La Policía griega ha lanzado gases lacrimógenos para dispersar a las decenas de miles de manifestantes de izquierda que se habían congregado en el centro de Atenas este miércoles. La gente ha marchado por el centro de la ciudad para protestar contra las medidas antipopulares que ha adoptado el Gobierno de la burguesía helena para recibir el rescate financiero por parte de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según varios testigos presenciales, los policías golpearon al menos a cinco personas que fueron trasladadas en ambulancia a hospitales cercanos. Al menos 14 personas fueron heridas y otras 24 fueron detenidas para ser interrogadas, aseguró la policía.
Un hombre, de unos treinta años, fue hospitalizado en estado crítico debido a los golpes que recibió en la cabeza, informaron fuentes médicas. Varias fuentes informaron de que en las distintas manifestaciones celebradas hoy en Atenas participaron unas 50.000 personas.
Grecia se enfrenta a una nueva huelga general de 24 horas que afecta al transporte urbano, a las conexiones marítimas y ferroviarias, a los vuelos y a los servicios sanitarios y educativos, en protesta contra las políticas de antipopulares y los planes de privatización.
La huelga afecta no sólo a las empresas estatales que el Gobierno quiere privatizar dentro de la estrategia para seguir entregando la economía a los banqueros. Además, los Ayuntamientos, las guarderías, los colegios públicos y los bancos permanecen cerrados.
El tráfico aéreo ha sudo interrumpido varias horas por la participación en la huelga de los controladores aéreos, lo que ha llevado a cancelar o modificar cientos de vuelos. Los barcos y los trenes no se han movido hoy, lo que afectó a las conexiones con las islas y los itinerarios internacionales. Los hospitales públicos atienden sólo casos de emergencia y las operaciones y consultas programados han sido pospuestas. También el servicio de ambulancias funciona con servicios mínimos.
Además Grecia vive un apagón informativo por la participación en el paro de los periodistas de todos los medios, que protestan contra la ola de despidos y las malas condiciones de trabajo en los grandes medios.