borrokagaraia.wordpress.com |
…y vivimos en un pueblo que naufraga, fraga, fraga, fraga, naufraga. Así decian los Eskorbuto hace muchos años y ayer finalmente naufragó. El PP y sus medios de comunicación se han lanzado en una campaña de apología del franquismo y exaltación del crimen de estado. Una maquinaria muy bien engrasada de impunidad, olvido y mentira. La “otra españa” a manos del PSOE o de “Carrillos” y fruto del pacto de silencio aún continúa encorvada ante el fascismo incapaz de superar con el paso de los años la traición a la memoria que supuso la aceptación de toda la estructura franquista como democrática. La izquierda española actual se convierte así en uno de los sectores políticos más cobardes de la historia europea. La izquierda española no fue vencida en la guerra civil. Lo fue en los 70. Causando prácticamente su desaparición y todo atisbo de ética. En decenas de países de todo el mundo tras dictaduras fascistas se llevaron a cabo transiciones democráticas, más lentas o más rapidas. Con sus depuraciones de los estamentos militares, policiales, políticos y económicos. Con juicios y condenas. Medio siglo de dictadura franquista española sin embargo ha pasado con total impunidad. Ni una sola persona ha sido juzgada ni siquiera multada. Decenas de miles de víctimas mortales, torturados y exiliados jamas han visto a sus verdugos ser condenados por ningún tribunal sino todo lo contrario. Son despedidos con honores. Estos mismos que despiden con honores a los criminales fascistas curiosamente son los que a día de hoy más hablan de impunidad, de falsa equiparación de víctimas y de terrorismo. Pero hablan de la resistencia vasca. Ni el franquismo ni sus responsables jamás han sido juzgados por la sencilla razón de que sus tentáculos de poder nunca se han ido, siguen estando presentes en la actualidad española. Controlandola. El mismo poder financiero y la oligarquía que amasó fortuna durante la dictadura es el que acapara hoy en día el poder económico. El ejercito y las fuerzas policiales cuentan con los mismos esquemas internos estructurales y sus responsables son elementos herederos directos de sus predecesores. No hubo una sola baja en todo el entramado militar y policial español del franquismo. Ni siquiera los tribunales sufrieron cambios transcendentes. La audiencia nacional simplemente es un cambio de nombre del tribunal de orden público franquista. Los mismos jueces continuaron con su toga. Hasta hoy. La clase política franquista fue la que diseñó y llevó a cabo la reforma franquista. Bajo el control de la oligarquía y el poder militar. No fue llevada a cabo por demócratas o antifascistas. Fueron las medidas necesarias para reorganizar la explotación capitalista interna española y para optimizar recursos de cara a esa explotación. Dar apariencia democrática a lo fraguado en una guerra de exterminio y medio siglo de régimen fascista. Los intereses económicos del franquismo necesitaban esa equiparación democrática burguesa europea. Y lo llevaron a cabo cuando ellos lo decidieron. Las reacciones de los partidos “del régimen democrático español” a la muerte de Fraga no son más que la constatación del terrible poder que ostenta hoy en día el franquismo sin Franco. La “derecha sociológica” o el españolismo de siempre. Vencieron en España. Que un canalla de ideas tan abyectas como las de Fraga sea despedido entre honores por la mayoría del arco parlamentario español es una muestra de la podredumbre moral que tiene ese estado. Pero es que no pueden hacer otra cosa, colocar en su sitio a personajes tan crueles como Fraga supone colocar en su sitio a la pseudo-democracia española. Un sistema democrático si quiere dotarse legitimamente de tal nombre hubiera reconocido la realidad nacional vasca así como la catalana o la gallega. Pero la “transición” siguió la máxima fascista de ocultación de las realidades nacionales para imponer el proyecto españolista. Una vez derrotada la izquierda española, el MLNV prácticamente en solitario se convirtió en el espejo donde se ve reflejada la falsedad de la democracia española, por eso ha sido perseguido con más que saña. Es el recordatorio omnipresente de la traición de la izquierda española y de la mentira del franquismo. De la falsa democracia española. Es el reflejo tambien de la memoria anti-franquista y anti-fascista que por encima de la pantomina que estos días nos meterán con embudo en torno al criminal Fraga pondrá negro sobre blanco junto a otros compañeros anti-fascistas que no olvidan. Y no se olvida que Manuel Fraga como miembro de los gobiernos de la dictadura que firmaron las penas de muerte del libertario catalán Jordi Conill (octubre de 1962, no ejecutado), del comunista Julián Grimau (abril de 1963, ejecutado), de los anarquistas Francisco Granados y Joaquín Delgado (agosto de 1963, ejecutados) y de los presos sociales Raimundo Medrano y Eleuterio Sánchez (mayo de 1965, no ejecutados). Eso por no hablar del estado de excepción declarado en agosto de 1968 en las “provincias traidoras” vascas, en el que se detuvo y torturó a discreción. De la matanza del 3 de marzo en Gasteiz o la de Montejurra. |