Eman botua AMAIUR.
Sabemos por experiencia, o al menos lo intuimos, que las elecciones en si mismas no sirven para resolver los problemas reales de nuestro pueblo y mucho menos para satisfacer el anhelo de justicia y libertad, por el cual tantas generaciones de vascos y vascas han padecido la represión más brutal. Las elecciones son utilizadas por la burguesía para perpetuar su poder político pero también sabemos que cualquier resultado de las elecciones no es lo mismo.
Aún resuena el eco de la escandalera protagonizada por PP y PSOE a consecuencia de los resultados obtenidos por BILDU en las recientes elecciones municipales y forales y la decisión ‚transmitida a través de sus medios de comunicación, de poner coto en la forma apropiada a tan “peligrosa deriva del estado de derecho”. Del suyo ‚se entiende.
Las elecciones generales españolas del próximo 20N llegan en un momento en el que la credibilidad del sistema político, incluyendo su propia Constitución de 1978 está bajo mínimos. El mantenimiento de la represión política y por supuesto social en un “estado de excepción” de hecho, sobre una gran parte de la población de nuestro país, unido a las amenazas reiteradas de actuación contundente contra la disidencia política y social, expresan el temor de los representantes políticos del Estado al fortalecimiento de las opciones independentistas y soberanistas de izquierda.
Los comunistas abertzales sabemos que la vía electoral, no sólo es que sea insuficiente aislada de otras formas de lucha, sino también que presenta graves riesgos de asimilación por parte de sistema. La transformación social, e incluso el avance parcial en la situación de la clase trabajadora y los sectores populares, dependen de la lucha social y no de los resultados electorales. Estos, en el mejor de los casos, reflejan los avances producidos en la lucha de clases. El abandono de la lucha social por parte de distintas organizaciones de izquierda para dedicarse exclusivamente a actividades electorales es la expresión política de la renuncia a la transformación social.
Pero la acumulación de fuerzas, también expresada a través de las elecciones, permite a los sectores menos comprometidos y escépticos de nuestro pueblo a visualizar que la consecución de un estado socialista vasco no sólo será necesario, sino también posible.
Por tanto, la combinación de todas las formas de luchas políticas y sociales, sean legales o ilegales, pacíficas o violentas (cuando las impone el enemigo) es algo que tiene que ser administrado con la inteligencia precisa para el avance del Movimiento en su conjunto hacia la consecución del objetivo final. En este sentido la participación electoral, puede ser usada como un arma más en la lucha revolucionaria, a condición de que la movilización de masas haya reconocido, al menos en parte, a un determinado referente político como expresión de los objetivos de su lucha.
EUSKAL HERRIKO KOMUNISTAK (EHK), como organización que pertenece al MLNV para la consecución de una Euskal Herria independiente y socialista, considera de todo punto necesario el fortalecimiento de la alianza electoral en curso, representada por AMAIUR. También creemos que es especialmente importante que aquellos sectores, colectivos o personas que albergan dudas o suspicacias sobre los riesgos o insuficiencias de la actual estrategia política, las manifiesten y corrijan en su actividad política interviniendo activamente en ella.
Además tenemos urgencias que resolver, en las que pueden influir positivamente la obtención de unos buenos resultados. La primera es la excarcelación de tod@s nuestr@s políticos y la vuelta a casa de los exiliad@s para que ‚además, sea posible su participación en el proceso político.
La segunda, el reconocimiento del derecho de autodetermianción que posee todo pueblo para poder caminar hacia la independencia nacional cuyo ejercicio es uno de los objetivos realizables a corto-medio plazo como elemento especialmente importante en el proceso de acumulación de fuerzas tanto en el aspecto cuantitativo como cualitativo.
Y tercero, tenemos pendiente la intensificación de una presión política, a través de las instituciones en las que estamos presentes y en las calles para frenar el expóleo al que se está sometiendo a los trabajador@s en beneficio de una minoría social generadora y beneficiaria a la vez, de la actual crisis económica.
Despidos masivos, la desesperanza de quienes ven que se les acaba la prestación por desempleo, los desahucios, la angustia de no llegar a fin de mes, la ausencia de futuro para l@s jóvenes, la explotación cada vez más brutal de quienes trabajan, el precio de las viviendas y las hipotecas que llevan consigo, la destrucción de servicios públicos básicos como la sanidad y la educación, la depredación del medio natural, la opresión específica de las mujeres y, en definitiva, de la barbarie instalada en las relaciones sociales, nada de todo ello tiene solución en el capitalismo.
Para ello es necesario que la clase trabajadora de Euskal Herria recupere la iniciativa y el papel protagonista que en las décadas de los setenta y ochenta llevaron a a nuestro pueblo a arrancar conquistas sociales y políticas que están en grave peligro de ser laminadas definitivamente por la acción combinada de la oligarquía española con la fracción de la burguesía autóctona dominante, representada políticamente por el PNV-UPN.
Todas estas luchas no nos van a situar ya en el umbral de una república independiente y socialista. El camino será largo, con avances y retrocesos, pero Euskal Herria, con su Pueblo trabajador al frente avanza poco a poco, sin prisa pero sin pausa, hacia la República socialista de Euskal Herria.
JO TA KE IRABAZI ARTE!!!
GORA EUSKAL HERRIA ASKATUTA!!!
GORA EUSKAL HERRIA SOZIALISTA!!!