Diego Cañamero, emocionado, es elegido Portavoz Nacional del SAT por unanimidad,a pesar de que había manifestado su voluntad de no seguir desempeñando este cargo. En su intervención Diego recuerda la necesidad de un relevo generacional en las labores de representación y dirección del sindicato, y declara que quiere jubilarse trabajando en el campo. Es importante buscar un nuevo portavoz nacional para el siguiente congreso, o incluso a ser posible antes.
Los portavoces deben ser gente con realidad detrás. Hay que aprender de Diamantino: primero el sacrificio por la causa, y luego todo lo demás. El SAT debe ponerse al servicio de la transformación social,y no sólo en la teoría. Debe vincularse a los movimientos transformadores, no sólo al movimiento obrero, sino a los movimientos sociales y vecinales en general, al movimiento contra la guerra, etc.
Debemos cargar nuestras mochilas de energía, esperanza, entusiasmo. Debemos convertir el SAT en el instrumento número 1 para la lucha de los trabajadores en Andalucía, extendiendo valores como los de Marinaleda, pueblo solidario con capacidad para ayudar y sacrificarse por otros pueblos.
Tras su intervención, el congreso cantó el himno de Andalucía con los puños levantados y coreó consignas por la independencia.