusivamente las manifestaciones del 15 de Mayo, porque demuestran que no es verdad que el pueblo no quiera saber, bajo cuya sentencia se han cobijado los reaccionarios y los reformistas para excusar sus traiciones.
La juventud indignada ha salido a la calle. Eso es extraordinariamente positivo. Pero en pleno siglo XXI y después de tantas experiencias catastróficas, ya no basta con salir a la calle si no se sabe hacia donde se va. Los que no somos jóvenes y hemos vividos tantas estafas y engaños, andamos con mucho cuidado.
Las “revoluciones” próximas pasadas en los antiguos países socialistas, adjetivadas con colores por ejemplo la revolución rosa en Ucrania y algunas actuales de Oriente Medio y África, son manifiestamente maniobras del imperialismo que en nombre de la democracia y la libertad, lo que hacen es perpetuar el sistema de explotación capitalista conduciendo todas las inquietudes por el camino por ellos trazados con magistral habilidad. Hemos vivido tambien el periodo de transición en nuestro país donde fuimos traicionados por siglas que históricamente desempeñaron un papel honroso. Todas las experiencias que no son pocas nos avisan que cuando el pueblo se lanza espoleado por la indignación, detrás de la espontaneidad se oculta las manos tenebrosas de los expertos capitalistas, que con alardes extraordinarios son capaces de canalizar el descontento latente de los pueblos, para fortalecerse ellos aún más en los momentos más críticos para el sistema, es decir, que el pueblo es utilizado una y mil veces por los mismos de siempre, los apologistas del capitalismo solapados en un marketing engañoso, porque nadie como ellos saben embaucar mejor a la juventud, tienen dinero y cancha mucha cancha en los medios de comunicación.
Por estas razones ya uno se escama mucho que mientras en las manifestaciones nuestra juventud va a pecho descubierto, creyendo que su futuro está ahí en la lucha por la lucha, los organizadores, los que realmente utilizan estas luchas para fines interesados, van diciéndoles a los supuestos enemigos del pueblo haciendo dónde lo lleva. Así Democracia Real ya ha publicado sus propuestas, y lo que me temía, se trata de regenerar el capitalismo, con medidas que ni por asomo atenta a las estructuras capitalistas. El patrón seguirá siendo Patrón, El Rey Jefe de Estado (por omisión), los bancos seguirán siendo privados, el parlamento, el gobierno, las fuerzas represivas, es decir, todo cuanto sostiene el capitalismo, ni se les nombra. Digan lo que digan esta es una dirección reaccionaria que aspira a quemar la buena voluntad de unos jóvenes sedientos de justicia. Lo curioso es que los medios de comunicación los consideran antisistemas, ¿será para que los que aún no se han adheridos acudan ahí y se olviden de la verdadera revolución social de los trabajadores?. Por supuesto que sí. Pero los jóvenes, si no se media, recibirán los palos adecuados, y se convertirán en los mártires de la refundación del capitalismo como pretendían los jefes de gobiernos europeos al comienzo de la presente crisis.
Otra de las siglas convocante de las concentraciones, pues Democracia Real no ha participado, “El Estado del malestar”, nos confirma qué puede haber detrás de todo esto, mejor dicho quiénes están detrás de un sector de los convocantes: “El movimiento en sí se denomina “Estado del Malestar”, y se apoya en muchas cosas y personas que ya conocemos (Zeitgeist, Cantoná, David Bravo, Mario Conde…”)
Por estas razones ATTAC se adhiere a Democracia Real Ya, porque no está en contradicción con su propuesta: “Compromiso Social para el Progreso : Las organizaciones firmantes son CCOO de Andalucía, UGT‑A, CAVA, CEPES, FACUA Andalucía, Al-Andalus, UCE-UCA, Federación Mujeres Progresistas, ATTAC, CERMI, Asociación Progresista de Andalucía y las asociaciones de las fuerzas de seguridad SUP, AUGC, UGC y UFP. (CC.OO de Andalucia)
No, si va a resultar que al final los Sres, Carbonero (Secr. CC.OO. Andalucia) y Pastrana (Secre. UGT‑A) que nos han traicionado con la firma de las reformas de las pensiones, están emparentados con los movimientos mesiánicos. Habrá que estar al lado de los jóvenes y abrirles los ojos.
Para volverse locos.
¿Hacia donde se va?