El alcalde de San Sebastián, Juan Carlos Izagirre, reconoció ayer que no acudirá a la tradicional Salve a la Virgen en la basílica de Santa María del Coro que se celebra esta tarde [por ayer], ya que «un acto religioso debe quedar aparte de lo que es la actividad política del Ayuntamiento». Asimismo, señaló que, de cara a próximos años, no tiene previsto recuperar la comitiva oficial de autoridades.
«Es un acto en el que no vamos a participar como gobierno municipal; posiblemente algún miembro pueda acudir a la Salve, pero oficialmente no se va a ir. Se considera que un acto religioso debe quedar aparte de lo que es la actividad política del Ayuntamiento», manifestó en una entrevista concedida a Radio Nacional. Aclaró que él tampoco estará presente a título personal. El grupo municipal de Bildu de Bilbao también decidió no tomar parte en las celebraciones religiosas que tendrán lugar en la Semana Grande bilbaína. La coalición hizo pública ayer una nota en la que explicaba que esta decisión está basada en el «respeto a la laicidad».
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Este principio, sostiene la coalición abertzale, «debe ser fundamental de la acción de gobierno y la administración municipal». Además, aboga por una «separación total» entre la administración pública y las diferentes confesiones religiosas existentes. A su juicio, el laicismo es el «único marco capaz de garantizar la convivencia de personas que tienen creencias y valores diferentes».
Bildu criticó la «creciente presencia oficial» de las instituciones en actos de carácter religioso «exclusivamente católicos», así como «el elevado dinero público» que se destina a la subvención de este tipo de eventos. Además, el grupo municipal bilbaíno calificó al obispo de Bilbao, Mario Iceta, como «representativo del ala más retrógrada de la Iglesia católica».
(Fragmentos del Correo)
La Haine