DIYARBAKIR-. Los guerrilleros kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) han hecho un llamamiento a la población kurda que reside en territorio turco a la «sedición», después de que 35 civiles murieran ayer en un bombardeo del Ejército turco en Kurdistán Norte.
«Llamamos al pueblo del Kurdistán, en particular en Hakkari y Sirnak (dos provincias vecinas cercanas a la frontera entre los estados de Turquía e Irak), a mostrar su reacción contra esta masacre y a pedir a sus autores que rindan cuentas con sediciones», ha declarado Bahoz Erdal, uno de los dirigentes del PKK.
El PKK utiliza el término kurdo de «serhildan» (sedición) para designar acciones de protesta y desobediencia civil.
Bahoz Erdal ha acusado igualmente al Ejército turco de haber disparado deliberadamente a civiles.
«Esta masacre no es un accidente o un acto no buscado. Es una masacre organizada y planificada», ha denunciado.
El Ejército indicó por su parte que su operación estuvo dirigida contra rebeldes que intentaban infiltrarse en Turquía y se produjo en una zona «en donde no hay población civil y donde se encuentran las bases de la organización terrorista», en referencia al PKK.
«Este comercio transfronterizo se lleva a cabo bajo la vigilancia de numerosos puestos militares a lo largo de la frontera. Es por lo tanto imposible que estos civiles no hayan sido reconocidos», ha subrayado Bahoz Erdal.
«Esta gente se desplaza casi todos los días sin armas y con sus mulas en esta misma zona», ha señalado.
Entierros
Según la prensa local, los funerales por las víctimas se celebraron han celebrado hoy con la asistencia de miles de personas y en medio de una fuerte tensión. La Policía ha utilizado gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes no solo en la zona del ataque, sino en la misma Estambul.
Por otra parte, el presidente turco, Abdullah Gül, ha reconocido que «todas» las personas fallecidas a causa del ataque aéreo eran «civiles» y se ha desplazado al lugar del ataque para expresar sus «disculpas» a las familias de las 35 víctimas mortales.
«De acuerdo con las informaciones que hemos recibido, todas las personas que murieron en el bombardeo eran civiles», ha declarado el presidente en la aldea de Uludere, en la provincia de Sirnak (en cuyas cercanías se produjo el incidente).