Ese noviembre del 2008, cuando la oposición ganó algunas gobernaciones y alcaldías en Venezuela, no sabemos si por cursilería o un mal cálculo político, algunos medios opositores, de esos donde se llama chusma a los chavistas, presentaron a Henrique Capriles Radonski con las manos juntitas, en una actitud de beato y llamando a la reconciliación.
Pero la cabra siempre tira para el monte y el fascista sufre para ocultar su estirpe, Capriles tuvo un arranque de sinceridad y se mostró como es. Este señor, a quien se le ha tildado de ser un peón del sionismo internacional en el país, no puedo afirmar eso, señaló que pensaba traer comandos israelíes a su gobernación para combatir el crimen. Es decir, traer perros de guerra que en Palestina y diversas zonas del Medio Oriente asesinan despiadadamente y con toda impunidad, con el amparo de Estados Unidos ignorando las resoluciones emitidas por la ONU. Evidentemente la reacción del gobierno nacional lo hizo recular, al menos le impidió llevar a cabo su proyecto. Pero ¿así pensaba combatir la inseguridad en su Estado? Porque traer a semejantes elementos más parece un proyecto para exterminar enemigos u ocupar posiciones de guerra.
¿Será que estamos en guerra y no nos hemos dado cuenta? Yo creo que si. Y revisando alguna información, del 2002 para aquí por lo menos, vemos que los muertos y heridos son del lado chavista.
El 6 de mayo del 2011, Braulio Alvarez, diputado chavista que sobrevivió ya a dos ataques armados, recordaba que el pasado 26 de abril, en el estado Barinas, a las 2 de la tarde, fueron secuestrados por 12 hombres armados los campesinos Jaime Uriel Siro Jiménez y Evencio Jiménez. Álvarez denunció que los campesinos fueron amarrados, torturados y luego asfixiados, apareciendo asesinados en el Puente Mijagualn en predios del Municipio Pedraza. «Queremos exhortar a la opinión pública nacional que estas muertes con practicas diabólicas en donde no hay duda que son realizadas por el paramilitarismo tiene como móvil lo político, y busca crear un clima de inseguridad, en el estado Barinas en donde hay un gobierno bolivariano y vínculos familiares con el comandante Hugo Chávez», señaló el parlamentario.
El sicariato y la Ley de Tierras
Días antes otros dos campesinos fueron también asesinados: José Joel Torres Leves y Agustín Gamboa Durán que habían sido secuestrados por un grupo armado el 10 de abril y fueron encontrados en la reserva forestal Uribante Caparo, en el estado Barinas.
«Ahora este espantoso hecho eleva a 255 campesinos asesinados por el sicariato que obliga que en este pueblito de Palma Sola a los organismos de seguridad y a la inteligencia social, actuar con eficiencia y eficacia para que la fiscalía realice su trabajo acusador y los tribunales puedan dictar sentencia» indicó Alvarez.
Si está cantidad de campesinos asesinados, ligados a las filas del chavismo, y cuyo móvil es político, es de venganza de los terratenientes que ven peligrar sus privilegios, no es guerra ¿qué es?
Tiene su origen en la aplicación de las reformas agrícolas, de la Ley de Tierras, de la lucha contra el latifundio. Recordemos lo que en septiembre del 2003 publicó Rebelión al respecto.
“El calor con que ha asumido la gente la aplicación de la Ley de Tierra, ha provocado que los terratenientes utilicen en primer lugar la intimidación y en segundo lugar el asesinato de los dirigentes sociales que han organizado los comités de tierra. El diputado a la Asamblea Nacional por el Movimiento V República, Darío Vivas dijo que denunciarán nacional e internacionalmente, el asesinato de 72 dirigentes campesinos y de defensores de los derechos humanos en Venezuela, a manos del sicariato por órdenes de los terratenientes”.
Más adelante decía: “Los autores intelectuales y materiales de los crímenes se pasean por las calles de los estados: Zulia, Barinas, Táchira y por las zonas de especulación agrícola llanera, pareciera que no hubiese ningún estado que pusiera coto a ésta situación…Hay presunción en algunos casos sobre algunos nombres, incluso se dice que algunos tienen hasta 7 muertos… El señor Omar Barboza, fue señalado por un presunto sicario como la persona que le pagó para que consumara el crimen de un dirigente campesino y el hecho fue conocido por los cuerpos seguridad y la propia Fiscalía, pero Omar Barboza continua en libertad».
Los jefes paramilitares colombianos en Venezuela
El 26 junio del 2002 se difundió un video en el que se veía operando las Autodefensas Unidas de Venezuela en los estados Táchira, Apure y Zulia. El “comandante Antonio” declaró que el propósito de sus hombres es cambiar el panorama político del país, ratificando que Hugo Chávez Frías era su objetivo militar. De acuerdo al periódico colombiano El Tiempo, del 29 de junio de 2002, Carlos Castaño, jefe político de las AUC, declaró que envió instructores a las Autodefensas Unidas por Venezuela.
