1.- Un cuento largo
Dicen que fue un 2 de enero del año 40: dicen que la virgen, todavía en vida, es trasladada por los ángeles a Cesaraugusta portando consigo una columna.
Dicen que el hecho está escrito en un códice del siglo XIII. “Sucedió en otros tiempos, in ello tempore… Afirman y predican que la fiesta del Pilar tiene su fundamento en hechos históricos. Eso es rotundamente falso, falso de arriba abajo. Será fiesta, habrá ofrendas florales, se cantarán jotas, desfilará la tropa, se besará el pedestal, habrá cien mil misas, corridas y matanzas de toros… pero el sustento histórico es legendario. Más claro: No sucedió nada de lo que dicen”.
Todavía en el 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) desestimó el recurso de dos guardias civiles que pedían la retirada de una imagen de la Virgen del Pilar del cuartel de Almodóvar del Río (Córdoba). “En realidad, trasciende el ámbito de lo puramente religioso para adquirir otra dimensión que es más histórica que otra cosa. O dicho de otro modo, lo que hay es una tradición histórica que supone que la aceptación del empleo del icono mariano no se haga por razones de profesión de culto, situándose en un plano donde juegan otros referentes simbólicos o emocionales que no tienen por qué contactar con el hecho religioso en sí mismo”, reza la sentencia de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo.
2.- El bautizo de una rapiña
La ley 18⁄1987 (BOE 241⁄1897) «establece el Día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre» y prescinde de la denominación Día de la Hispanidad.
En 1926 propuso el cura español Zacarías de Vizcarra que “Hispanidad” sustituyera a “Raza”. En 1934 Ramiro de Maeztu escribió un libro “En defensa de la Hispanidad”. Y Unamuno prefiere “Hispanidad” a “Españolidad”. Y, por fin, por decreto de la Presidencia del Gobierno se establece el 9 de enero de 1958 que: «Dada la enorme trascendencia que el 12 de Octubre significa para España y todos los pueblos de América Hispana, el 12 de Octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad.»
Por el Real Decreto 3217⁄1981, publicado en el Boletín a inicios del 82 se bautiza el 12 de octubre como «Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad”
La denominación del 12 de octubre como Día de la Raza, destinada a “exteriorizar la intimidad espiritual existente entre la Nación descubridora y civilizadora y las formadas en el suelo americano”, fue creada por el ex ministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, Presidente de la Unión Ibero-Americana, que en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre
La Unión celebró por primera vez la «Fiesta de la Raza Española» en 1914 y se transformó en fiesta nacional por ley de Alfonso XIII el 15 de junio de 1918
3.- Carlos Mamani
Comenta a este respecto el boliviano Carlos Mamani, uno de aquellos 33 mineros atrapados en la mina san José en Chile el año pasado, que “hasta antes de la venida de Colón a esta parte del mundo, a las gentes y a las naciones no se les llamaban indias; identidades y desarrollos propios marcaban una convivencia cuyos principios, están siendo gradualmente reconstituidos, revalorados y puestos en agenda. El asombro de Colón por la calidad de gentes con que se encontró en el lejano año de 1492, al descubrir la generosidad con que los nativos intercambiaban sus productos entre ellos el oro, se trocó en malicia: dejó de ser un mercader y se convirtió en salteador. Para el expolio se sirvió de la violencia y el terror sin límites.
Se justificó el robo mediante razones racistas, por la “desnudez del indio”, que según Colón carecía de dios, de ley y de rey; era un objeto del que podía disponer a su antojo. Años más tarde Ginés de Sepúlveda escribió un tratado sobre las justas causas de la guerra contra los indios donde estableció que la relación entre español e indio era la del cazador y su presa. La angurria, la codicia de los europeos encontró sustento en oscuras creencias religiosas y en la legalidad de una monarquía poseída por el fanatismo, los reyes católicos. Para la extracción del oro de las minas y lavaderos de la isla de Haití (La Española) Colón y sus secuaces acabaron con nada menos que la vida de 3.500.000 personas, como fue testimoniado por Bartolomé de las Casas. Hernán Cortés como Franciscos Pizarro no hicieron más que mejorar esa primera experiencia. La carnicería, como la ocurrida el 16 de noviembre de 1532 cuando fue secuestrado el Inka Atawallpa, fue el método para el escarmiento, la despersonalización y la humillación de la víctima.
En los inicios de la invasión, ningún pueblo ni ninguna autoridad tenía por qué hacer caso de unos atrabiliarios vagabundos, ellos se presentaban en nombre de “dios” y de desconocidos gobernantes, y acto seguido exigían el oro y cuanta cosa preciosa hubiere, además de víveres, que se los gastaban en una orgía de festines. La indiferencia y la ofensa legítima entonces eran calificadas por los extranjeros de sublevación, rebeldía, traición, odio, etc. Se victimizaban para dar rienda suelta a sus instintos criminales y latrocinio”.
El 12 de octubre: o cómo hacer de una tragedia y un saqueo una fiesta, o cómo fabricar con un cuento un altar de mentira y engaño. Nada extraño que el presidente venezolano Hugo Chávez y el entonces Ministro de Educación Superior Manuel Moncada se adelanten en el 2002 al 12, y denominen el 11 de octubre como el Día de la resistencia indigna.