Pese a haber pasado ya la friolera de 93 años desde que Rosa y Karl fuesen assinados por bandas criminales de extrema derecha, aún se les recuerda y homenajea en Berlin cada año.
Dirigentes comunistas, revolucionarios insobornables, la única forma de acabar con ellos fué el ruin y cobarde asesinato. Milicias fascistas asaltaron a Rosa y la asesinaron a golpe de culatazo, arrojando su cuerpo al río Spree. Karl sin ambargo, fué asesinado de un tiro en la cabeza, también por los criminales «Freikorps», la antes mencionada milicia de extrema derecha. Se sabe también, que fueron los socialdemócratas dirigidos por Fiedrich Ebert los que posibilitaron estos asesinatos ; El ministro de Defensa responsable del ejército era el también socialdemócrata Gustav Noske. Era demasiada izquierda para los socialdemócratas de aquél entonces.
En el homenaje tributado a ambos líderes obreros, se anunció que el puente desde el cual se arrojó el cuerpo de Rosa, se llamará en adelante, Puente Rosa Luxemburgo.
Las tumbas en la que se encuentran los cuerpos de Rosa y karl fueron cubiertas por cientos de rosas rojas, en memoría de quienes tanto dieron por la causa de la revolución socialista y el comunismo.