VIDEO-AUDIO:
http://www.youtube.com/watch?v=T91jE8BbN8Q
Radio Guiniguada entrevistó a Tamanaco de la Torre, integrante de la Coordinadora que no Calle el Cantor en Venezuela que se moviliza activamente en solidaridad con un cantor que es parte viva de la historia de América Latina: Julián Conrado, el cantor del pueblo colombiano, empujado a la clandestinidad por la intolerancia política del régimen colombiano.
La Coordinadora Que No Calle el Cantor explica cuál es la situación actual del cantor insurgente Julián Conrado, tras más de 146 días ilegalmente detenido en Venezuela, mantenido en el más flagrante limbo jurídico, pese a que la ley indica que debería ser liberado.
Tamanaco de la Torre: «Este es un drama que va para 5 meses… En estos momentos estamos en un limbo jurídico, entendiendo que lo jurídico es todo un andamiaje para justificar una estructura de dominación que heredamos… ¡pero es que ni siquiera ese andamiaje se respeta! Julián Conrado estuvo 66 días, desde el 31 de mayo, hasta el 5 de agosto, sin conocer la existencia de jueces, fiscales, abogados, incomunicado… de los cuáles 7 días amarrado, vendado… después de los 66 días logramos ponerlo “a derecho” »
Desde el 11 de junio hay un Habeas Corpus interpuesto, el cual aun no ha sido resuelto (¡cuando debería ser de obligatoria resolución de manera breve!).
Julián Conrado estuvo detenido- desaparecido durante 66 días; pero logró formular su solicitud de asilo gracias a la solidaridad… aun espera la resolución de este trámite que aun está en el limbo.
El gobierno colombiano no ha efectuado ninguna solicitud de extradición de manera legal. La solicitud de extradición tiene que ser efectuada legalmente en un lapso de 60 días a contar de la detención: el gobierno colombiano no efectuó su solicitud en los 60 días (Conrado estuvo ilegalmente recluido en Venezuela durante 66 días: detenido-desaparecido, sin acceso al derecho a defensa).
(minuto 6: 24) Periodista: El gobierno colombiano no ha hecho una solicitud formal; ¿no la hizo en el plazo correspondiente de extradición?
Tamanaco de la Torre:
«No la hizo ni a partir del 31 de mayo, pasaron 66 días, tampoco la hizo. A los 66 días la juez le da otro lapso de 60 días, porque incluso a partir de ahí es que la jueza arbitrariamente decreta que empieza nuevamente a contar el lapso; pero tampoco el gobierno colombiano tampoco la hace al cabo de esos (nuevos) 60 días. O sea: NO existe un estado requiriente y no existe un estado requerido. Por lo tanto no puede haber extradición.»
La situación de Julián Conrado es extremadamente preocupante:
Julián está siendo mantenido cautivo de manera ilegal, mediante mil argucias que buscan crear la idea de un limbo, para de repente entregarlo, una situación peligrosa, que vulnera sus derechos e impide una correcta defensa.
* Los derechos del cantor Julián Conrado están siendo violentados en el propio seno de la revolución bolivariana.
Mientras prosigue el cautiverio ilegal, el cantor sufre dolores, fiebre recurrente, graves problemas de próstata, degradándose su estado de salud.
* La solidaridad es indispensable para rectificar y que el presidente Chávez le otorgue inmediatamente el asilo político y humanitario a Julián Conrado.
* El poder popular en Venezuela reclama la libertad inmediata de Conrado y el posicionamiento claro y firme de las autoridades bolivarianas a favor de los procesos revolucionarios del continente, y el cese de las entregas de perseguidos políticos.
CONTEXTO y síntesis sobre el caso Julián Conrado:
El cantor Julián Conrado fue detenido el 31 de mayo en territorio venezolano por accionar conjunto de fuerzas represivas colombianas y venezolanas. Corre riesgo de ser entregado ilegalmente al régimen colombiano, régimen que ya ha empujado a la muerte, por torturas, a 7 presos políticos, sólo en los 6 primeros meses de este año 2011. El cantor está gravemente enfermo, y ha solicitado el Asilo por evidentes motivos de persecución política, y además humanitaria. Tanto la Convención de Ginebra, como la Convención Contra la Tortura, entre otras convenciones del DIH, así como las propias leyes de la constitución venezolana, impiden entregarlo.
El 25 de octubre 2011 se cumplen 5 meses de esta detención muy significativa, porque más allá del hombre, encarcelan a un Cantor de los pueblos, y porque más allá del Cantor incluso, la detención pone de relieve el tema de las entregas de perseguidos políticos al régimen colombiano, y el nefasto alineamiento a las políticas de cacería humana impuestas por EEUU con sus espurias listas, y sus mecanismos de geometría variable, como la propia Interpol que se niega a emitir órden de captura por los asesinos estadounidenses del periodista Couso en Irak, pero que se ensaña contra la izquierda, contra el pensamiento crítico.
Ya en abril 2011 fue entregado ilegalmente al régimen colombiano el periodista y sobreviviente al genocidio político contra la UP en Colombia, Joaquín Pérez Becerra. El periodista fue entregado por autoridades venezolanas que violaron la constitución venezolana y todo el DIH aduciendo que cumplían una orden de interpol; cuando es bien sabido que hasta las circulares de Interpol exigen una tramitación legal y se revocan por motivos de «persecución política», como reza el propio numeral 3 del reglamento de Interpol relativo a esos trámites.
Para impedir la entrega del Cantor Julián Conrado se necesita dar a conocer esta realidad, y manifestar la solidaridad de los pueblos. Las entregas de perseguidos políticos a un régimen torturador como el colombiano, no sólo contravienen el DIH, la Convención Contra la Tortura, sino que contravienen la ética del proceso que muchos hemos apoyado en Venezuela, como esperanza de cambio hacia una sociedad más justa.
Por eso se apela al respeto por el DIH y por la ética que debe ser fundamento imprescindible del proceso bolivariano en Venezuela. Por respeto por la Convención de Ginebra corresponde que Venezuela le otorgue asilo a Julián Conrado o lo remita a un 3er país neutral. Por respeto por la Convención Contra la Tortura no puede ser entregado a un estado torturador como lo es el régimen colombiano.