El día 22 de julio de 1936, cuatro días después del alzamiento franquista, el pueblo de Otxandio fue bombardeado por las fuerzas golpistas causando la muerte de un total de 61 personas, entre ellas la gran mayoría civiles. Este hecho y los años de guerra y postguerra que le siguieron, han marcado directamente la vida de toda una generación de otxandiotarras, y a su vez se ha convertido en una referencia vital de enorme trascendencia para las generaciones venideras. Testigo de ello es el homenaje anual a los asesinados que se viene celebrando en la plaza Andikona (principal escenario del bombardeo) desde 1978.
En el año 2006, con motivo del 70 aniversario, se constituyó en Otxandio una comisión para la recuperación del olvido del que fuera el primer bombardeo aéreo en la península contra la población civil, y uno de los primeros de Europa. Esta comisión se propuso la tarea de acometer una labor de recuperación de memoria histórica durante los siguientes cinco años, tratando de documentar e investigar este periodo histórico y recoger el testimonio de aquellas personas que sobrevivieron al bombardeo y a los nueve meses en los que el frente se situó en las inmediaciones del municipio.
El trabajo realizado por la citada comisión ha sido abundante e intenso. Comenzó con el multitudinario homenaje tributado a los supervivientes de la guerra el 23 de julio del 2006. Se consideró que tras largas décadas de olvido era necesario el reconocimiento popular e institucional del sufrimiento de centenares de víctimas inocentes de unos hechos que jamás debieron de haberse producido. El homenaje en el que participaron más de 200 supervivientes, contó con la asistencia de representantes de diversas instituciones, partidos políticos y organizaciones sociales.
En la línea del compromiso adoptado para la documentación de los hechos en cuestión, y en colaboración con Eusko Ikaskuntza, se publicó la convocatoria de una beca para la elaboración de un trabajo de investigación. El beneficiario de la beca, Zigor Olabarria, es el autor del libro, producto de más de año y medio de intenso trabajo, titulado “Gerra zibila Otxandion”. Junto al libro, se ha editado un documento audiovisual que recoge los testimonios directos de más de 25 supervivientes.
En paralelo al trabajo de la comisión, el ayuntamiento ha acometido la restauración urbanística de la plaza Andikona que contará con la obra del escultor Nestor Basterretxea “Heriotza zerutik etorri jakun”.
El ciclo abierto hace cinco años llega a su fin cuando se cumplen 75 años del bombardeo. Cinco años de recuperación de memoria histórica de uno de los periodos más oscuros de la historia moderna, que ha pretendido rescatar la dignidad de los perdedores, aprender de lo vivido, y asentar los pilares de la reconciliación y la convivencia pacífica. Inmersos en pleno ambiente festivo, este año conmemoramos el 75 aniversario que contará con los siguientes actos:
22 de julio (fecha exacta del 75 aniversario del bombardeo):
19:00 horas: Pleno municipal en el ayuntamiento para la aprobación de “La declaración de Andikona sobre el derecho del pueblo vasco a la paz”.
19:30 horas: Presentación del libro de Zigor Olabarria “Gerra zibila Otxandion” en el Bolaleku.
22:30 horas: Acto conmemorativo en la plaza Andikona, con la participación grupos culturales locales. También se proyectará un documental-cortometraje en el que han participado numerosos vecinos/as de Otxandio.
24 de julio:
13:00 horas: Acto institucional en la plaza Andikona. Inauguración de la plaza Andikona y la escultura “Heriotza zerutik etorri jakun” de Nestor Basterretxea. Se prevé la presencia del autor, así como de representantes políticos e institucionales, y de organizaciones sociales y culturales que trabajan en la recuperación de la memoria histórica.
Este homenaje anual que nació desde la sociedad civil, se viene celebrando en la plaza Andikona desde finales de los años 70. Finalizado el recorrido de cinco años para la recuperación de la memoria histórica, se pretende otorgar a este acto el carácter institucional que merece. Para ello, por encima de opciones políticas y relijiosas debe reflejar un espíritu neutral y aglutinador. Después de comunicárselo directamente a la comunidad cristiana, este año el acto de Andikona no contará con la participación de la iglesia.