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* ESCUCHE AQUÍ AL PRESIDENTE CHÁVEZ
10 de diciembre de 2011.- A continuación el Artículo de Opinión titulado: El verdadero objetivo del ataque a Irán: Rusia del Profesor Juan C. Villegas, del que hizo mención el presidente Hugo Chávez durante la transmisión del programa Dando y Dando, de VTV, este viernes
Robert Gates, Secretario de Defensa de EEUU, declaró recientemente estar
cansando de repetir, junto con Bush y Condoleezza Rice, que «no tenemos
intenciones de atacar a Irán” . En ese mismo sentido, la conocida revista
Stratfor, la cual se ocupa de temas de seguridad y defensa, señaló en un
artículo del 30 de enero pasado que: “el despliegue [del portaviones USS
John Stennis] ha conducido a la especulación de que se está colocando a
éste y su grupo de choque junto con el [portaviones] USS Eisenhower… a fin
de incrementar la presión sobre Irán. Sin embargo, este despliegue…es algo
usual para la Armada de EEUU…en el apoyo de varias operaciones militares
en el medio oriente… El despliegue del Stennis en el Golfo Pérsico no es
en respuesta a nada que Irán haya hecho recientemente”. Más adelante
Stratfor concluye: ”El movimiento del USS Stennis en el Golfo Pérsico no
es algo anormal”.
Dice SunTzu en El Arte de la Guerra: Si ves a tu enemigo hablar con
palabras engañosas, pero sigue haciendo preparativos, es que te va a
atacar. La misma revista Stratfor deja entrever, sin embargo, la
posibilidad de desplegar rápidamente en el Golfo Pérsico, “si fuera
necesario”, otros dos portaaviones: el USS Truman y el USS Nimitz; además
de otras naves de combate, buques escolta y portahelicópteros. Si
recordamos que EEUU posee en total unos 10 portaaviones nucleares de la
clase Nimitz, además del refaccionado USS Enterprise : ¿por qué desplegar
una fuerza tan descomunal (real o potencial) en el Golfo Pérsico, si lo
que se persigue, como sugiere interesadamente Stratfor, es proseguir con
operaciones normales de rutina y maniobras de recertificación?
Sam Gardiner, un ex coronel de la fuerza aérea de EEUU, el cual ha
participado en simulacros de ataques a Irán, declaró recientemente1:
«[Robert] Gates dijo que no hay planes de guerra, pero sabemos que eso no
es cierto. Probablemente quiso decir que no hay planes para un ataque
inmediato…Todos los movimientos de las últimas semanas son precisamente
los que se hacen cuando se va a realizar una ofensiva aérea. Debemos
eliminar la teoría de que Estados Unidos no lo haría porque está demasiado
ocupado con Irak».
El 13 de febrero, Prensa Latina recoge la exigencia de Moscú acerca de la
aclaratoria de las palabras de Robert Gates, en su comparecencia ante el
Comité de Defensa de la Cámara de Representantes de EEUU, cuando habló
acerca la necesidad de contar con una “gama completa de oportunidades
militares, incluidas las fuerzas terrestres para combatir contra grandes
ejércitos y las unidades flexibles para llevar a cabo operaciones
especiales en la guerra antiterrorista…No sabemos cuál será la evolución
en lugares como Rusia, China, Corea del Norte e Irán”
Ya el 10 de febrero, según reporta BBC Mundo , Vladimir Putin había
dirigido duras palabras al Gobierno de Estados Unidos, en el marco de la
Conferencia Internacional de Seguridad celebrada en Munich: «Un país,
Estados Unidos, ha sobrepasado sus fronteras en todas las formas, y esto
es muy peligroso. Ya nadie se siente seguro en el planeta porque ninguno
se puede amparar bajo las leyes internacionales…el peligroso trato de
Estados Unidos a las relaciones internacionales está alimentando una
carrera nuclear»
Putin sabe que desde la caída del régimen comunista-reformista de
Gorbachev, y el posterior desmembramiento de la URSS; EEUU y Europa
Occidental han estado maniobrando, en un proceso paciente y metódico, en
la dirección de ir aislando a Rusia de su entorno histórico y áreas de
influencia. La “Revolución Naranja” en Ucrania y la “Revolución de las
Rosas” en Georgia, preparadas ambas por la CIA, pero vendidas en el mundo
entero como el fruto de “movimientos espontáneos”; es sólo dos de las más
recientes acciones encubiertas del Imperio norteamericano, en la dirección
de ir destruyendo paulatinamente la maniobrabilidad de Rusia en el
escenario Euro-asiático.
