Este sábado, 11 de junio, es y debe ser un gran día para este país.
La coalición Bildu llegará al gran día de la constitución e las instituciones más cercanas al pueblo, con los deberes muy bien hechos.
Hemos sido los depositarios de 313.000 votos que nos han dado más de 1.100 concejales y la posibilidad y el deber de gobernar decenas de ayuntamientos. Y estamos dispuestos y dispuestas.
1‑Nuevo mapa político
A partir de mañana, variará de raíz el mapa político e institucional de este país, sustentado todos estos años en una Ley de Partidos y una política de bloqueo desde Madrid, que ha vetado la participación de todas las formaciones políticas, también en esta ocasión. Tras los resultados del 22 de mayo y el mandato emanado de las urnas, está política de bloqueo tiene que finalizar.
Porque este pueblo ha apostado y apuesta mayoritariamente por el cambio con mayúsculas, por un nuevo tiempo político, tiempo de ilusión y esperanza, que debe traer el avance definitivo en la normalización política de este país.
Mañana este nuevo tiempo se instalará en los ayuntamientos de los cuatro territorios reflejando esa mayoría social abertzale y de izquierdas que ocupará un sitio prioritario, adquiriendo centralidad para los próximos cuatro años.
2‑Ejes de actuación
Este pueblo ha apostado por el cambio, ha dicho que no le vale este marco político y que quiere cambiar esta sociedad injusta. El mandato popular es claro y lo vamos a cumplir.
En este sentido, desde la coalición Bildu el primer gran eje de actuación y punto de encuentro con la sociedad irá dirigido a la búsqueda de la normalización política: Estamos firmemente comprometidos con la paz, con la normalización política, para que todos los proyectos políticos sean posibles, para que todas las formaciones políticas sean legales, también Sortu, para que los presos vuelvan a casa, para que todas las violencias desaparezcan y todos los derechos sean respetados.
El segundo gran eje de actuación y punto de encuentro estará dirigido a abordar un proyecto de cambio económico y social progresista, a través de políticas de reparto de la riqueza en materia fiscal y social, de conceptos alternativos de desarrollo económico, en definitiva, planteando un nuevo modelo de desarrollo para nuestros pueblos y para nuestro país.
Trabajaremos para aportar a la construcción nacional en todas sus dimensiones: cultural, lingüístico, institucional…
Trabajaremos para dar forma a un proyecto independentista y de cambio social.
3‑Democracia participativa
Traeremos aire fresco a las instituciones y abriremos de par en par las puertas de los ayuntamientos.
Vamos a ser la garantia del cambio politico y social y los ciudadanos seran los principales protagonistas de ese cambio. Los ciudadanos se situaran al frente del cambio en nuestros ayuntamientos.
La gestión de todos los alcaldes y concejales de Bildu estará a disposición de la ciudadanía que nos ha traído hasta donde estamos, y caminaremos de la mano en la acción municipal.
Vamos a abrir de par en par las puertas a la participación ciudadana, con mesas sectoriales, con la participación de las trabajadoras y trabajadores; vamos a articular todos los instrumentos para que ser vecina o vecino en los ayuntamientos que gobernemos no sea una circunstancia pasiva sino un agente activo en el diseño del día a día de nuestros pueblos y barrios.
4‑El cambio está en marcha
En consecuencia, el cambio ya está en marcha. Estamos ante una oportunidad histórica, con una alternativa soberanista fuerte y capaz de cambiar desde las instituciones la situación política y social de este país. Este es nuestro reto.
Un reto que asumimos desde las alcaldías y de la misma manera y con el mismo esfuerzo desde la labor de oposición, siempre con absoluta responsabilidad. Todos tenemos la obligación de actuar con altura de miras.
Así lo haremos nosotros. Con propuestas para contribuir a solucionar los problemas que políticos, económicos, sociales y culturales que afrontamos. Y tenemos gente preparada, equipos humanos y profesionales. Y además, ganas, ilusión y empuje para gestionar esas instituciones y convertirlas en la palanca con la que romper el inmovilismo y apuntalar ese cambio que, más que necesario, parece imprescindible.
5‑Las urnas han hablado: manos a la obra
La sociedad ya ha decidido y los cálculos partidistas no pueden y no deben obstaculizar ni defraudar el resultado de las urnas. Y lo decimos desde el único interés que nos mueve que no es otro que avanzar como país, avanzar en la libertad, en el desarrollo social y en el bienestar.
Mañana, 11 de junio, se conformarán las instituciones y Bildu hará lo que los miles de votantes le exigen: impulsar el cambio en todas las instituciones, gobernando y en la oposición.
Aquellos que, sin embargo, se opongan al cambio político, institucional y social y se enroquen en las alianzas y recetas caducas para entorpecerla, saben de antemano que han perdido la batalla de la adhesión popular y de las ideas y que solo les queda la trinchera del bloqueo que no conduce a ninguna parte.
Por eso, desde la más absoluta tranquilidad y seguridad de ir remando en la buena dirección, mañana celebraremos el día, como celebramos el 22 de mayo, con el pueblo y desde el pueblo.