Con el año nuevo ha iniciado su andadura KutxaBank, el banco surgido de la integración de BBK, Vital y Kutxa. Su propaganda se basa en el lema “somos más,…”, un lema contradictorio con su inicio real.
El proyecto de KutxaBank, tras las modificaciones acordadas con Bildu para garantizar el 30% de inversión en la Obra Social y mantener el 100% de las acciones en las tres Cajas, consiguió el apoyo de casi la totalidad de las tres Asambleas. Sin embargo, la constitución del Consejo de Administración no refleja el gran apoyo recibido por el proyecto de KutxaBank. En ese Consejo no “somos más”, sino que, al contrario, en él “son menos” las fuerzas representadas, puesto que se ha constituido en base a un pacto PNV-PP, que excluye a Bildu y PSE.
Quienes, como Mario Fernández, lanzaban loas al amplio acuerdo conseguido en torno a KutxaBank, consiguiendo, por primera vez desde hace tiempo, aunar a las cuatro grandes sensibilidades políticas de Euskal Herria, se olvidaban de plasmar esa pluralidad en el órgano que debe llevar adelante el proyecto.
Pero ha sido algo más que un olvido: han modificado el acuerdo de integración aprobado por las tres Asambleas. Tuvimos que reunirnos en Asamblea en septiembre para aprobar el acuerdo inicial de integración y nuevamente en octubre para aprobar las modificaciones acordadas con Bildu. Y ahora, los tres Consejos de Administración modifican, sin acuerdo de las Asambleas, la composición del Consejo de KutxaBank, pasando de 20 miembros a 15 y variando la representación de Kutxa, que se ve reducida en favor de la Vital. Si en octubre nos tuvimos que reunir nuevamente las Asambleas para ratificar las modificaciones del acuerdo de integración, esta modificación unilateral exige también la ratificación de las Asambleas, pero ni siquiera nos han convocado, lo que cuestiona la legalidad de ese Consejo de Administración que han presentado a bombo y platillo. Y no nos vamos a quedar de brazos cruzados ante semejante atropello. Estamos estudiando impugnar ante los tribunales la decisión del Consejo de Administración de la BBK.
Decía Mario Fernández que en los bancos las decisiones se adoptan sobre “criterios profesionales” y que recurrir al uso de mayorías políticas es no saber cómo funcionan. Y lo dice quien ha sido elegido por un Consejo de Administración nombrado por PNV (10 miembros) y PP (4 miembros). Una mayoría política exigua, muy lejana del más del 90% de las Asambleas que votaron el proyecto de KutxaBank, pero mayoría que garantiza a esas dos fuerzas políticas el reparto del poder en el nuevo banco, marginando a las otras dos fuerzas políticas (Bildu y PSE) que apoyaron KutxaBank.
Y fruto de ese acuerdo político PNV- PP se llega al absurdo de que el Consejo de Administración de la BBK nombre a 7 miembros del PNV y 2 del PP, única forma de garantizar los 4 miembros al PP. Un absurdo porque quienes formamos parte de la Asamblea de BBK hemos conocido en los debates realizados la opinión del PSE, de ELA, del PNV, de CCOO o de la Izquierda Abertzale, pero no hemos oído en ninguna ocasión la opinión del PP.
Tras su elección como Presidente de KutxaBank, Mario Fernández quiso situarse al margen del acuerdo político PNV-PP, pero su presencia en Sabin Etxea en los días en que se fraguó la exclusión de Bildu y PSE del Consejo de Administración de KutxaBank y la modificación unilateral del contrato de integración, ponen en evidencia que el artífice de KutxaBank ha sido también agente activo en esas decisiones, y responsable del erróneo inicio del nuevo banco.
El acuerdo PNV-PP marca la orientación de la política de KutxaBank, y no es casualidad que en la Asamblea de la BBK Mario Fernández hablara de una entidad financiera centrada en el país y en su primera intervención como presidente de KutxaBank recalcara que la nueva entidad nace con voluntad “de crecer”. Su obsesión parece ser el tamaño, mientras que otras y otros pensamos que la política de KutxaBank debe ir encaminada a fortalecer las pequeñas empresas, impulsar el crédito, desarrollar su Obra Social, apoyar a sus clientes, incrementar la inversión pero no hacia fuera, sino hacia dentro, trabajando por fortalecer el tejido económico vasco.
Al lema de KutxaBank, “somos más”, le falta el ¿para qué? No queremos más desahucios, ni más oficinas cerradas, ni más obstáculos para obtener créditos,… queremos más obra social, más apoyo a la clientela (y, por tanto, ningún desahucio), más solidaridad, más democracia en el funcionamiento del banco, más enraizamiento en este país, en Euskal Herria,…
Que en el Consejo de Administración de KutxaBank estén representadas todas las sensibilidades políticas es la única forma de que se debata sobre la orientación de la política económica de KutxaBank y las decisiones estratégicas sean fruto del debate y del contraste de diferentes propuestas. En un Consejo como el actual poco debate habrá, porque las políticas económicas neoliberales de PNV y PP coinciden en lo fundamental.
Y hablamos de políticas económicas, porque no hay profesionales “neutros”. Ahora hay “profesionales” del PNV y del PP, queremos que haya profesionales de todas las sensibilidades políticas, porque las decisiones estratégicas de KutxaBank no han estado ni estarán al margen de la política, al contrario, esas decisiones estarán vinculadas al modelo de sociedad que queremos construir.
A pesar de que Mario Fernández diga que el Consejo de Administración de KutxaBank no nace con voluntad de interinidad, persistir en esa actitud errónea de excluir a quienes representan a la mitad de la población vasca no hace ningún favor al nueva banco y mucho menos a sus clientes y al tejido socioeconómico de Euskal Herria que necesita el apoyo decidido de la entidad financiera.