Hace unos días se conoció la carta abierta de Julián Conrado a Silvio Rodríguez: una carta escrita al poeta y cantor Silvio Rodríguez que se hizo querer en el alma de los pueblos por su maestría poética, pero sobretodo porque su maestría poética radica en valorar los esfuerzos revolucionarios y la lucha por la justicia; una carta enviada por el cantor revolucionario Julián Conrado que hace vivir, en carne y hueso las más profundas y comprometidas poesías revolucionarias.
Julián Conrado encarna las figuras poéticas enaltecidas en las canciones de Silvio.
Un hombre, concreto, de carne y hueso, con sus enfermedades y dolencias, con su corazón sufrido por la sorpresa de lo que hoy vive en Venezuela, un hombre tan coherente y humano como Julián Conrado es la dignidad revolucionaria, la poesía de la esperanza y de la lucha hecha vida, pulmones, corazón y mente. En su pluma lúdica le escribe una carta a Silvio que es una carta a un hermano.
Cuando la poesía cobra vida y le escribe al poeta, se mueven los cimientos del corazón humano, para guiarlo a la solidaridad internacionalista que es la ternura de los pueblos.
Carta de JULIÁN CONRADO a SILVIO RODRÍGUEZ
Desde cuando mataron al Padre Camilo, cabalgo sobre el Unicornio Azul con mi cañón de garganta de futuro, ayudando a la era a parir ese corazón que tanta falta nos hace para ser un Tilín mejor. Para mí no ha sido un sueño los aviones que nublan el día, lo he sufrido en carne propia, ¡tanto! que ya perdí la cuenta de las veces que he sentido en mi cabeza los cristales molidos (…) Según los acuerdos, tratados, leyes internacionales y las propias de Venezuela, mi extradición a Colombia o Estados Unidos, donde me esperan los verdugos del capital para machacar mis manos y mi boca, es imposible»
Por Julián Conrado
CARTA DE JULIÁN CONRADO A SILVIO RODRÍGUEZ
¡Feliz Cumpleaños Trovador!
Hola Silvio:
Porque no hacen falta alas para viajar a Cuba, hoy 29 de noviembre desde mi prisión en Caracas, Venezuela, te doy un amoroso abrazo:
¡Feliz Cumpleaños hermano mío! Gracias por tu canción que es como un libro, una palabra, una guerrilla.
Para sepas algo de mí, yo soy de los de la mesa sin mantel, de los que huelen a callejuela, a palabrota y taller. Soy al igual que tú, un alzado en canto; otro Necio que no le gusta sentarse en la silla a esperar que otros hagan el camino.
Desde cuando mataron al Padre Camilo, cabalgo sobre el Unicornio Azul con mi cañón de garganta de futuro, ayudando a la era a parir ese corazón que tanta falta nos hace para ser un Tilín mejor.
Para mí no ha sido un sueño los aviones que nublan el día, lo he sufrido en carne propia, ¡tanto! que ya perdí la cuenta de las veces que he sentido en mi cabeza los cristales molidos de la muerte: ya yo sé a qué le sabrá la cerveza al sepulturero cuando acabe de darme abrigo.
Los achaques de los años, las enfermedades propias de la selva y los terroristas del Cara Pálida deterioraron mi salud de tal manera que me vi obligado a buscar refugio y asistencia médica en la Venezuela de Simón Bolívar y Alí Primera… Pero ¡oh, melancolía!: resulte en el buche de una extraña serpiente que me ha engullido sin importarle para nada el trébol de cantos libertarios de mi sien.
Según los acuerdos, tratados, leyes internacionales y las propias de Venezuela, mi extradición a Colombia o Estados Unidos, donde me esperan los verdugos del capital para machacar mis manos y mi boca, es imposible jurídicamente, y moralmente, más imposible todavía. ¡Qué dirán José Manuel Baca “Cañoto”, Benjo Cruz, Víctor Jara, Alí Primera, Carlos Puebla, Mercedes Sosa, Violeta Parra, El Gordo Páez!