Nótese que en toda esta información siempre están presente el Zulia y se menciona a un dirigente político hoy reciclado en Un Nuevo Tiempo. Resulta que el 18 de febrero del 2011 la policía regional del estado Zulia, que entre sus jefes tuvo a Henry López Sisco, hijo putativo y heredero de Luis Posada Carriles, agredió a 5 campesinos miembros del Frente Nacional de Campesinos Ezequiel Zamora.
Heber Montilla, miembro de la Dirección de la Dirección de este frente, denunció el ataque. Mencionó que 35 funcionarios de la policía del Zulia se presentaron hasta donde estaban, junto con el Coronel Alvarez, para arremeter contra las familias que se encontraban resguardando algunos terrenos.
Los funcionarios se presentaron en el lugar “con un oficio de la Fiscalía y hoy en la mañana los presentaron ante los tribunales, los metieron presos y luego los soltaron bajo medida de presentación”.
Deisy Guerra, dirigente del Frente Ezequiel Zamora, en declaraciones que vimos en el programa Dando y Dando de VTV, instó al gobierno nacional para que “le ponga mano dura a esta gente, porque esta policía está haciendo lo que se le antoja, porque somos personas que queremos trabajar y no estamos haciendo nada malo, estamos allí al resguardo de una propiedad”.
Es decir, hay un accionar sistemático para atacar, amedrentar, a los sectores identificados con el chavismo. ¿Es un acto de guerra, por lo menos de guerra de baja intensidad, o no?
La policía criminal de Ocariz
Dos días antes del ataque a chavistas en Zulia, también en el programa Dando y Dando, Abraham Aparicio, dirigente del PSUV, denunció haber sido agredido y posteriormente detenido arbitrariamente por funcionarios de Polisucre, en el estado Miranda.
Aparicio explicó que cuando se dirigía a una actividad deportiva, él y otros compañeros fueron interceptados en el Muro de Piedra de Petare, en la zona colonial, por parte de dos funcionarios de Polisucre quienes los detuvieron de forma violenta y llamaron a otros policías. Fue llevado esposado y permaneció detenido durante más de tres horas en las instalaciones del coliseo de la zona, donde continuaron violentando sus derechos. Dijo que cuando fue candidato suplente del Circuito 3 del estado Miranda, él y su compañero de fórmula, Jorge Amorin fueron detenidos en 22 oportunidades.
“¿A que están jugando el alcalde Oscariz y Manuel Furelo, director de Polisucre, al perseguir a los dirigentes del PSUV?”, se preguntó. Por cierto, existe un video del brutal accionar policiaco que ameritaría sanciones a quienes lo perpetraron.
¿Sorprende? La verdad no. El 25 de noviembre del 2008, la entonces agencia oficial de noticias ABN, reseñaba que partidarios del partido Primero Justicia, apenas ganaron esa alcaldía, amedrentaban a consejos comunales para que desalojen las casas del poder popular del municipio Sucre en el estado Miranda.
También se denunciaron ataques en algunas sedes de las misiones Robinson y Ribas, específicamente las ubicadas en Filas de Mariche y La Urbina, donde supuestamente estaban tratando de sacar a los misioneros de los espacios físicos donde se encuentran instalada.
Los odios de Capriles y Leopoldo
necesitan sicarios
El 27 de noviembre 2008, el Centro de Economía Comunal Alí Primera, adyacente a la estación del mismo nombre del Metro de Los Teques y donde habían varios consejos comunales, fue atacado por simpatizantes del gobernador Henrique Capriles Radonski, como consecuencia del asalto quedó herido un vigilante, se dañaron dos de los autobuses conocidos como “los rojos rojitos”.
En aquella oportunidad Érika Ortega, reportera de VTV, entrevistó a varios voceros de los consejos comunales que relataron los hechos. Una de ellos, Flor Rojas, contó que se encontraban trabajando cuando d e pronto “escuchamos detonaciones y gritos de motorizados que entraron a las instalaciones del Metro y luego supimos que había un vigilante herido”. En ese momento estaban cerrando los establecimientos porque había problemas en la plaza Bolívar. Wilmer Pérez, vocero del Poder Comunal de los Altos Mirandinos, desmintió las versiones de diarios como El Nacional y Últimas Noticias según las cuales ellos arremetieron a partidarios de Henrique Capriles Radonski. Indicó que ellos fueron los agredidos por elementos de Primero Justicia cuando hacían una manifestación en apoyo a Alirio Mendoza, alcalde del municipio de Guaicaipuro, cuando los partidarios del partido derechista comenzaron a lanzarles piedras y botellas dejando unos 5 heridos. Las fotos de la agresión ejecutada por los partidarios de Capriles se vieron en el impreso de Los papeles de Mandinga.
