escrito por Marcha | |
Los colonos judíos, respaldados por el Estado de Israel, siguen agrediendo a los pobladores palestinos que viven bajo ocupación Resumen Latinoamericano/Marcha - Según un informe dado a conocer ayer, el número de incidentes violentos por parte de colonos israelíes en Cisjordania contra de los palestinos aumentó 39% en 2011, en relación al año anterior. Los casos se triplicaron en los últimos 5 años. El estudio fue elaborado por la organización Palestine Center, con sede en Washington, EEUU. Los números se refieren solamente a la región de la Cisjordania, ocupada ilegalmente por el Estado de Israel desde 1967. El aumento de la colonización en los territorios ocupados es considerado uno de los elementos estructurales que colaboran en el aumento de la violencia. En 1990, había 200 mil colonos en Cisjordania. Hoy, suman 650 mil. El informe sostiene que en el mismo periodo en que la violencia por parte de los colonos triplicó, la violencia por parte de los palestinos, en los mismos territorios, disminuyó 95%. Por eso, el estudio apunta que el aumento de la violencia no consiste en una respuesta directa a agresiones de los palestinos. Más bien, el informe vincula las causas estructurales de la propia ocupación y la falta de presencia policial que pueda controlar los conflictos. Entre las aldeas palestinas más hostigadas, un 90% están en las llamadas Áreas C. Según las definiciones de los Acuerdos de Oslo, esas son áreas de la Cisjordania bajo jurisdicción de Israel. Delante de la negligencia por parte del Estado israelí en garantizar la seguridad en esas áreas, a los colonos no se les impide atacar a los palestinos o a sus propiedades. Los incendios en casas, plantaciones y la destruición de propiedades son algunos de los delitos más comunes, sumando 22%. Arrojar piedra totaliza 32% de las ocurrencias. Los ataques físicos suman 12% y los ataques armados, 5%. Cosecha de aceitunas El informe apunta que hay un significativo aumento de los ataques en épocas de cosecha de aceitunas. Los olivos son el cultivo más importante para los palestinos, y los arboles, muchos con centenas de años, son símbolos de la lucha y cultura palestina, además de una importante fuente de ingreso. Por todo eso, es uno de los objetivos principales de los colonos israelíes. El Año pasado, el Comité palestino de Apoyo a la Agricultura contabilizó la destrucción de 2600 olivos en octubre, un promedio de tres olivos y medio destruidos a cada hora. Además, en diversas aldeas en Cisjordania dónde las tierras de los palestinos fueron ocupadas por colonias o cortadas por el muro israelí, los campesinos son muchas veces impedidos por los colonos – y muchas veces por el propio Ejército israelí – de realizar normalmente su cosecha. En los últimos años, organizaciones de agricultores y campesinos palestinos cuentan con la ayuda y solidaridad internacional. El año pasado, una brigada de la Via Campesina de Brasil pasó un mes en Palestina para ayudar en la cosecha. Pedro Bocca, uno de los 17 miembros de la brigada, explica que “con más brazos, es posible cosechar más rápido, y así hay mayor posibilidad de terminar la cosecha dentro del periodo impuesto por las colonias israelíes”. No menos importante, la presencia extranjera “ablanda” la represión. “Me dijo un palestino: cuando hay extranjeros está bueno, pues no usan balas de verdad”. Sin embargo, explica Bocca, algunos activistas estadounidenses y europeos fueron asesinados durante el trabajo voluntario, lo que además de perjudicar la imagen de Israel, genera problemas diplomáticos. Sobre la violencia por parte de los colonos, Bocca comenta que en algunos casos, no causaron problemas. “En algunos lugares las reacciones son las peores posibles. Muchas veces la brigada vio “olivos siendo quemados, colonos disparando al aire, tirando piedras, provocando, gritando”, resume. El ejército, que acompaña la cosecha, a la menor señal de conflicto, interviene para proteger los colonos. “Usan una cantidad de fuerza totalmente desproporcional. Bombas, gas lacrimógeno y pimienta, balas de goma – y muchas de plomo -, prenden fuego en los árboles, usan tanques, jeeps. El ejército, según los relatos nunca empieza la represión, sino actúa tras una mínima reacción por parte de los palestinos hacia las provocaciones de los colonos”. La brigada presenció un conflicto en la aldea de Jalud, cerca de Nablus. Colonos llegaron tirando y el ejército intervino enseguida. “No supimos cuantos heridos, pero no paraban de salir ambulancias”, cuenta Bocca. Nablus, junto con Hebron, es una de las ciudades dónde hay mayor ocurrencia de ataques de colono |