Trovador de la razón y el equilibrio, salúdame al enanito de afán risueño, dile que me tienen preso por el único “delito” de atreverme a cantar por la Paz con Justicia y Amor para nuestra Patria, que es la humanidad. Aunque a lo mejor, y OJALA así sea, cuando esta carta te llegue ya el Gobierno de la Revolución Bolivariana y el Comandante Hugo Chávez, hayan escuchado la voz de la solidaridad, el amor y la ternura que claman por mi libertad y Asilo político. Así podré recibir la atención médica de buenas manos y continuar con mi canto y mi sueño de multiplicar panes y peces: el mismo del hombre sin templo y de la melena inculta.
Porque solo el amor engendra la maravilla y alumbra lo que perdura, pase lo que pase, mi consigna es el amor.
Cálido abrazo caribeño.
¡Amando Venceremos!
Julián Conrado
Desde mi Carraca en Caracas.
noviembre de 2011.
CONTEXTO
Venezuela se puede amparar en el DIH y no entregar a Julián Conrado. El cantor Julián Conrado está muy enfermo, ha sobrevivido a varios bombardeos, a leishmaniasis, a paludismos varios, está gravemente afectado de salud: por evidentes razones éticas y humanitarias corresponde el Asilo político y también el Asilo humanitario. El derecho internacional humanitario, DIH ampara este asilo.
La Convención Contra la Tortura impide entregar a un perseguido político a Colombia, un país en el que fallecen con inusitada frecuencia los presos políticos: por tortura y denegación de asistencia médica(varios presos políticos empujados a la muerte en el 2011). El estado colombiano es denunciado por la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y por la Coalición Contra la Tortura (CCCT) como un estado torturador: el informe de agosto 2011 de la CCCT es aterrador.
La Convención de Ginebra impide entregar a un combatiente, o perseguido político, además enfermo, y más cuando este ha solicitado asilo; corresponde que Venezuela le otorgue el asilo, y si no quiere hacerlo, que lo remita a un tercer país que sea efectivamente neutral. La propia constitución venezolana impide esta entrega: claramente si Julián Conrado es entregado, será otra ilegalidad más, aunque hayan tejido, mediáticamente, una apariencia de legalidad para cubrirse en este caso un poco más que lo que hicieron con el periodista Joaquín Pérez Becerra, que fue entregado en total ilegalidad, sin acceso alguno a abogados ni a defensa. Se espera que en el caso del cantor Julián Conrado el derecho a defensa sea más que una apariencia vacía, y que pronto las autoridades venezolanas se apeguen a la legalidad, respetando el DIH que impide entregar al cantor al gobierno colombiano.
El Fiscal no le imputó ningún delito a Julián en Venezuela: por lo cual si se respetara la legalidad hoy debería estar libre. Su situación es preocupante. Sus abogados han denunciado la ilegalidad operada desde Colombia, y también las ilegalidades en Venezuela. El manejo ilegal de la humanidad de los perseguidos políticos por parte de la colaboración de fuerzas represivas colombianas y venezolanas, es grave pues desemboca la mayoría de las veces en entregas de perseguidos políticos, en las que éstos son privados de todos sus derechos, y entregados a un estado torturador como el colombiano. Se cuentan ya por decenas los perseguidos políticos entregados de manera ilegal al régimen colombiano por parte de Venezuela: han sido entregados incluso varios heridos y enfermos en violación al DIH. La cacería humana que implementa el régimen colombiano, bajo las directrices estadounidenses, es una medida de guerra sucia contra la población.
Que no sea entregado el cantor Julián Conrado a una tortura segura. Que no sea acallado el cantor en Colombia, o en EEUU. Pedimos a todos los medios alternativos, a todo ser humano consciente, que ayude a informar del tema.