En las elecciones municipales de este pequeño pueblo de Nafarroa de apenas 500 habitantes, Garinoain, situado mas o menos en el centro de Nafarroa no se presentó nadie, situación que fué aprovechada por los fascistas de DNE ( Derecha Navarra Española, formación de extrema derecha )y de Alternativa Española, partido del conocido fascista Blas piñar, para presentar candidatura y como no habia otra, de esta maniobra, lograron la alcaldia del pueblo.
El problema es que no son del pueblo, nadie les conoce de nada y además son fascistas y en el pueblo de Garionoain, no se quiere el fascismo. El pueblo ya ha dicho por activa y por pasiva que no les desean, que se marchen y que varios vecinos de la locvalidad estan dispuestos a asumir la responsabilidad de la alcaldía. Cualquier cosa menos ser gobernados por paracaidistas fascistas.
El pasado día, se celebró la investidura y más de 200 personas, vecin@s del pueblo, se concentraron frente al ayuntamiento para hacer saber a esta gentuza, que no son bienvenidos en Garinoain.
La plaza del Ayuntamiento de Garinoain amaneció decorada con crespones negros y con pancartas que rezaban «Contra los especuladores políticos», «No nos representáis» y «No queremos a los amigos de los proxenetas» ‑esta última, en alusión al pacto de la formación ultracatólica DNE con España 2000, partido político cuyo líder es el representante legal de los propietarios de clubes de alterne del Estado español, José Luis Roberto-. Los vecinos acudieron vestidos de negro y recibieron el respaldo de parlamentarios de Izquierda-Ezkerra y de Bittor Rubio, de Bildu, así como de alcaldes de localidades cercanas del valle de Orbaibar.
Vicuña, un elemento fascista que es quien debia, recogr el cargo de alcalde, visto lo visto, ni se presentó, alegando, que «le dolia el estomago» y que estaba en un centro de salud. Ahora se abre otro plazo legal para ver que ocurre y quien es, quien definitivamente, se erige, como alcalde de Garionoain. La plaza permaneció custodiada por la Policía Foral, que desplegó a decenas de agentes. Además de las pancartas, el Ayuntamiento lució un enorme crespón negro, y en árboles y farolas colgaban esquelas anunciando la defunción de Garinoain.
DNE había anunciado que, durante la investidura, harían sonar el himno de España, pero finalmente nadie salió al balcón. Ni siquiera para quitar la pancarta. Nieves Ciprés, presidenta del partido, se marchó tras el fallido pleno sin apenas hacer declaraciones, a pesar de la considerable presencia de medios de comunicación. Aseguró que Vicuña decidió no asistir «porque estaba muy fastidiado». Un rato después, escoltados por policías y aprovechando que los vecinos ya se habían retirado, miembros de DNE regresaron para quitar la gran pancarta en la que se les preguntaba «Qué parte del “no” no entendéis».Si algo ha quedado claro y muy claro es que allí no se quiere a estos fascistas.