“Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos
Héctor Berlioz…
Apartarse del activismo político activo en la actualidad, es para muchos camaradas un desprecio a la revolución bolivariana, y nosotros los socialistas no podemos despreciar el proceso de cambios en marcha, pues eso es lo que quiere la derecha opositora, aquí realmente: lo que se trata es de deslegitimar y desacreditar a la mafia política burocrática en el gobierno bolivariano, que viene estafando cada día las esperanzas del pueblo venezolano.
Es la única opción valida ante la ausencia de una verdadera corriente de izquierda organizada, creíble, que demuestre que está del lado de los trabajadores, y de el pueblo con hechos, y no actuando de manera rastrera y sectaria, como algunos grupúsculos (Grupo Frio de Lara) anárquicos, que se dedican a hacer invasiones nocturnas, para seguir desmotivando y ridiculizando a la revolución bolivariana.
Existen grupos de izquierda donde el bochorno, y la miseria política la llevan en la palma de la mano, en una pelea a muerte por cargos de partido, económicos y de gobierno, por el control de espacios en la supuesta revolución que llevan en sus topias, donde predomina el yo, y el caos; se sienten felices siendo unos cabezas de ratón, mientras la oposición reaccionaria se sigue comiendo el lomito. La ceguera no les permite ver ni entender que la orientación, y el desarrollo de la izquierda democrática no puede transitar solamente por la vía del desorden institucional, y tampoco encerrándose en un radicalismo absurdo, sin tender puentes ni planificar ninguna actividad política abierta con otras organizaciones o personas que en muchas ocasiones actúan libremente, y otros militantes se quedan en sus casas, asqueados por las zancadillas y las peleas de baja calaña.
Los venezolanos actualmente se merecen un mayor respeto, ( ya que no son borregos), para que unos bandos comercialicen con el pueblo(Lo que se dice de los manejos de los recursos en los CC es desalentador), esa es una de las razones que ha llevado a muchos militantes a la desmovilización y a desentenderse, al sentirse desprotegidos por temor a las represalias, pues la izquierda bolivariana ha dejado de inspirar confianza, lo que le deja el camino libre a la derecha opositora para vender su charcutería putrefacta…
Vivimos unos momentos críticos donde los grupos económicos descargan sobre la población todo el peso del alto costo de la vida, y el abuso de poder de muchos burócratas, y el costo de la crisis económica que ellos han creado. Todo esto no es ajena la actuación que han tenido, a medias tintas, los diputados de la AN, que no han actuado con energía y decisión contra el mal manejo de las empresas públicas privatizadas, y en la destrucción del tejido agro productivo y social.
EL sistema bolivariano políticamente hiede a corrupto, es lo que se percibe en la población, empezando por los “representantes” legislativos, que no quieren denunciar el abuso de poder de ciertos capos intocables, no quieren denunciar a las mafias políticas, el origen de las protestas masivas y los recortes sociales… Pues es en las movilizaciones, y en las luchas sociales donde se incluye a la juventud, y al pueblo castigado por la crisis.
¿Hasta cuándo aguantaremos: apagones, desabastecimiento, deplorable vialidad, inseguridad etc. En casa sin salir a decir basta de tanta desidia?
Nos encontramos, con un Gobierno que en su momento pudo haber cogido el toro económico por los cachos, y no solo no lo hizo, sino que ahora arremete con medidas económicas liberales, en contra de la ciudadanía.
No es el sistema capitalista el que está en crisis, pues hoy están ganando más dinero que nunca, veamos: LA BANCA, POLAR, EL SECTOR DE LA MANUFACTURA Y LOS SERVICIOS etc. Son las organizaciones de la izquierda política bolivariana las que están en crisis, porque no quieren romper con ese estado de corrupción, tele-hojilla, y jaladera de bolas desmedida al comandante… solo cacarean como las aves ponedoras plumíferas, para que los dejen convivir dentro del festín.
¿Entonces para qué seguir apoyando una revolución de pésimos burócratas, que no le importa un pepino la situación económica y social? Lo mejor es quedarse en casa, tirándole peos a la luna.