Por cierto, el 25 de noviembre del mismo año, María Malpica, alcaldesa del PSUV electa en el municipio Colón del estado Zulia, informó que cuatro locales fueron saqueados y 8 personas resultaron heridas durante desórdenes promovidos por la oposición, que buscaban evitar su proclamación como autoridad electa.
La oposición, que hoy se pretende presentar como conciliadora, que pretende mostrar una faz angelical, cuando siente que gana algo, que recupera un ápice del poder que otrora tuviera, se muestra como bestia sedienta de venganza.
¿Acaso no fue eso lo que hicieron Henrique Capriles Radonski y Leopoldo López, cuando cobardemente y violando todo atisbo de legalidad sacaron de su domicilio a Ramón Rodríguez Chacín exponiéndolo al escarnio y un linchamiento? ¿Acaso no fue eso lo que hicieron en el Táchira contra la casa de Iris Varela y otros militantes chavistas? ¿Acaso no fue lo mismo cuando intentaron cazar a Fredy Bernal en diversas instalaciones de la alcaldía? ¿No fue un sentimiento bastardo el que llevó a las hordas de Capriles Radonski a intentar asaltar la embajada cubana, pasando por encima de todo tipo de ordenamiento legal nacional e internacional? ¿Acaso hay duda respecto a que harían si tuvieran nuevamente el poder político nacional?
Y es que más allá de apreciaciones subjetivas los hechos lo indican. Por ejemplo, ¿cuáles eran los presos políticos que pretendían liberar los “estudiantes universitarios en huelga de hambre”? Entre otros, José Sánchez, alias “Mazuco”, sentenciado por homicidio, los hermanos Otoniel, Orlando y Juan Guevara, sentenciados por la muerte del fiscal Danilo Anderson, asesinado con explosivos.
Ya hay centenares de muertos, como denunció el diputado Braulio Alvarez.
No olvidemos que Capriles quería traer comandos israelíes y Rosales fue permisivo con los paramilitares.
Hablaban también de otro personaje siniestro como El Cuervo. Salían en defensa de los comisarios Vivas, Forero y Simonovis, acusados de crímenes de lesa humanidad, entrenados en manejo de armas y situaciones de conflicto. Seguramente, en caso la oposición ganara las elecciones presidenciales buscarían indultarlos de inmediato para sumarlos a un trabajo de exterminio en contra de los sectores que simpatizan con el presidente Chávez, como ya lo intentaron el 2002 y como lo vienen haciendo con los campesinos.
Los líderes opositores, sus sectores más fanatizados, han acumulado mucho odio en contra de los sectores Bolivarianos. Es un odio de clase, un odio racista, un odio de quien se siente destinado a mandar a dirigir los destinos del país por encima de la chusma que hoy ya no les obedece. Cuando alguien está envenenado por el racismo y el clasismo resulta muy peligroso, es dado a matar, a torturar, a desaparecer a sus opositores. Son los mismos que agredieron a Gonzalo Gómez, director de Aporrea, a Guillermo Torín, trabajador de ANTV, a Erika Ortega de VTV, a los reporteros de Avila TV. Son quienes asaltaron VTV y Catia TV durante el golpe de Estado.
Quienes vienen de las élites sociales y económicas, algunos de los que hoy se presentan como presidenciables con su cara lavada, hombres y mujeres, han sido educados de esa forma. En sus liceos privados, en las universidades a las que asisten les siembran ese virus mental. El pueblo lo sabe. No en vano Luis Vicente León, en Alo Ciudadano, dijo que un candidato presidencial opositor, para competir con éxito ante Chávez, no debe pertenecer a las élites sociales y económicas.
Ellos desearían no competir sino tomar por asalto la presidencia, como lo hicieron brevemente en abril del 2002. El problema para ellos es que no tiene pueblo y por eso necesitan alquilar sicarios, paramilitares, como ya lo hicieron el 2004 y fueron descubiertos en una hacienda en el estado Miranda. No en vano se ha denunciado la permisividad, sino mcomplicidad, de Manuel Rosales con los paramilitares colombianos. Al fin de cuentas, ellos serían los encargados de hacer el trabajo sucio si quisieran asaltar el poder político nuevamente. El estado, el chavismo, debe de tomar muy en serio las denuncias de Braulio Alvarez, uno, porque no puede permitir que un grupo de la sociedad asesine a otro, mayoritario por cierto, y dos, por una cuestión elemental de sobrevivencia.