Veamos la región que hace costas en el mar Caspio, empezando por el norte
en el sentido de las agujas del reloj: Rusia, Kazajstán, Turkmenistán,
Irán y Azerbaiyán. También es conveniente tener en cuenta que al norte del
Caspio, Ucrania, aunque no tiene costas en ese mar, forma una “pinza” con
Kazajstán; encerrando la región rusa comprendida entre las ciudades de
Tsaritsin (antes Volgogrado o Stalingrado) al este y Rostov del Don al
oeste. Cuando Hitler atacó Rusia en junio de 1941 lo hizo por tres frentes
principales: al norte, hacia Leningrado (actual San Petersburgo), por el
centro con dirección Esmolensko (Smolensk)-Moscú, y al sur hacia Kiev,
tomando luego la ruta Rostov del Don-Stalingrado. Como sabemos, luego de
un avance demoledor, los cuerpos de ejército alemanes fueron detenidos en
las fueras de Moscú, Leningrado, y fundamentalmente en Stalingrado; cuyo
sitio cobró la vida de al menos un millón de personas.
Me quiero referir al eje Rostov del Don-Stalingrado en Rusia, por la vía
de Ucrania. Bush, al igual que Hitler, sabe que es posible aislar una
enorme franja de territorio ruso entre Rostov del Don, Tsaritsin y las
costas de los mares Caspio y Negro, Georgia y Azerbaiyán en el sur, en la
región transcaucásica. Sin embargo, dos países bloquean el control total
alrededor del sur de la Rusia europea: Siria e Irán. Siria es un país
mucho más pequeño que Irán, con costas en el mediterráneo, y rodeado por
Estados cuyos gobiernos son abiertamente pronorteamericanos: Turquía,
Iraq, Jordania e Israel. EEUU y sus aliados europeos han trabajado desde
hace mucho tiempo tratando de derribar el régimen sirio, fomentando, por
ejemplo, conflictos en el cercano Líbano, y haciendo ver también que Siria
apoya a la insurgencia en la guerra de Irak; con el fin de justificar una
acción militar simultánea contra ese país, en la eventualidad de un ataque
de EEUU a Irán.
El problema mayor, indudablemente, es Irán. Un país intacto, con pocas
secuelas de la guerra que libró en la década de los 80 contra Irak (por
instigación de EEUU), con más de 70 millones de habitantes , con un PIB de
los más altos de la región, con una estructura social del Estado que
cohesiona a su población a través de la religión, con iniciativas y
desarrollo tecnológicos propios muy importantes; y con un enorme control
estratégico sobre la costa este del Golfo Pérsico, desde Kuwait hasta más
allá del estrecho de Ormuz (“la garganta del mundo”), en el Golfo de Omán.
En resumidas cuentas, Irán es el último y más fuerte bastión a derribar
por EEUU y sus aliados, en el control del paso entre medio oriente y el
sur de Asia. La caída del régimen Talibán en Afganistán, y de Saddam
Hussein en Irak, y el establecimiento de gobiernos títeres
pro-norteamericanos en esos países, ha cercado peligrosamente a Irán al
este y oeste; con el mar Caspio al norte y el Golfo Pérsico al sur.
