Mattin Troitiño (miembro de Etxerat):
Tal y como anunciamos durante una comparecencia realizada el pasado 24 de marzo, Etxerat ha abierto durante las últimas semanas una ronda de reuniones con las distintas formaciones que tomarán parte en las próximas elecciones forales y municipales. El objetivo de las mismas era informar de forma directa de la situación que padecen actualmente las y los presos políticos vascos, así como de los compromisos que deberían adoptar partidos y representantes institucionales para dejar atrás las vulneraciones de derechos que padecen nuestros familiares, allegadas y allegados.
La primera cuestión que debemos subrayar es que nos ha sido imposible poder reunirnos con todos los partidos Es algo que ha ocurrido en contra de nuestra voluntad. Y es que desde Etxerat enviamos una solicitud oficial de reunión a todos los partidos y coaliciones que se presentan a las elecciones en Hego Euskal Herria.
Sin embargo, en algunos casos no hemos encontrado respuesta y en otros se nos ha insultado. Es el caso de Antonio Basagoiti, presidente del PP en la CAV, quien a través de su blog nos ha insultado y ha lanzado graves y falsas acusaciones contra Etxerat. No vamos a realizar más comentarios al respecto ya que creemos que con sus palabras y actitud el propio señor Basagoiti se deslegitima como representante de la ciudadanía vasca.
De cualquier forma, el PP ‑tanto en la CAV como en Nafarroa- no es la única formación que no se ha reunido con nosotros. El PSOE, haciendo oídos sordos a la demanda de la mayoría social en Euskal Herria, tampoco nos ha querido recibir. Un hecho que nos parece tremendamente grave ya que no hay que olvidar que el PSOE es el principal responsable de la criminal política penitenciaria vigente. Otras formaciones como UPN o UpyD tampoco se han reunido con Etxerat. El resto, sí que lo ha hecho.
Queremos hacer saber a la sociedad vasca y a la opinión pública en general lo mismo que hemos trasmitido a los partidos. Para nosotros y nosotras, así como para las y los presos políticos vascos no ha cambiado nada. El Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas sigue padeciendo unas medidas represivas construidas ad hoc. Y con ello, también se continúa padeciendo las graves consecuencias de dichas vulneraciones.
- La dispersión se mantiene. De hecho, en los últimos meses se han registrado centenares de traslados arbitrarios. Las 715 personas que conforman el Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas, se encuentran dispersadas a una distancia media de 670 kilómetros de sus lugares de origen, 670 de ida y otros 670 de vuelta. Los peligros son evidentes. En 2011 son ya cinco los accidentes que hemos sufrido. El último el pasado fin de semana cuando familiares y allegados de Manex Zubiaga y Lander Etxeberria se dirigían a Estremera. Afortunadamente no han sufrido daños irreparables, pero no cabe olvidar que 16 familiares, amigos y amigas han perdido la vida a consecuencia de la dispersión.
- Continúan aplicando la doctrina que permite la aplicación de la Cadena Perpetua, medida aplicada ya a más de 60 presos y presas políticas vascas. Más de 80 presos y presas políticas han superado ya la terrible barrera de los 20 años en prisión. Y aún así, tenemos que padecer infames circos mediáticos y políticos como el ocurrido con Antton Troitiño. Una prueba más de las ansias de venganza en las que sustenta la política penitenciaria.
- Mantienen encarcelados a los y las presas políticas con enfermedades graves e incurables. O, en su defecto, les aplican el restrictivo régimen de prisión atenuada. La libertad condicional únicamente se produce en situaciones límite, como la de Mikel Ibañez. Únicamente la concedieron la libertad condicional cuando su situación era prácticamente irreversible. Ibañez murió el pasado 7 de abril. Antes, 21 presos y presas políticas vascas murieron también a consecuencia de la política penitenciaria.
- Las y los presos políticos que han cumplido las ¾ o los 2⁄3 de su condena continúan en prisión. La libertad condicional prácticamente no existe para las y los presos políticos. Asimismo, el abuso y la arbitrariedad de la prisión preventiva es total.
- La presión contra los familiares, amigos y amigas se ha incrementado de forma notoria en los últimos años. Desde otoño de 2009 son miles las visitas vis a vis que se han perdido. Controles policiales específicos, seguimientos, robos, amenazas, entradas con perros en los autobuses…
- Siguen prohibiendo las actividades en favor de los derechos de las y los presos políticos vascos. Lo sucedido con los regresos de Gatza y Elurtxuri, tras más de 30 años en prisión son ejemplo de ello. La solidaridad está criminalizada. Nos impiden enseñar las fotografías de nuestros familiares, allegados y allegadas. Y es que además de vulnerar derechos, tratan de impedirnos que denunciemos tales conculcaciones.
Valoración de Etxerat:
El hecho de habernos reunido con la mayoría de partidos y coaliciones es un elemento positivo. Es más, todos los partidos nos han admitido que a las y los presos políticos se les conculcan los derechos más elementales.
En cuanto a los compromisos, los partidos se mantienen en las mismas que en los últimos meses. No hemos percibido grandes novedades. Se dan diferentes niveles de compromiso. En algunos casos el compromiso existe y en otros, no.
De cualquier forma, a sabiendas de que lo hecho hasta ahora no es suficiente para superar la vigente política penitenciaria, creemos que es el momento de multiplicar los compromisos. El día de las elecciones, consideramos que es necesario tener presente la mayor violencia política que se ejerce actualmente en Europa.
Así las cosas, llamamos a la ciudadanía a acudir a votar con esta pegatina que reza «Euskal preso eta ioheslariak etxera». Porque las y los queremos en casa, porque creemos que hay que abrir definitivamente una nueva etapa en este país y porque consideramos que la política penitenciaria y la represión deben pasar a ser una triste fotografía del pasado.
De este modo podremos hacer visible la demanda de la mayoría social e interpelar directamente y en forma positiva a los partidos para remarcar que su responsabilidad y compromiso son imprescindibles para acabar con la política penitenciaria.