EEUU necesita, sin embargo, una excusa para atacar a Irán. La supuesta
existencia de armas atómicas en el país persa (al igual que las Armas de
Destrucción Masiva en Irak, el Hundimiento del Maine en La Habana, o el
incidente en la Bahía de Tonkim en Vietnam) es el falso motivo para
iniciar explícitas operaciones militares contra Irán. EEUU sabe que ese
país no posee artefactos nucleares; como sí los tiene por ejemplo Corea
del Norte, y he allí porque atacan a uno y no lo hacen con el otro. El
Imperio norteamericano, al igual que cualquier animal de presa, se lanzará
contra los débiles, los enfermos, los descuidados o los incautos. En raras
ocasiones atacará a una presa joven, fuerte, decidida y que forme manadas;
a menos que se encuentre en una situación de desesperación y hambre
extremas. Lamentablemente, EEUU está al borde de su existencia como nación
dominante y hegemónica: histórico déficit fiscal, obsolescencia
tecnológica, pérdida acelerada de influencia política, derrotas
simultáneas en Irak y Afganistán; además de unas fuerzas armadas que
devoran al menos la tercera parte del presupuesto gubernamental; amén de
la torpeza, arrogancia, decadencia y sabelotodismo de su elite política.
Ahora, cual fiera herida y acorralada, el Imperio norteamericano es en
extremo peligroso.
La caída de Irán, posibilitará estrangular el sur de la Rusia europea, que
como lo he dicho anteriormente, a través de un efecto “pinza”, permitiría
cercenar un enorme trozo del territorio ruso, al mejor estilo de Hitler.
La acción de los chechenos en Georgia y los conflictos separatistas en
Osetia del Sur, en la misma región; es un buen caldo de cultivo para
acciones militares que crearían incertidumbre, caos y enfrentamientos
entre las distintas nacionalidades y grupos étnicos del sur-europeo de la
Federación Rusa.
Desde hace mucho tiempo, los estrategas militares saben que Persia es la
llave que abre la puerta de comunicación entre Europa y el sur de Asia.
Putin sabe también que la toma de Irán traerá un efecto dominó sobre sus
territorios sur-europeos que pudieran ser cercenados, bien sea por una
acción directa (menos probable) de las fuerzas de EEUU-Europa en una
eventual toma de Irán, o por acciones encubiertas de agentes del
Imperialismo que inciten la secesión de nuevas “Repúblicas” en el Cáucaso
Ruso. Ucrania y Kazajstán se prestarán, en forma activa o pasiva, en este
desmembramiento.
Teniendo EEUU total control en el eje Pakistán (Musharraf)-Afganistán
(Karzai)-Irán (?)-Irak (Talabani)-Siria (?), dominará toda la ruta que
conduce a China desde Europa. Logrará además, proteger, de doble forma,
toda la enorme frontera sur de la Rusia centro-asiática, “acorralándola”
entre las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y
Tayikistán. Si Irán no es conquistado, el eje antes mencionado estaría
(como está ciertamente en este momento) fracturado en dos grandes trozos.
Siria es sólo la culminación natural de ese eje estratégico en las costas
del mar mediterráneo.
A mi modo de ver, los objetivos del Imperio norteamericano son muy claros:
a) aislar a Rusia de su influencia en su frontera sur; b) Desmembrar la
región entre Rostov del Don, Tsaritsin, los mares Negro y Caspio; c)
establecer una comunicación directa desde Europa hasta China, con el fin
de presionar, amenazar y cercar a China, en una nada hipotética acción
militar-comercial sobre la nación asiática; d) obligar a Moscú, por la vía
de los hechos, dada la conquista de Irán, el estrecho de Ormuz, y los
inmensos y ricos yacimientos de hidrocarburos del medio oriente, a la
concesión de suculentas ventajas en la distribución de gas a Europa a
través del gasoducto que cruza Ucrania; el arribo de un gobierno más
“moderado” y “responsable” en el Kremlin; la prohibición de venta de
equipos militares a “gobiernos díscolos”, como el de Venezuela, y el
establecimiento de conversaciones con los grupos autonomistas y
secesionistas rusos, con el fin supuesto de disminuir las “tensiones
étnicas” de los distintos “pueblos” y “nacionalidades” que conforman la
Federación Rusa, y que tendrían “derecho a la autodeterminación”. La
hegemonía mundial, absoluta, corrupta y depredadora de EEU-Europa habría
comenzado. La única salida que tendrían Rusia y China estaría sustentada
sobre su armamento nuclear. El resto del mundo veríamos inermes, la
destrucción de un planeta llamado tierra.